Festival Sonorama 2002 – Campo de fútbol Virgen de las Viñas (Aranda de Duero)

Después de la asistencia al FIB, nos fuimos a Sonorama, en Aranda de Duero, una bonita localidad burgalesa.

El cartel es bastante atrayente y además es el último festival veraniego, para éste que escribe por lo menos.

Comienza el festival el viernes 23 con Ellos. Mal empezamos. Guille y Santi (con sus acompañantes), aparecen en el escenario más de una hora más tarde. Y el caso es que el sonido de la primera canción es totalmente deficiente, ya que a Guille no se le escucha nada de nada. Por culpa de su retraso en la actuación, sólo podemos quedarnos con la interpretación de cuatro temas. El concierto más breve que he asistido en mi vida. Una verdadera pena.

El siguiente en salir al escenario es el rapero cubano Nilo MC. Viene precedido de un gran éxito en festivales como Festimad o Festival do Norte. El rap es una música que hace saltar al público, que anima bastante para no estar quieto, …pero más de una hora es un poco empalagoso. Por eso, estuvo bien. Una horita para disfrutar de este estilo, y además de la mano de un rapero que ya está dando mucho que hablar.

Y del rap pasamos al metal, porque esto es lo que hacen Lagartija Nick. Si alguien pensaba que por el hecho del traspaso de Eric, ex – batería de Lagartija Nick a Los Planetas, éstos dos grupos guardan similitudes musicales, … se equivoca totalmente. Lagartija Nick hace una música muy transgresora, cayendo en sonidos de metaly dejando al rock en un escalón paralelo al pop. Realmente muy cañeros.

A estas alturas llevábamos estilos musicales para todos los gustos.

Aquí fue donde ocurrió la anécdota de la noche. Después de Lagartija Nick deberían saltar al escenario Sidonie, pero no fue así. Hubo un cambio en la programación, y los que así lo hicieron fueron Rinôçérôse. Esto fue debido a un problemilla de salud de Patou, que según parece tenía problemas de cervicales o de espalda. Los de Montpellier son uno de los grupos grandes de música electrónica del momento, y su consagración definitiva la han tenido con el último trabajo, “Music Kills Me”. El directo que vimos en Sonorama fue muy semejante al que nos ofrecieron en el FIB. Por lo tanto: realmente increíbles. Sus voces distorsionadas y esos guitarreos, combinados con los sonidos electrónicos se te meten en los oídos y acabas bailando como un poseso.

Lo dicho, después de Rinôçérôse aparecerían a escena Sidonie. Los catalanes llevan una gira muy extensa, y deberían descansar un poco. Su directo es muy bueno, pero se les empieza a notar cansadillos; lógico, claro está. Ya pudimos escuchar un tema nuevo de su próximo disco. Muy buena pinta y con la fórmula de este trío que borda la psicodelia.

Llegaba el turno para los malagueños de Digital 21. El grupo de Miguel López preparaba una puesta en escena muy rompedora. Con monitores de televisión por todo el escenario, encendidos pero sin sintonizar, y con luces blancas e intermitentes durante su actuación, eran los más espectaculares para el público allí presente. Su comienzo fue realmente bueno, con una versión de Creep de los grandes Radiohead. Fue un concierto para bailar y alucinar con la mezcla de luces y sonidos tan electro – punk de este grupo.

Y acababa la noche con más baile, y para eso nos pasábamos a la Carpa Dance de la mano de Silicon Drums y Dj Soft. Simplemente: a bailarrrrr.

Nos despertábamos el sábado para ir a conocer las bodegas de Tierra de Aranda, una invitación de la organización a todos aquellos que tenían el abono de los dos días. Nosotros fuimos allí también y mereció la pena la visita. Las bodegas son algo que merece la pena visitar por su atractivo histórico. La pena es que se acabase el vino cuando fuimos nosotros… ¿La morcilla?, bien, gracias.

La jornada del sábado empezaba con Yoghourt Daze, con un grunge más bien rozando el heavy. Sin lugar a dudas podrían competir con Lagartija Nick en el trofeo al grupo más cañero del festival. No estuvieron mal, en su estilo, claro.

Después de estos madrileños, el turno era para el gran triunfador del festival, o así lo creo. Deluxe, el grupo formado por Xoel López, fue el gran aclamado por el público, y me atrevería a decir que uno de los más bailados.
Es sin duda el grupo de más forma del panorama nacional. Sidonie llevan tantos conciertos este año como Deluxe, pero es que los gallegos son incombustibles. El cansancio parece que no existe en el diccionario de Xoel, y eso que era su tercer concierto en esta semana (jueves en O Grove y viernes en Esgos). ¡¡Impresionante!!. Está convirtiéndose en un grande, y a pasos agigantados. Si este chico hubiese nacido en Manchester (con todos mis respetos a A Coruña, eh), otro gallo cantaría….

Hoy sábado, la puntualidad y la rigidez horaria de la programación eran la nota positiva. Esto era muy bueno, después del gran retraso de los conciertos del día anterior.

Tocaba el turno de los mexicanos Volován. Con una buena promoción en nuestro país, este cuarteto se va haciendo un huequito en España, y eso se va notando porque el público ya va cantando y coreando las canciones de éste su primer disco, que lleva por título también Volován. Era la segunda vez que los veía en directo, la primera fue en el Festival do Norte (del cual podéis ver también la crónica), y noté el cambio de popularidad ya en este segundo festival. Además también estuvieron en el Festimad, y poco a poco eso hace que vayan siendo conocidos. Sin lugar a dudas su tema “Ella Es Azul” fue la gran triunfadora de su recital, junto con una versión de The Strokes (de los que fueron teloneros en EEUU).

Y sobre las 00:15 (ya digo que la rigidez horaria era exquisita) era la ocasión de ver un híbrido entre Calamaro y Rot: Andy Chango. Lo de Sidonie es psicodelia, pero lo de este argentino afincado en España es ida de olla total. Andy Chango es un showman, y él sabe que si utiliza el recurso de hablar sobre drogas, alcohol, sexo o meterse con el gobierno, el público se lo va a agradecer, y le va a reír sus gracias. Pues eso fue lo que ocurrió. Musicalmente no fue el mejor (de eso no hay duda), pero sus gracias hicieron pasar un rato más club de la comedia que festival de música. Cada uno utiliza sus armas, pero recordemos que venimos a escuchar música,… si quiero comedia me pongo el plus los domingos por la noche.

Después de Andy Chango, ocasión para escuchar a Fangoria. Alaska, Nacho, Spanky y compañía hicieron lo mejor que saben hacer: deleitar a todo el auditorio. No faltaron ninguno de sus temas más conocidos. Una nota: pensaba que podrían darle un toque sentimental a la figura del gran Carlos Berlanga, con alguna reminiscencia, pero no fueron ellos y sí Volován quienes interpretaron un tema del gran compositor.
Es increíble el comienzo de Fangoria con “Electricistas”: un comienzo muy fuerte y muy marchoso. Después “No Sé Qué Me Das”, “Amo El Peligro”, “Hombres”, “Eternamente Inocente”, etc… hacen bailar a la gente y animan muchísimo a todos.

Y seguimos bailando, pues ahora vienen Telephunken. El año pasado estuvieron, pero en la carpa. Y es que Telephunken se merecían estar en el Sonorama en el escenario grande. Con unos ritmos grabados, un bajo y una batería se puede hacer que la gente disfrute, y a su vez, realizar buena música. Y este trío así lo hace. Después de su buena actuación en el FIB (¿por qué tuvieron que coincidir con Los Planetas?), en Sonorama estuvieron a la altura que se espera de ellos. Es un grupo en progresión.

Y acabó la noche con Peter Pang y Dj Micro.Com. Es decir, más baile para terminar.

¡¡Qué llegue el próximo año!!.

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