Sean O’Hagan de The High Llamas homenajea a Ernesto González
La pasada semana perdíamos a Ernesto González, líder de Pribata Idaho y Grupo Salvaje, una de las personas más queridas y respetadas de nuestra escena, tanto por artistas y sellos, como por sus alumnos o compañeros de la prensa.
Su círculo más cercano quiere que su recuerdo y legado perduren, por lo que han puesto en marcha la web fanhaus.es en la que no solo se podrá conocer quién era Ernesto o escuchar los discos de sus bandas, sino que también contará con artículos y escritos suyos o con los interesantes podcast que nos dejó. Además, la página ha habilitado un libro de visitas en el que amigos y conocidos del autor, pueden compartir sus anécdotas y recuerdos con él.
Uno de ellos ha sido Sean O’Hagan (líder y compositor de The High Llamas), quien por mediación de José Luis Cuevas de Born! Music que le transmitió su fallecimiento, quiso dedicarle uno de sus temas predilectos.
«Checking In, Checking Out» fue uno de los singles extraídos de Gideon Gaye, el sensacional LP que publicó el grupo anglo-irlandés The High Llamas en 1994 y era una de las canciones favoritas de Ernesto González, que la tarareaba a la primera de cambio (especialmente cuando estaba en el mostrador de un hotel).
Siempre contaba, además, lo emocionante que fue para él compartir escenario con ellos en su propia ciudad, Móstoles, en el Festimad de 1996.
En este emotivo vídeo, Sean O’Hagan dedica la canción a Ernesto, otro fan irredento de Brian Wilson y Van Dyke Parks, a pocas horas de su desaparición.
Foto: Íñigo de Amescua
No conocía a Ernesto, pero estoy segura de lo grandísimo tipo que era por lo que he leído estos días. El vídeo me ha hecho llorar
Me llamo Mercedes y soy la hermana de Ernesto.
Estoy leyendo un montón de testimonios, de comentarios, de recuerdos de momentos que mucha gente compartió con mi hermano y estoy profundamente agradecida a todas esas muestras de afecto, de auténtico afecto… algunas no las he podido leer enteras y otras ni lo he intentado porque aún estoy asimilando su ausencia.
Muchas gracias y, como me decía uno de sus amigos, “que nos vea con la cabeza alta y sonriendo” y ciertamente es la mejor manera que podemos agradecer el haber compartido parte de nuestro camino con él.
Un fuerte abrazo, que ahora están muy caros, y mi más profundo agradecimiento.
Mercedes González