Hot Chip – In Our Heads (Domino Recording / Hostess)

Hot Chip son otro caso insultante de grupazo que por causas aún por determinar, como los homicidios, no están asentados todavía entre los clásicos de la música contemporánea, si se me permite el giro literario. Arrastran solvencia a raudales y la pasean por las tablas de los innumerables conciertos, casi todos ellos con un resultado más que positivo, que les han ayudado a posicionarse entre los mejores de la casilla de salida, pero siguen sin subirse a ese merecidísimo primer podio que se les resiste a pesar de su inmaculada discografía. Han publicado tal cantidad de hitazos que se hace facilísimo grabar un CD-R de 80 minutazos a las amigas. Pero es que para más enconamiento, ahora van y en pleno 2012 publican In Our Heads, así tal cual, sin aspavientos, uno de los discos imprescindibles en lo que va de año.

Arranca la nueva entrega del que fue bautizado como  «el grupo más cool de la década» ni nos acordamos cuándo, con una canción tan pletórica como «Motion Sickness», inteligente calentamiento a cargo de una electrónica tribal que hace tintinear hasta el más recóndito órgano vital. El pequeñajo de Alexis Taylor maneja la técnica vocal en esta nueva aventura con un desparpajo asombroso, y lo hace a lo largo de todo su minutaje, siendo más que loable la manera en que canta ese magnífico baladón «Look at Where We Are», cuya  intro recuerda al  glorioso punteo de los Red Hot Chilli Peppers.

La década de los ochenta es la especialidad de la casa y el sonido de aquellos primeros sintetizadores se hace patente en «Don´t Deny Your Heart», pero sólo durante unos segundos para después con mucha habilidad de productor, evitando la saturación,  transformar la canción en un rápido y coqueto adagio discotequero, para después dar paso otra vez a un estribillo alegre y convincente, vamos, tres canciones por una.

La tónica general esta vez es la de alargar canciones con estructura compleja, para alimentar unas melodías que por sí solas ya funcionan a la perfección. Canciones que no se necesitan unas de otras para ser consumidas, pero que puestas en perspectiva conjunta, sin lugar a dudas obligan a que anotemos en un post-it que este álbum no puede quedarse fuera de las divertidas listas navideñas que atesoran lo mejor del año. Y quien tenga dudas que escuche «Flutes», corte séptimo del álbum. No se necesita decir mucho más, es un álbum que sabe defenderse él solito.

Contiene el disco algún tropezón como «Now There is Nothing» ya hacía el final de la alegría, pero en seguida uno se levanta se sopla el raspón y se dispone a disfrutar joyitas como ese «Let Me Be Him», o ese homenaje velado o involuntario al «Thriller» de Jackson que se intuye en la precitada «Don´t Deny Your Heart», por no hablar de «Night and Day», puritito estilo Hot Chip con un estribillo a lo Scissor Sisters.

Los ingleses se escapan del tufo comercialoide que su anterior entrega One Life Stand trajo impregnado, huyendo hacia delante ¡Ojo, aviso a navegantes! Que no será el que escribe quien diga que existe ni un solo disco malo de Hot Chip, sólo quiero poner en evidencia el estilo barroco de esta nueva entrega frente a la suculenta hamburguesería de su anterior LP, lo que desde luego para el que suscribe lo convierte en una obra mucho más atractiva y duradera, lo mejor del baile y lo peor de la nostalgia. Los reyes del cable y el enchufe sentimental. Que lo disfrutéis.

 

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