Bloomington

¿Internet? Nos parece bien. Componemos canciones para que la gente las escuche no para hacernos ricos.

– “Kill The Rock Stars We Were” es un disco largo y, por momentos, denso e inquietante. ¿Está hecho de manera intencionada?

Es un disco compuesto de manera global. El primer disco fue una recopilación de canciones compuestas en muchos años y se podía notar cierta falta de coherencia en algunos momentos. Este disco fue concebido desde el principio como un todo.

Las canciones fueron naciendo de manera individual pero, desde el principio, siguiendo un guión. Es decir, antes de componer el disco ya sabíamos qué es lo que queríamos hacer exactamente. Este planteamiento no era otro que el tratar de hacerlo todo con exceso.

Desde el principio queríamos hacer un disco largo, ambicioso y excesivo en todos los aspectos. Aún siendo conscientes de que corríamos el riesgo de equivocarnos en algunas ocasiones, pero sabiendo también que las posibilidades de encontrar algo original y excitante se ampliaban mucho.

– Mientras que «The Magic Bullet Theory» sonaba más uniforme, en este “Kill The Rock Stars We Were” os decantáis por los polos, por los extremos, en cuanto a duración de los temas, estructuras, sonidos… sin que eso afecte globalmente al disco. ¿Cómo se consigue eso con canciones tan diferentes entre sí?

La composición del disco fue muy complicada porque queríamos lograr precisamente eso: que hubiera momentos muy distintos con cada una de las canciones, pero, al mismo tiempo, teníamos que conseguir que sonaran todas de una manera homogénea. Por eso pensamos mucho el orden de las canciones y fuimos componiendo temas que guardaran una cierta relación con la que le seguía.

Además, al ser canciones compuestas en un breve espacio de tiempo, las letras tienen mucha más relación entre ellas que en el primer disco, donde se recogían canciones de un período mucho más largo. Creemos que las letras también ayudan a que el disco sea mucho más homogéneo dentro de lo variado que es.

Sin olvidar, por supuesto, el excelente trabajo de Xavi Navarro que terminó de concretar el sonido general de todo el álbum.

– Mata a las estrellas del rock que fuimos. ¿Declaración de principios?

En cierta manera, sí. Después de la publicación de nuestro primer lp nos dimos cuenta de que nos habíamos equivocado a la hora de enfocar aquel trabajo. Nos equivocamos a la hora de elegir las canciones, al elegir al productor y la manera de distribuirlo. Nos equivocamos porque pecamos de ingenuos al confiar en personas que nada tenían que ver con nuestra manera de ser.

Por ejemplo, durante la grabación del primer disco se nos decía que había que acortar las canciones para que las pusieran en la radio, que había que evitar las distorsiones y todas las cosas que se salieran del estándar. Todo con un planteamiento muy comercial, como si fuéramos a convertirnos en grandiosas estrellas del rock.

En aquellos momentos nuestra ingenuidad hizo que no supiéramos reaccionar a tiempo y que no pudiéramos cambiar el transcurso de aquella grabación. Con este título queremos dejar claro que asumimos todos los errores que cometimos en el pasado y, al mismo tiempo, nos pareció una manera maravillosa de pedir disculpas a todos nuestros seguidores.

– Por lo tanto, ¿dejamos atrás una etapa con este disco?

En líneas generales, Bloomington no ha cambiado. Para todos los que siguieron nuestras demos encontrarán muchas semejanzas con ellas en este segundo disco. Con respecto al primer disco sí hay un gran cambio. Este disco es mucho más personal, mucho más arriesgado y coherente. En él se puede encontrar la verdadera filosofía de Bloomington, que está, obviamente, muy alejada de “la música que suena por la radio”.

– ¿Tiene algo que ver con lo que decís el pájaro echando a volar de la portada?

Tiene mucho que ver. Con esa portada hemos querido recalcar la nueva situación de la banda. Con esa estupenda fotografía de Hernán Pacheco queremos reflejar el momento que atraviesa el grupo con este disco, que no es otro que un nuevo nacimiento.

– Definís vuestro sonido como indie-rock, pero parece obvia vuestra
influencia emo y hardcore. ¿Os sentís a gusto dentro de estas etiquetas?

Las etiquetas sirven para que todos podamos entendernos y si cumplen esa función nos parece bien que nos apliquen cualquiera de ellas. Muchos de los grupos que nos gustan están detrás de etiquetas como emo o hardcore y no nos molesta en absoluto que se nos meta en ese saco. De cualquier manera, siempre que no se utilicen en un tono peyorativo y excluyente y sirvan para que alguien se acerque a nuestra música, todas las etiquetas son bienvenidas.

– El primer single, «A quiet life with my wife», me parece una de las
mejores canciones de rock grabadas por estas tierras en los últimos tiempos.
¿Va a haber edición en formato single?

Existen posibilidades de que sea editado en single de vinilo en breve, pero aún no lo sabemos con seguridad. Aunque no podemos negar que nos haría mucha ilusión encontrarla en ese formato. Es un tema al que le tenemos mucho cariño porque nos costó mucho trabajo terminarlo. Estuvimos trabajando mucho tiempo con él y creemos que al final el resultado se acerca mucho a lo que nosotros imaginamos. Además, fue la primera canción que terminamos de mezclar del disco. Es, sin duda, la piedra angular del álbum.

– De todas formas, “Una vida tranquila con mi mujer” es un título extraño para lo que se supone que debe ser un disco de rock, ¿que más nos podéis contar del tema?

Es obvio que Bloomington no cree en la parafernalia rock de toda la vida, no cree en toda esa anticuada apología de la oscuridad y la tristeza que lleva este estilo musical como un estigma desde hace años. En la letra de la canción se habla sobre algo muy íntimo e importante: el remite de la carta de un amigo.

Este amigo se había marchado a vivir a un pequeño pueblo catalán después de casarse. A quiet life with my wife es un fragmento de una canción de Six By Seven y mi amigo lo colocó en el remite de la carta porque, además de que ese grupo nos encanta, en aquella carta me hablaba de lo maravillosa que era la vida tranquila que llevaba con su mujer, a pesar de estar lejos de casa, de los amigos y de todo lo que representan.

Creemos que es una historia con suficiente entidad como para hablar de ella en una canción de rock. Estamos en el 2003 y todos somos ya muy mayorcitos como para seguir con clichés rockeros.

– Este tema tiene además un video estupendo que viene incluido en el cd. Contadnos algo sobre el video… ¿tienen algún significado esas avestruces?

El video lo ha dirigido Pedro Burgos que es un director con muchas ideas y con un gusto exquisito para llevarlas a la práctica. En el video se juega con la idea de que los verdaderos amantes viven por encima de las cosas terrenas (pueden volar) y que los amantes desgraciados son aquellos que no pueden despegarse de las cosas superfluas que nos rodean (tienen los pies en el suelo). Por eso se utilizan los avestruces para describir a los amantes desgraciados, porque son unas aves que pueden correr muy rápido pero no pueden volar.

– Sigamos hablando de las letras. ¿En este disco están mucho más trabajadas o es una sensación mía? Parecen tener en común cosas como el paso del tiempo, Texas,…

Están igual de trabajadas que las anteriores, aunque al estar compuestas en un espacio corto de tiempo poseen mayor coherencia entre ellas. Se repiten ciertas palabras en muchas canciones y están compuestas de una manera lineal, casi se pueden escuchar como si fuera una historia completa.

Entre los temas que se repiten está el paso del tiempo entendido como la pérdida de la inocencia y todo lo que ello conlleva. Nuestra situación personal ha cambiado mucho con el paso de los años y ya no somos los adolescentes que comenzamos a componer canciones hace nueve años. De todo ello se reflexiona en las canciones.

En cuanto a Texas, empezamos a recurrir a ella de manera inconsciente en el primer disco y ahora hemos querido continuar con todo lo que simboliza. Quizá nos es cercana porque es un estado del que han surgido centenares de grupos que nos gustan y que, en cierta manera, por su gran extensión y por el abandono en el que se encuentra nos recuerda a Extremadura. Al mismo tiempo, el nombre de Texas viene de una palabra de los antiguos habitantes de aquel lugar que significa “amistad” y ese es otro gran tema del disco.

– Dicen que si un músico meses después de editar un disco no pensara en cambiar nada de él es que algo no funciona… Dos meses después de la edición, ¿qué mejoraríais del disco?

El problema de los discos es que el proceso desde que se tiene la idea de la canción hasta que ésta llega al público suele ser bastante largo. Las personas evolucionan y, por lo tanto, en el momento presente harías de manera diferente cosas que hiciste antes, simplemente porque ya no eres la misma persona.

Cuando compusimos el disco atravesábamos un momento complicado. Comenzamos a trabajar en él justo después de grabar “The Magic Bullet Theory” y estábamos complemente disgustados con la imagen distorsionada que ese disco daba de nosotros.

Además, la salida del primer disco no se entendió demasiado bien y muchos nos acusaron de haberlo grabado así de forma premeditada. De este modo, compusimos “Kill The Rock Stars We Were” como nos sentíamos en aquel momento: completamente rabiosos. Así, aunque ahora ya no nos sintamos de aquella manera, no cambiaríamos nada del disco porque refleja perfectamente aquella situación y todos los errores y excesos que contiene el álbum le aportan una intensidad especial e irrepetible. A pesar de que somos conscientes de que se podrían mejorar muchas cosas.

– Por lo que decís, da la impresión de que estáis muy orgullosos del disco.

Sí. Estamos muy orgullosos de él, porque gracias a “Kill The Rock Stars We Were” hemos recuperado nuestro buen nombre. Este disco se podrá entender o no, podrá gustar o podrá no gustar, pero es nuestro disco, son nuestras canciones. Este disco es Bloomington en estado puro, con todos nuestros defectos y con todas nuestras virtudes.

– Siguiendo con eso que decís, siempre se ha comentado que Bloomington era un grupo de directo. Cuando decís que este disco es Bloomington en estado puro, ¿os referís a que este disco hace justicia al sonido en directo del grupo?.

En cierto modo, sí. Porque en la grabación de este disco se ha respetado escrupulosamente el sonido de la banda y, por lo tanto, se acerca mucho a lo que somos en directo. Esa es la explicación a que suene de manera tan real. Como hemos comentado antes no sucedió lo mismo en la grabación de “The Magic Bullet Theory” y, por eso se produjo toda aquella confusión, porque aquel disco se alejaba muchísimo de lo que somos en directo.

– Entonces, ¿qué tal ha sido trabajar con Xavi Navarro? ¿Qué diferencias ha habido respecto a la grabación del primero?

La relación con Xavi Navarro ha sido estupenda. Es un gran profesional con unos conocimientos increíbles en todo lo referente a sonido. Nos ha enseñado miles de cosas sobre cómo mejorar nuestra forma de tocar y sonar: amplificadores, equalizaciones, efectos, maneras de enfocar una canción. Además, tiene una cultura musical enciclopédica y siempre está abierto a todas las cosas que tú puedas aportar, porque es consciente de que el disco es del grupo, no del productor. Graba de una manera analógica y no le gusta desvirtuar el sonido con efectos que no aporten nada al desarrollo de la canción.

– Hemos leído críticas vuestras en Italia, Alemania, Inglaterra… ¿proyección internacional? ¿Habrá gira europea? ¿Se está distribuyendo el disco fuera de España?

Tenemos claro que nuestra música puede ser escuchada en todo el mundo, y, de hecho, desde hace tiempo mantenemos contacto con gente de muchos países. Estamos perfilando la distribución del disco en Europa, Australia, México y Estados Unidos y las cosas van por buen camino. Hemos llegado a acuerdos con diversas distribuidoras y el disco dentro de poco podrá comprarse en cualquier lugar del mundo. Respecto a la gira europea es una idea que nos ronda por la cabeza y que nos hace mucha ilusión. Tenemos buenos contactos en toda Europa y hay posibilidad de que en el verano del 2004 hagamos unas cuantas fechas por el viejo continente.

– ¿Cómo contactasteis con Aloud Music?

Aloud Music nació de la unión de Indie-rock action, la compañía que formamos para editar nuestro primer disco, y producciones MZK, nuestra agencia de management. Llegamos a la conclusión de que nadie podría gestionar mejor nuestra música que nosotros mismos. Aunque Aloud Music es un proyecto mucho más ambicioso, que va más allá de editar los discos de Bloomington.

– La idea de meter Mp3 en una pista multimedia es realmente original. ¿Cómo
se os ocurrió? ¿Esas diez canciones reflejan lo que fueron Bloomington? ¿Os
seguís identificando con esas canciones?

Fue una idea de nuestros managers, y a nosotros nos pareció una idea maravillosa. Esas canciones reflejan más o menos lo que ha sido el camino de Bloomington en todos estos años. Son canciones a las que tenemos mucho cariño y que significan mucho para nosotros, pero, indudablemente, hay que escucharlas pensando en el momento en el que fueron compuestas y, sobre todo, pensando en que no son más que maquetas, esto es, proyectos de canciones que, en su mayoría, nunca llegaron a terminarse.

– Vosotros habéis defendido siempre Internet como medio de distribución. Ahora que tenéis sello, distribuidora y las cosas parecen ir bien, ¿que os parece que vuestros temas ya estén rulando por el Soulseek o el Kazaa?

Nos parece bien. Componemos canciones para que la gente las escuche no para hacernos ricos con ellas. Cuántas más personas las escuchen, mejor. Por otra parte, como sabemos esto, queremos cuidar nuestros discos para que él que decida comprarlo tenga algo más que las canciones, pues éstas se pueden conseguir en la red. Por eso, siempre intentaremos ofrecer un diseño atractivo junto con muchos extras: videos, webs ocultas, letras, fotografías… para que la persona que compre el disco tenga algo más por su dinero. De cualquier manera, todos sabemos que el mp3 no suena igual que un cd original, pierde mucha calidad porque los discos ahora están muy comprimidos. De esta manera, todos los que amamos la música seguiremos comprando discos originales. Siempre, por supuesto, que no estén a precios desorbitados.

– Habéis compartido escenario con Standstill, Stoned Fish, Tuesday Afternoon, Half Foot Outside,… ¿cómo veis la escena del rock en nuestro país?

La escena del rock nacional está en un buen momento. Hay buenos discos, pocas pero buenas revistas, mucha gente implicada y mucha creatividad. Podría estar mejor, eso es indudable, pero escuchando los trabajos de los grupos que mencionas podemos decir que el nivel es más que aceptable. De cualquier manera, nos encantaría que la gente dejara de mirar el lugar de nacimiento de los miembros de los grupos y se dedicara a disfrutar de la música que componen. Sería un rasgo de madurez que nos vendría a todos estupendamente.

– ¿Cuáles son los planes de futuro para el grupo? ¿EP, LP? ¿Gira?

Estamos componiendo canciones para el tercer lp, que aún no sabemos cuándo grabaremos. Aunque, a lo mejor, grabamos antes algunas canciones en formato ep para regalar en los conciertos de la gira de primavera. Todo está en el aire en estos momentos, lo único seguro es que seguiremos hasta el verano haciendo gira de presentación de “Kill the rock Stars we were”.

– Alguna cosa más para terminar.

Sí. Take care of your children.

Deja una respuesta