Varry Brava

Nosotros hemos optado por tener un discurso estético y musical desenfadado y atrevido, no significa que vivamos ajenos al mundo y que no nos preocupe nada en nuestras vidas


 
Conseguir sobrevivir a fuerza de reafirmarse en los propios principios y seguir adelante llevándolos hasta las consecuencias que te permitan las circunstancias.
 
El pop hedonista y luminoso de Varry Brava, unos murcianos con una llamativa propuesta estética (aparte de la musical, claramente definida a su vez), encuentra su definición actual en los temas de Arriva, un disco que tiene mucho de conceptual sin ser él nada de eso. Óscar Ferrer, vocalista, y Aarón Sáez (atención a su proyecto en solitario y a sus colaboraciones con mil y una bandas), encargado de las guitarras y teclados, hablan sobre grupos ochenteros, versiones improbables, fiestas energéticas y etiquetas pasadas de moda.
 
Lo de «16 horas de juego y 4 litros de bebida energética» suena a fiesta ibicenca o quizás apele al evidente espíritu lúdico de vuestras canciones. ¿Qué es lo que sucedió durante la gestación de «Arriva» para que decidierais subtitularlo así?
 
Óscar: En la grabación, en la gira o en el local de ensayo, siempre pasamos muchas horas de juego tomando bebida energética (que cada uno entienda  con «juego» y con «energética» lo que quiera). Teníamos claro que «Arriva» sería el título del disco, queríamos algo positivo, enérgico… pero nos apetecía añadir algo canalla y divertido, y bueno… ahí está ese subtítulo. Nos hizo mucha gracia cuando lo dijimos por primera vez.
 
Son canciones enérgicas, orientadas al baile en muchos momentos. ¿Una apuesta por el descaro como medio de expresión?
 
Aarón: Sin duda, intentamos trasladar la energía que la gente vive en los directos al nuevo disco. Y el descaro ha sido parte de este proyecto desde el principio, somos valientes y directos y nuestras canciones también, queremos que la gente baile, cante y se divierta.
 
Hay mucha coña también en eso de reivindicar a bandas como La Unión y Mecano, o en que os gustaría que Rihanna versionara una de vuestras canciones.
 
Óscar: Bueno, más que reivindicar es que nos parecen dos grandes bandas del pop en castellano. Y lo de Rihanna… imagínate, ¿no? Estaría bien que una de las más grandes divas del pop internacional versionara una de nuestras canciones. Eso sí que sería de coña.
 
Por la parte contraria, ¿a quién versionaríais aunque no tuvierais su visto bueno oficial?
 
Aarón: Respondo también un poco a la pregunta de antes. Coña ninguna, esas bandas nos encantan y son auténticos referentes para nosotros. Hemos versionado en muchas ocasiones a Golpes Bajos, y durante varios años hicimos conciertos en Nochevieja donde todo eran versiones, A-ha, Depeche Mode, La Orquesta Mondragón, Glutamato YeYé, etc… A mí personalmente me encantaría versionar algo de Damon Albarn o Will.I.Am en castellano, sería raro pero divertido.
 
Es cierto que algunas conexiones subterráneas -o no tanto- podrían establecerse con el sonido del grupo de Rafa Sánchez o incluso con los denostados hermanos Cano, pero con Flaming Lips, a los que también citáis, no parece haber demasiadas.
 
Óscar: Totalmente de acuerdo, lo dijimos para caer bien a la gente que no nos traga y porque el productor los tomó como referencia en alguna ocasión para crear ambientes en alguna parte de un par de canciones de «Arriva».
 

 
A Wayne Coyne y compañía les ha dado últimamente por los discos conceptuales, y tampoco parece un concepto tan descabellado en Varry Brava.
 
Aarón: No, la verdad es que no sería descabellado, aunque no sé si me gusta mucho ese concepto, te puedes ir a una «opereta pop» medio raruna si no llevas cuidado, y eso tampoco mola.
 
¿Y los «Fantasmas» de los que habláis? Porque supongo que no os meteréis en política.
 
Óscar: De momento no hacemos canción protesta ni nada parecido, preferimos cantarle a otras cosas, si a alguien le interesa nuestra opinión política respondemos encantadísimos. Los fantasmas de los que hablamos somos nosotros y son toda esa gente que nos encontramos en salas de conciertos, bares, festivales…  Los fantasmas de los que hablamos no saben decir no, se pierden en pasillos oscuros y siempre piden más.
 
Y el hedonismo, esa idea del «no importa qué música te mole o si sabes tocar o no, pero disfrútala a tope», también es una búsqueda evidente. Pero desde una mirada elegante, como si Carlos Berlanga estuviese escuchando desde las alturas.
 
Aarón: Muchas gracias, no tengo nada que añadir, firmo punto por punto tu descripción.
 
La figura de Sebastian Krys anda en la sombra. Es curioso cómo este productor hasta hace poco ajeno a las producciones pop en España se ha revalorizado, sobre todo desde que produjo uno de los últimos discos de Lori Meyers.
 
Óscar: Cuando un productor propone nuevos enfoques sonoros, se implica en el proyecto, tiene pasión y humildad, ilusiona, sorprende, da naturalidad al proceso de grabación y está atento a cualquier necesidad de la banda, pasa eso, que todo el mundo quiere grabar con él. Ha sido un gustazo enorme trabajar con Sebastian, repetiremos.
 
Volviendo a lo anterior, ¿es la evasión lo más importante cuando se escucha una canción o se debe intentar ser más combativo, sobre todo en estos tiempos?
 
Aarón: Parece que hay una corriente nueva de «cantautorismo protesta» dentro del pop, lo cual me parece perfecto, cada uno tiene que hacer lo que le apetezca.  Nosotros con Varry hemos optado por tener un discurso estético y musical desenfadado y atrevido, no significa que vivamos ajenos al mundo y que no nos preocupe nada en nuestras vidas privadas, pero no tenemos ningún interés de mostrarlo a través de Varry Brava en este momento. Varry is for the party.
 
¿Es el de Varry Brava un universo limitado? Me refiero al hecho de que defendéis unas bases musicales muy concretas que parecen funcionaros bien.
 
Óscar: Todo lo contrario, no tenemos ningún límite musical. Nos gusta hacer pop porque es un genero amplio que nos da la posibilidad de hacer lo que nos da la gana hoy y mañana. Mecano comenzó haciendo un pop bailón cantando a las necesidades adolescente de su época y terminó haciendo baladas, rumba, salsa… En fin, no tenemos complejos haciendo música, nos quedan muchas cosas nuevas que hacer.
 
¿Cómo entendéis los diferentes compartimentos en los que muchas veces subdividimos la superpoblada escena del indie?
 
Aarón: Pues no sé cómo los subdividís vosotros… pero para mí hay bandas que me gustan y bandas que no, me la pela bastante si es indie, mainstream, hip hop, grunge o música sefardí. Solo distingo entre «me mola» y » no me mola», siempre ha sido así.
 
¿El electro rock está más de moda que nunca?
 
Óscar: No sé, yo solo escucho a los Talking Heads.
 

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