Travis

La nuestra es una manera muy sincera de hacer música. Y nunca hemos pretendido otra cosa


 
 
Travis publicaron el año pasado Where You Stand (2013), un álbum dotado con la clásica impronta del grupo pero marcado por una madurez inédita, con el que el cuarteto volvía a escena tras cinco años de silencio.
 
La banda escocesa estará defendiendo en directo sus nuevas canciones y los habituales éxitos de su repertorio el próximo domingo 20 de Julio, dentro de la programación de la vigésima edición del Festival Internacional de Benicasim.
 
Una ocasión que aprovechamos para mantener una charla telefónica de quince minutos con el amable Andy Dunlop, guitarrista y miembro fundador del grupo junto a Fran Healy, Dougie Payne y Neil Primrose.
 
 
«Where You Stand» (2013), vuestro último disco hasta la fecha, mantiene toda la esencia de Travis, con ese tipo de melancolía amable y emotiva marca de la casa ¿Es una prioridad conseguir ese efecto en vuestros discos o sencillamente es inherente a vuestra personalidad como banda?
 
Creo que es algo natural e inherente. Diría que es un proceso natural. Pasar tiempo con seres humanos te humaniza. Nosotros estamos un tiempo implicados con el grupo y después volvemos a casa y pasamos tiempo con nuestras familias e hijos. Y luego regresamos otra vez. Así que es un proceso muy natural. Supongo que sencillamente debemos de ser gente muy melancólica.
 
En cualquier caso, creo que «Where You Stand» (2013) es un disco especialmente introspectivo dentro de vuestra discografía… ¿Por qué?
 
Creo que el hecho de que todos hayamos empezado a tener hijos ha cambiado todo. Empiezas a ver la vida de una forma distinta. Cuanto estás en la veintena o la treintena simplemente vives el momento, pero ahora empezamos a ver la vida desde otra perspectiva. También piensas más en ti mismo, en el hecho de hacerte mayor… es como tener una visión de 360 grados: piensas en el hecho de nacer y morir y en todo lo que hay en medio de esos dos momentos.
 
¿Qué tiene, en tu opinión, «Where You Stand» (2013) que no se encuentre en ningún otro disco de Travis?
 
La perspectiva de hacerse mayor. Ahora somos adultos y esto marca la forma en la que ves tu vida, desde una perspectiva diferente. Como decía antes, cuando eres joven simplemente vives el momento y no te preocupa nada más. Pero mirando a tus hijos ves la belleza que hay en disfrutar de todo, porque ves la vida a través de sus ojos y eres consciente de que tu propia vida tendrá un final y piensas en quién habrás sido para ellos. Te fijas en cada cosa de la vida en lugar de dar todo por sentado.
 
Hay quien os acusa de hacer música inocua o pop inofensivo, mientras que personalmente encuentro vuestra obra como una propuesta honrada y capaz de compartir vibraciones positivas a través de bonitas canciones ¿Cuál es la razón de hacer música de Travis?
 
Creo que precisamente esa honestidad es lo más importante para nosotros. Otras bandas tratan de mostrar cómo se sienten, pero Travis intenta capturar estas emociones… capturar cómo te sientes. Es una manera muy sincera de hacer música. Nunca hemos pretendido hacer otra cosa.
 

 
Sin embargo vuestro primer álbum, «The Good Feeling» (1997), era sensiblemente más roquero y violento que el resto de los discos que vinieron después… ¿Por qué?
 
Entonces éramos jóvenes. Queríamos hacer ruido para hacernos oír. Habíamos estado tocando durante años en Escocia y con el ambiente que había en bares y pubs nadie prestaba demasiada atención, así que hacíamos ruido y cantábamos alto. Una vez que publicamos el disco y empezamos a saber cómo funcionaba el negocio de la música, todo cambió.
 
Fue entonces cuando, en términos de popularidad y creatividad, alcanzasteis vuestro momento álgido a finales de los 90, con dos discos brillantes como «The Man Who» (1999) y «The Invisible Band» (2001) ¿Cómo recuerdas aquella época de éxito masivo y la inclusión en el movimiento del Britpop?
 
Cuando paras o te tomas un respiro es cuando te das cuenta de quién has sido, pero tienes que seguir adelante. En cualquier caso realmente disfrute de todos esos años. Pero pienso más en la siguiente canción. El siguiente disco es siempre lo más importante para nosotros. Esos discos estuvieron ahí, siempre estarán ahí, pero sigues adelante. Incluso aunque sigamos tocando esos álbumes en directo, en los conciertos, siempre estamos pensando en qué será lo próximo y en cómo será el siguiente álbum.
 
¿Así que no echas de menos nada de aquella «época dorada» o de cómo han cambiado escena e industria desde entonces?
 
La escena siempre cambia. Nosotros crecimos de una manera determinada, pero todo ha cambiado a nuestro alrededor. Internet ha cambiado todo, pero eso siempre pasa. Siempre cambiaremos. Para nosotros, como banda, lo más importante sigue siendo escribir canciones, tocarlas y conectar con la gente…
 
¿Cuál es para ti el disco más representativo o importante de Travis y por qué?
 
Cada uno de ellos nos representa en un instante determinado. Así que ahora mismo nuestro último disco es el más cercano a quienes somos en este preciso momento. Es como mirar fotos… te das cuenta de que eres tú en un preciso instante. Estamos en un viaje en continuo movimiento, así que el más representativo será el siguiente, pero todavía no ha sido grabado.
 
Si yo tuviese que elegir me quedaría con «The Man Who» (1999), un disco que me regalaron en la universidad y me trae muy buenos recuerdos…
 
Entiendo el punto emocional que te supone. Por supuesto ese disco es muy especial para nosotros. Escuchas sus canciones de vez en cuando y aún suenan geniales.
 
El caso es que lleváis más de veinte años juntos, siempre con la misma formación (algo poco habitual), y publicando buenos discos… ¿Cuál es la fórmula para seguir juntos y que la banda siga funcionando después de tanto tiempo?
 
¡Somos amigos! Desde hace mucho tiempo… como una familia. Travis es básicamente eso: una familia. A veces necesitas un poco de tiempo al margen para ser personas normales de nuevo. Entonces volvemos a estar juntos. Sucede igual que en las familias: no ves a alguien en dos años y cuando vuelves a estar con esa persona seguís siendo hermanos.
 
El directo ha sido siempre uno de vuestros puntos fuertes, con un setlist sólido y una actitud agresiva sobre el escenario… ¿Cómo definirías los conciertos de Travis actualmente?
 
Como te decía Travis es una familia. Cuando estamos en el escenario, confianza y amor son las dos cosas más importantes, cuidándonos los unos a los otros. Realmente disfrutamos de estar sobre las tablas. De hecho estar en el escenario con Travis es la cosa más cómoda del mundo y como tal lo disfrutamos. La banda esta aquí y ese es el público, pero queremos que se integren con nosotros. Tratamos de conseguir una sensación de comunidad en nuestros conciertos.
 
Vais a tocar en el FIB, donde ya habéis actuado antes y suele haber una amplia presencia de público británico…  
 
Me encanta el FIB. Benicasim es especial para nosotros. Tengo muchas ganas. Ha pasado mucho tiempo desde que tocamos allí la última vez…
 
Y compartiréis cartel con bandas y artistas más o menos afines y tan importantes como Paul Weller, James, Kasabian, Manic Street Preachers, Libertines o The Charlatans… ¿Hay algún grupo al que os apetezca ver especialmente?
 
No sueles disponer de mucho tiempo en los festivales, pero me gustaría ver a los Manics porque su último disco me parece sencillamente brillante.
 
Muchas gracias de nuevo y espero que disfrutéis en el FIB…
 
¡De nada! Si vas a Benicasim… ¡por favor acércate, preséntate y saluda!
 

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