Discos

Missy Elliot – This is not a test (Elektra)

Nuevo disco de Autechre. Ay, perdón de Missy Elliott & Timbaland. Superadas las manías y prejuicios de acérrimo hip hop head, hay que reconocer que Misdemeanor se crece disco trás disco. Su cancionero va mejorando conforme va empeorando el hip hop americano más popular. Y llegará el día en que todo el mundo reconozca que su labor en pro de la música está siendo de lo más encomiable, a pesar de las dobles lecturas estético-temáticas con las que juega, y del aparente vacío ideológico que tiene (sólo aparente; con Eminem pasa lo mismo: pero cuando haya que estar al pie del cañón allí estarán).

This Is Not A Test es, para el que esto escribe, el mejor y primer buen disco de Missy Elliott. Un trabajo vitamínico, repleto de buenas ideas, que se cubre de unos experimentos sonoros que antaño no hubieramos imaginado jamás en oídos del mainstream. Autechre, Anti Pop Consortium, todo lo que quieran que suene a experimento atractivo, está sónicamente aquí. Otra cosa es la temática. Missy tiene predilección por el acento sexual del asunto. Pero no para decir chorradas, sino para decir verdades. En una canción le canta a su novio “¿porque ya no me follas como las primeras veces?”. Poniendo ante un espejo a todos los hombres, en cuanto a la monotonía sexual de pareja, que hay que combatir con habilidad e implicación, viene a decirnos la MC. O esto, o aceptar que “todas las chicas tienen un juguete que sustituye a sus hombres” como ella misma canta en otro tema. Declaraciones polémicas para los que ofensivos que se ofenden.

Como decíamos, viste bien clasificar a la Elliott dentro de lo que Gang Starr calificaron en The Ownerz como “fucking robots”. Más, en este caso, no nos creamos lo que afirma la ortodoxia b-boy, que Missy Elliott está aprendiendo y todo el mundo tiene derecho a cambiar. Ella ha optado, cosa muy importante, por reivindicar el espíritu original del hip hop, en su vertiente más De la Soul. Hedonismo, freakismo, actitud, sonidos frescos… con la ventaja en su caso de llegar a audiencias más que respetables (¡así se hacen las revoluciones!). Timbaland en esta ocasión se sale por los cuatro costados, con unas bases llenas de música nueva. No se las pierdan; es la mejor música electrónica escuchada este año. ¡Aunque esto también es un sacrilegio, pues es inaceptable incorporar la electrónica al hip hop!

Un gran álbum para disfrutar en familia. Sólo pedimos que nadie la copie por aquí… . Por cierto: una estética militar a lo Public Enemy en 1991 –Guerra del Golfo- se apodera de la imagen promocional del disco: ¿sabe algo de esto Chuck D?

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