Keane – Night Train (Interscope Records)

Como buen EP, este Night Train de Keane no debe considerarse más que como un divertimento sin pretensiones en el se han agrupado ocho temas que los británicos fueron grabando por puro entretenimiento en varias localizaciones durante la gira de Perfect Symmetry. Es difícil encontrar un hilo argumental a este trabajo y esto deriva en cierta falta de homogeneidad que se traduce en un disco bastante caótico y con altibajos más que considerables. Aunque a su favor hay que admitir que, sin la presión de sacar un álbumm de ventas millonarias, se agradece que intenten ir un poco más allá de lo acostumbrado. Aunque sólo sea un poco.

Tras abrir con una intro instrumental de aires industriales y oscuros, «Back in time» retoma los sonidos ochenteros de su trabajo anterior en una canción potente con un estribillo pegadizo. A este tema le sigue el descalabro que es «Stop for a minute» en el que colabora el rapero canadiense K´Naan y que es una canción 100% Mtv (lease “temita de pop con ritmo facilongo y rapeado incluido”) y que probablemente sea uno de los singles más flojos en la carrera de Keane. El nivel no mejora demasiado en «Looking back» el otro tema en el que también participa K´Naan y que se sitúa a medio camino entre Black Eyed Peas y Rihanna.

Pero volvamos al orden en que las canciones nos llegan en el disco, porque tras ese churro que es el single, los ingleses entregan el que probablemente sea su mejor tema desde «Bedshaped»: lleva por nombre «Clear skies» y en él se dejan en casa la épica y el recargamiento y facturan un tema pop de aires folkies, humilde y bello, en el que no sobra una nota. Pero hemos dicho que éste es un disco de caos, de contrastes e «Ishin Denshin», la versión del tema de la banda japonesa Yellow Magic Orchestra que interpretan junto a la artista nipona Tigarah, es una buena muestra de los quiebros que tiene el disco. Si se trataba de recrear el estilo naif del pop nipón, chapeau. El tema, aunque alegre y optimista, es bastante simplón, pero tiene su encanto.

De los temas que quedan, «Your love» es un experimento perpetrado (tanto en disco como en directo) por el pianista Tim Rice-Oxley en el que abusan del autotune hasta extremos vergonzantes. Y en «My shadow», con un precioso crescendo, rememoran los tiempos de aquel primer Hopes and Fears en un bonito tema que poco a poco va llevando a un clímax final de voces que ya se ha convertido en característico de la banda: sonido 100% Keane. Buen final para un EP renqueante aunque con un par de destellos para el recuerdo. Y sobretodo varias puertas abiertas para escoger el sonido de su futuro cuarto disco. Todo hay que decirlo, unas más ilusionantes que otras.

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