Marc Jonson – Groova Tizmo! (Munster Records)
Marc Jonson fue un músico precoz, aunque eso no era raro en los 60. Estando en el instituto montó su primer grupo, y unos años después decidió intentar labrarse un futuro en el mundo de la música. Arrancó fuerte en 1972 con el magnífico Years (Vanguard), pero después desapareció durante dos décadas hasta que grabó su segundo LP, 12 In A Room, que editó y produjo él mismo en 1992. Ambos discos han sido reeditados en los últimos años por Munster Records, siguiendo con su impagable labor de arqueología musical.
Marc Jonson también les sonará a los seguidores del talentoso Víctor Ramírez (Ramírez Exposure), con quien ha colaborado de distintas formas en los últimos años: Víctor grabó una canción suya, luego Jonson produjo uno de sus discos, giraron juntos y finalmente grabaron dos excelentes álbumes conjuntamente. En realidad era el mismo, Turning On The Century, dividido en dos volúmenes. Ramírez ha jugado una gran labor recuperando a un músico casi olvidado, consiguiendo que haya conseguido hacerse un nombre en nuestro país, en el que ha residido largas temporadas.
En 2024 ha visto la luz un disco con grabaciones inéditas de Marc Jonson, Groova Tizmo!, subtitulado Lost Cornelia Street Recordings 1979 – 2012. Se trata, efectivamente, de una recopilación de grabaciones caseras realizadas principalmente en su casa de Nueva York, aunque Jonson ha confesado que era capaz de grabar en cualquier sitio donde pudiese enchufar su cuatro pistas y tuviese una guitarra a mano. Víctor Ramírez escuchó una larga lista de ellas, y él mismo seleccionó las que aparecen en este volumen. Es de suponer que también ha realizado labor de producción sobre las mismas, porque temas como “The man who walks on air” o “The Moon”, impresionantes muestras del talento de Jonson para el pop sixties melódico y con sabor californiano, no parece desde luego una demo casera. “Show me your mercy” sí que lo parece, y es una pena que su autor la compusiera en una época en la que los derroteros musicales ya no iban por este tipo de baladas, entre el doo woop, los grupos de chicas y el pop soleado. El talento de Marc Jonson, no obstante, da para navegar con soltura entre estilos: ahí está el instrumental que da título al álbum (y lo cierra), la impresionante belleza de “Ages of wonder” o la pizpireta “November paintbrush”.
Canciones como las mencionadas, o una “Honey boy” más desnuda y acústica que el resto, son ejemplos de la capacidad de Jonson para crear melodías memorables. Toda una oda a una época y unos referentes, los de Jonson (de Love a Cohen, de Phil Spector a los Beach Boys, de Dylan a Van Morrison), que no pasarán de moda mientras haya gente con sensibilidad, oído y amor por la belleza. Y si pasan de moda tampoco importa demasiado, siempre habrá gente como Ramírez o sellos como Munster que nos lo recordarán.