Best Coast – California Nights (Harvest)

Para presentar su tercer trabajo en largo, Bethany Cosentino  decidió jugar al despiste y lanzar un single denso y arrimado al terreno de la psicodelia como fue «California Nights», tema que da título al disco y que hacía prever un cierto viraje hacia terrenos menos directos pero igualmente interesantes. Nacido de los episodios de insomnio sufridos por la cantante que se tradujeron en ráfagas de inspiración aprovechando la quietud de las noches californianas, el single convenció y sirvió como maniobra para llevarnos a elucubrar sobre un nuevo posible horizonte compositivo para el dúo angelino.

Nada más lejos de la realidad, pues bastan diez segundos de la inicial «Feeling Ok», con esa línea de guitarra tan cristalina, para volver a encontrarnos con los Best Coast más reconocibles. Esto es, los que rinden mejor cuando trabajan melodías pop y las bañan en distorsión cabalgando por senderos rock de lo más tradicional. Nuestra protagonista  ha dejado atrás los episodios de ansiedad, el aire apocado y bucólico del irregular The Only Place (12) y se muestra plenamente feliz, algo que demuestra en unas letras sin dobles lecturas, directas al hipotálamo de las relaciones plenas y verdaderas como la que mantiene desde hace tiempo con el líder de Wavves, Nathan Williams.

No faltan los himnos para entonar puño en alto, entre los que puntúan la citada «Feeling Ok», «Fine Without You», el segundo single «Heaven Sent»  o la nuevaolera  «When Will I Change», concentradas no por casualidad en una primera mitad del álbum que no deja respiro y que son momentos todos ellos en los que recuperan el «mojo» de aquel notable debut Crazy For You (10) aprovechando la ola de inspiración mostrada en el EP Fade Away (13).

El contrapunto a dichos momentos ganadores lo ponen varios medios tiempos que se antojan nacidos para sonar en radiofórmulas («So Unaware», «Sleep Won´t Ever Come») en los que rebajan la intensidad (y la puntería) demostrando su versatilidad para captar nuevos oyentes en busca de sonidos familiares y más convencionales. Como se puede adivinar, no es momento de afrontar riesgos innecesarios y es que, tras su fugaz encuentro con su adorado Rivers Cuomo en la juguetona «Go Away» y su gira acompañando a Green Day, todo parece abocado a un desenlace mano a mano con el arena rock. Por suerte, el cierre con la mágica «Wasted Time» (nuevo guiño a terrenos más ensoñadores) deja una nueva puerta abierta a un prometedor universo por explorar.

Wally Gagel toma el relevo de Jon Brion a la producción poniendo a su disposición unos lujosos recursos que prestó ya antes a nombres como New Order,  Muse o Miley Cyrus (!). Con tales precedentes esto sólo se podía traducir en un sonido limpio y aseado, en el que todo está en su sitio y que deja mínimo margen para una suciedad del todo controlada.

Cosentino está viviendo su sueño y no seremos nosotros quienes vayamos a despertarla de él. California Nights (15) es un disco irregular pero con momentos que justifican su existencia y que debería servir de llave para aprovechar una oportunidad que quizás no vuelva a llamar a su puerta.

 

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