Robbie & Mona – Tusky (Spinny NIghts)

En el transcurso de la promoción del primer álbum de Robbie & MonaEW (2021)- leí que esta pareja de Bristol se inspiraba especialmente en las películas que le apasionaban a la hora de enfrentarse al proceso creativo. Citaban como referentes a David Lynch y a Vera Chytilová y su estupendo clásico Las Margaritas. Son inspiraciones que quedan prendidas en las sonoridades oblicuas e ingrávidas de este notable Tusky (Spinny Nights, 2023), en donde retoman esa querencia por las texturas cinéticas, ambientes en claroscuro, y diferentes capas de significación en entramados nada manidos dentro de lo que conocemos como dream pop.

Desde un primer momento nos queda claro que Angelo Badalamenti y Julee Cruise son fuente de inspiración en el ideario de Will Carkeet y Ellie Gray (dato curioso: de nombre artístico se pusieron el mismo con el que bautizaron a sus perros). Música que perfectamente podría incluirse en la banda sonora de Twin Peaks, con unos preciosos adornos de sintetizador que acunan la bonita voz de Gray. Un paisajismo brumoso y repleto de lirismo.

El saxo se interpone en las notas de piano al comienzo de “Franeural”, y las texturas jazzísticas se van yuxtaponiendo en una especie de rompecabezas en donde las piezas van encajando a la perfección. Sonidos oblicuos como salidos de una jam session improvisada en el Club Silencio. Maravilloso tema.

“Sherry Prada” es otra pieza de dream pop estructurada a partir del piano, y que tiene quiebros inesperados en su narrativa siempre sinuosa y enigmática, y que enlaza con “Tina’s Leather” con ecos a los ochenta (Cocteau Twins y Talk Talk vienen a la cabeza) en otra muestra del poderío de los de Bristol.

“Wenders” vuelve a sonar el saxo que se va entrelazando con una caja de ritmos que recoge algo del espíritu del dubstep; un embelesamiento que rompe “Clapback”, -el único bajón del disco- una pieza que desentona al completo en la atmosfera que impregna el disco.

Vuelve la tensión con “Dolphin”, una potente sinfonía con violines minimalistas, voces procesadas, bases electrónicas que quiebran la calma a base de ruido, y samplers de voces del otro mundo. La belleza con los mínimos elementos dispara los niveles de emoción en “Mildred”, y viene a la mente The Caretaker, ese maestro en reencarnar a los espectros, y para el final nos queda saborear “Always Gonna Be A Dead Man”, una tonada cuyo mood podría salir de los surcos del En Cavale de Isabelle Antena.

Escucha Robbie & Mona – Tusky

 

 

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