Los Pirañas – Una Oportunidad Más De Triunfar En La Vida (Glitterbeat)
Como si fueran de un ser mutante de tres cabezas, así se presentan en la portada de este disco los integrantes de Los Pirañas. Ellos son amigos desde la juventud y profesan un culto a la heterodoxia musical desde hace ya tres lustros. Veteranos de la escena underground bogotana, Eblis Álbarez (entre los muchos proyectos en los que está metido el más conocido por estos lares sea quizás Meridian Brothers), Mario Galeano (Frente Cumbiero, Onda Trópica…), y Pedro Ojeda (Romperayo) decidieron meterse en el estudio para improvisar con los instrumentos en largas sesiones. Cuenta Álvarez que durante una semana cada uno llevaba un par de ideas, y a partir de ellas iban creando sobre la marcha, sin ningún tipo de efecto de producción que pudiera distorsionar el caudal sonoro que se estaba registrando en ese momento.
El quinto disco del trío tiene como título Una Oportunidad Más De Triunfar En La Vida (Glitterbeat, 2025) haciendo uso de su proverbial retranca humorística que los caracteriza, y es un artefacto en donde se confabulan para crear una narrativa chispeante, rebosante de ingenio y versatilidad. El disco arranca con “El Nuevo Prometeo” con la guitarra de Eblis filtrada por un laptop para crear loops que se enredan en una melodía que recuerda a unos Tortoise pasados por el tamiz tropical. Parece que esté estudiado todo al milímetro, pero si hacemos caso a nuestros protagonistas, esta maquinaria bombea música así de perfecta porque se deben entender con tan solo mirarse.
La inventiva en los ritmos continúa, y la tímbrica de los instrumentos es de una fisicidad palmaria. “El Aguazo De Javier Felipe” se hibridan la tradición colombiana con el trote desmadejado de Captain Beefheart, y en “Despectiva Caridad” resuenan ecos de música surf, blues fronterizo, lounge, y sonoridades orientales. Un melting pot que seduce por su falta de pretensiones y su azaroso recorrido. “Con Mi Burrito Sabanero Voy Directo Al Matadero” podemos deleitarnos con el groove africano en todo su esplendor; “Educados Por Corderito) Y Don Ramón” juegan a rendir tributo al “I Feel Love” de Donna Summer y Giorgio Moroder en clave punk y calypso; el ska hace su aparición gracias la tralla que le meten a “Pateando Culos”; y “Bájenle A La Matrícula” tiene un ritmo torpedeado por una percusión tribal, dejando para el final “Los Pendencieros Del Latín”, un viaje psicodélico con la mirada puesta en Steve Reich y la cumbia colombiana.