Beans + Prefuse 73 – La Boîte (Barcelona)

Portentoso y sorpresivo cartel el de la noche del viernes santo en La Boîte, un pequeño club que últimamente está abriendo su oferta a insospechadas joyas. Lo conformaban, ni más ni menos, que Beans, MC y productor de los disueltos Anti Pop Consortium, y Prefuse 73. Ambos militan en el sello Warp, amén de que practicar unas músicas muy alejadas entre sí, pero que vienen a demostrar que los límites no existen en el seno de hip hop.

Género este que, en manos del inglés Prefuse 73, deviene algo bizarro y distorsionado, por poco visto sobretodo. Moog y laptop en mano, sus ritmos obsesivos y triangulares se mezclan con el scracth y los cortes mezclados de voces hip hop. Ayudado por DJ 2D2 para ello, Prefuse 73 sorprendió menos que la primera vez que le vimos, aunque queda claro que su búsqueda del jazz es evidente. Toca los instrumentos, crea la música en directo con sus manos, y lo hace con la idea de fabricar una atmósfera libre, como un Ornette Coleman contemporáneo. Estructuras bailables, a la manera del hip hop (moviendo el cuello), pese a lo aparatoso del invento.

Pero todo quedó en segundo plano, en cuanto de las brumas del pequeño club surgió Beans, un auténtico poeta de vanguardia. Le acompañaba, tan sólo, un discman, desde el que disparaba a su antojo unas bases (¡y qué bases!) previamente elaboradas. Alternó versos accapella con pasajes en los que dejaba sonar la música (revolucionaria, genial y fresca), amén de demostrar un importante trabajo de presencia escénica individual. Incisivo y sarcástico en su mensaje (como en la época de APC) el paradigma de la libertad expresiva tiene en él a su mejor guardián. No le hacen falta Dj’s puesto que todo lo lleva grabado y se trata de un material autosuficiente (no faltó una burla dirigida a la figura del (mal) DJ-salvapatrias).

Como en un café de poetas neoyorkinos, Beans hizo suyo el escenario. Completamente sólo, pero no por ello cohibido, convirtió el micrófono en una arma poderosa que, cuando se combinaba con las bases más catárquicas, devino en un juguete en manos de un espectáculo de gestos y movimientos frenéticos y cortantes. Fácil sería identificarle, por sus solos, con un Gil-Scott Heron; pero su radical crítica a la destrucción que las drogas –cualquiera de ellas: crack, avaricia o capitalismo- causan en las personas, imposibilita la comparación. Beans es menos poético, en el sentido romántico-descriptivo, que el gran Heron. Porque el de Nueva York le pone poesía al caos, y experimenta con las palabras para hallar caminos que expliquen el actual (des)orden mundial. Podríamos compararlo, pues, con Chuck D o con alguno de los MC’s políticos clásicos; pero Beans no es tan ortodoxo: busca otra cosa y la halla.

Tomorrow, Right Now, su nuevo álbum, es toda una aventura escénica que, en el fondo, supone una reducción de APC a la mínima expresión y descentraliza el poder de aquél grupo. Priest y M.Sayid esperan prestos su turno. ¡Freek the Beat! (En un viernes no tan santo).

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