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Exhorder + Rise (Sala Revi) Madrid 14/04/25

El pasado domingo en la Sala Revi de Madrid, último reducto de los sonidos más extremos y underground, los norteamericanos Exhorder aterrizaban con su seminal groove metal. La promotora ITP Promotions era la culpable de esta gira por nuestro país, en otra de esas jugadas arriesgadas en las que nunca se sabe si vas a recuperar pasta, o a perderla, pero al menos en Madrid, la respuesta del público ante esta leyenda casi de culto fue positiva.

Antes pudimos disfrutar de Rise, cuarteto madrileño con Thrash ochentero bien inyectado en sus venas. Desde Hortaleza con amor, riffs cortantes y letras más, si cabe, con el mensaje más que claro y muy reivindicativas. Los que crecieron con: Flotsam & Jetsam, Testament, o Anthrax, aquí van a encontrar lo suyo.

Su propuesta suena algo mimética, pero no creo que a ellos les importe lo más mínimo, se agradece su actitud sin complejos; tralla ochentera, sudor, y ni una concesión al postureo. Final apoteósico no exento de sentido del humor – algo a veces muy echado de menos en depende de qué escenas – con reparto de estacas de plástico para propinarse golpes entre un público invitado a un circle pit de risas.

Con una sala Revi bien poblada – sin llegar al sold out, pero con presencia de fans veteranos y sangre nueva – Exhorder arrancaban fuerte y sin rodeos, mezclando clásicos que siguen sonando como un puñetazo y sustentados en un sonido contundente y claro, como acostumbra la Revi, siempre con el estandarte de profesionalidad bien presente en ese sentido.

Ese hito básico de su repertorio, llamado “Slaughter in the Vatican” vino a demostrar que, aunque renovados en sus miembros, Exhorder conservan el alma del pantano. Kyle Thomas, vocalista y único miembro original, demostró que sigue siendo el alma de la fiesta groove. Su voz, rasgada y con ese deje sureño cargado de mala leche, no ha perdido pegada y se mostró a gusto sobre las tablas (y fuera de ellas, sacándose foto con los fans, o en el puesto del merchandising) y comunicativo, esto último quizás de más.

Junto a él, la novedad más jugosa es Pat O’Brien, exguitarrista de Cannibal Corpse, resucitado del infierno personal tras algunas peripecias con la ley, que no voy a comentar, que esto no va de “salseo”. ¿El resultado? El tipo sigue tocando como si tuviese fuego en las manos. ¿Redención a base de guitarrazos? Puede, pero lo que es seguro es que, le da la solidez de un bulldozer al directo de la banda de Nueva Orleans.

Hubo momentazos como: “Unforgiven”, “Legions of Death” y “Exhorder” (sí, la canción homónima de la banda homónima, a lo Bad Company haciendo de Bad Company en un disco de Bad Company) fueron recibidas con conatos de pogo, sudor y cuernos al aire. También cayeron temas más recientes como “Year of the Goat” o “Forever and Beyond Despair”, que, aunque no tengan el impacto de los himnos noventeros, demostraron que los sureños no quieren vivir de la nostalgia.

Un buen concierto que, podría haber sido mucho mejor si el ritmo hubiera mantenido la tensión, sin tantas paradas ni presentaciones. Para mí las “misas oscuras metálicas” piden continuidad sin tregua. Y se echó de menos ese “efecto locomotora” tipo Ramones. El groove no debería tener freno de mano, pero – por otra parte – se nota que Kyle Thomas se muestra seguro sobre el escenario y toca como si lo estuviera haciendo para colegas, algo mucha gente agradecerá, sin duda. Disquisiciones propias aparte, Exhorder demostraron por qué el hecho de que se les considere una leyenda, que influenció a bandas como: Lamb of God, Machine Head, o White Zombie, no es gratuito.

Fotos Exhorder + Rise: Fernando del Río

 

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