Ecopop 2012 – Candeleda (Ávila)

Después de sortear las zancadillas inherentes a los tiempos que corren, la organización del Ecopop pudo, por fin, disponer de nuevo recinto y localidad para poder hacer el festival, muy cerca de los pueblos donde se celebraba antes, El Hornillo y Arenas de San Pedro. Eso sí, no sin tener que hacer un guiño a otro tipo de público que poco o nada tiene que ver con el espíritu primigenio del festival, al tener que incluir en el cartel al Dj Electrolatino Juan Magán, por petición expresa del ayuntamiento de Candeleda, propiciando así situaciones cómicas y estampas poco menos que surrealistas; como la multitud de adolescentes fans del Dj esperando sitio en primera fila y a las puertas del recinto sin saber quien eran los otros artistas, o las tres jóvenes recién salidas de la peluquería que al verme con la acreditación de prensa me dijeron que les parecía muy mal que se hubiera programado a Juan Magán con esos grupos y que lo escribiera en mi medio, sin saber ellas (ajenas a todo lo que hay detrás de la organización de un festival así) que era justo lo contrario.

Sea como fuere la cosa no paso de ahí, y al final (casi) todo el mundo quedó contento, los fans del Dj Reggaeton, perdón, electrolatino y la audiencia habitual del Ecopop.
A Jero Romero y su banda le tocaba abrir la noche del viernes 17 el festival, con una afluencia de público notable a pesar de ser el primer día y primer artista y con fans venidos de su tierra (Toledo) arropándole y cantando sus canciones. La fidelidad del los admiradores de Jero ya quedó patente cuando se lanzó la campaña, a través de la plataforma Verkami, para financiar su disco en solitario (Cabeza de León)  y en pocos días consiguió más del  importe total para grabarlo. Es imposible no acordarse de los Sunday Drivers y comparar su sonido al verle en directo, quizás con un estilo más personal e intimista. Observaciones mías aparte, el directo del Toledano y los suyos es de los que no pasan en balde por el escenario, no es de extrañar, se rodea de lo mejor; por allí estaban, entre otros, Nacho Cooper a la batería y Charlie García, entre otros.

Llegaba la hora de unos grandes de la historia del Pop patrio, los granadinos Niños Mutantes, el cuarteto que se ha pateado miles de escenarios hasta llegar donde están, sin que ello haga mella ni en su forma de afrontar sus directos ni en su relación con los fans. Salvando algunos problemas iniciales de sonido, los granadinos fueron los encargados de elevar la temperatura del festival unos cuantos grados por encima de lo normal, basando la mayoría del set en su último trabajo, Náufragos, sin olvidarse, eso sí, de otros clásicos de su repertorio habitual como: “Te favorece tanto estar callada”, “Errante” o “La Voz”, dedicada esta ultima a toda la gente que lo está pasando mal con la situación económica actual. ¿Es una sensación mía o con el tiempo los granadinos se están haciendo más contestatarios? En cualquier caso las canciones elegidas para los certeros comentarios de Juan Alberto venían que ni pintadas; “Caerán los Bancos” y “No puedo más contigo”.


Mientras tanto, a pocos metros del patio de instituto donde se celebraban los conciertos, se estaba desatando un incendio, provocando la alarma lógica entre la gente de Candeleda (no es de extrañar con el año que llevamos) y la presencia de varios coches de bomberos y efectivos de la Guardia Civil. Afortunadamente se controló bastante rápido y se quedo en anécdota.
Incendio juvenil casi adolescente el que provocaba entre las féminas de las primeras filas el guitarrista y cantante José Chino a la cabeza de su grupo Supersubmarina. En unos escasos cinco años de existencia con dos discos de larga duración  y algunos E.Ps, los de Jaén han logrado hacerse un hueco más que notable en la escena nacional, no es de extrañar la práctica totalidad del repertorio que despliegan en directo suele funcionar bastante bien, lo demostraron con temas como: “Para dormir cuando no estés”, “Tecnicolor”, “Hermética” o “Cientocero”.

Como no era cuestión de que la noche acabara tan pronto, cuando nos quisimos dar cuenta ya estábamos bailando al ritmo de Pico y Pala Djs, para comenzar nada mejor que Triangulo de Amor Bizarro y ese himno generacional llamado “El Himno de la Bala”. Unos auténticos agitadores estos Pico y Pala, disfrazados de muñecos obreros de la construcción y sin parar de moverse por todo el escenario.
La suerte estaba echada y los que nos quedábamos por allí, artistas incluidos (Jero y algunos miembros de su banda y Los Niños Mutantes bailaron al ritmo de Vecinos Djs) sabíamos que no nos acostaríamos pronto, llegaba el turno de Vecinos Djs, otro dúo nacidos al calor del amor por la música que se despachan a gusto con éxitos, y otros no tanto, de ayer y de hoy para agitar corazones y piernas al unísono. Que Julio, le diera al “play”, bajo la atenta mirada de Samuel y comenzaran a sonar The Postal Service era buena señal.

Llegábamos al sábado sanos y salvos con el rigor impuesto por las altas temperaturas y con casi una hora de retraso sobre los horarios anunciados, debidos a ciertos problemas técnicos que algún día explicarían Love of Lesbian a sus fans, o al menos eso dijo Jordi Roig a los pocos minutos de comenzar el concierto de los catalanes. Tercera vez que pisaban el escenario del Ecopop la banda de Santi Balmes y tercera vez que volvían a demostrar su poder de convocatoria,  a pesar de un trabajo a todas luces fallido como su último disco; La Noche Eterna. Los días no vividos, en el que basaron la práctica totalidad de la primera hora de concierto, a pesar de no despertar, o al menos eso me pareció a mí, mucha pasión entre el grueso de los congregados.

El concierto de Love of Lesbian fue de menos a más y en los últimos cuarenta minutos fue cuando el grupo comenzó a funcionar, con temas de su anterior trabajo (lo que atestigua que su último disco es una soberana piedra) entre los que no pudo faltar (obvio) “Club de fans de John Boy”, ya casi al finalizar Santi Balmes rompió una lanza a favor del desmelene en la vida aduciendo a la falta de dignidad como compañera del día a día, mientras se hacía acompañar de una capa fabricada con sujetadores, sí; con sujetadores. Quizás Love of Lesbian hayan tocado techo o fondo, depende de cómo se mire, quizás se hayan convertido en un grupo para fans, de los que no saben reconocer un concierto (en líneas generales) aburrido, quizás yo sea demasiado critico y los fans se quedaran con esos cuarenta últimos minutos en la retina y en su recuerdo y eso, al final, es lo que importa, sí, eso es.

Antes pudimos disfrutar de lo que para un servidor fue la grata sorpresa del festival, una banda a la que, reconozco, no había prestado mucha atención a pesar de los consejos; Ruidoblanco. El quinteto barcelonés gana enteros en directo y los arreglos que las canciones tienen en su primer disco; Midiendo el tiempo con Canciones, se disipan en beneficio de un sonido más crudo y vital muy bien llevado por la voz Salva y esas guitarras, a veces, hirientes, efectivamente acolchadas por el elegante teclado de Cris. Encantadores.

El Ecopop había tocado a su fin, porque lo que venía a continuación no era, ni de lejos, lo que el público del Ecopop hubiera esperado como final de fiesta, pero estos tiempos que vivimos son así. Por último sólo me queda romper una lanza a favor de Pablo Garcia y de la organización, que han sabido remar en contra para salvar otra edición del Ecopop, el año que viene (esperamos) más.

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