Francis of Delirium (Maravillas – Sound Isidro) Madrid 16/04/24
Uno de los principales empeños -y gratificaciones- que existen para cualquier amante infatigable y curioso de la música es encontrar nuevas sensaciones que puedan agitarnos por dentro en una vida en la que, por imperativo existencial, cada vez ocurren menos cosas, y las que ocurren, pocas veces pasan de mero sucedáneo.
Es por ello que haber conocido a Francis of Delirium y expandir su tremendo universo musical es toda una alegría para quien les escribe. Su jovencísima artista y alma máter, Jana Bahrich, cuenta con sólo 21 años y, si tenemos en cuenta que sus primeras composiciones datan de 2020, no es difícil caer rendidos a su exhibición de talento y sensibilidad.
Fue el pasado año cuando tuve la fortuna de conocerles a través de una canción sobrenatural que formará parte ya de mi imaginario ventricular de manera inevitable hasta que me muera, “Real Love”, imposible hacerle justicia mediante palabras para describir su delicada belleza sobrecogedora.
Desde entonces, quedé muy a la espera de que todo ello se plasmara en un primer disco largo, Lighthouse (24), que ha visto recientemente la luz y que, sin llegar a semejantes cotas de excelencia, no dudaremos en considerar como uno de los puntos álgidos del presente ejercicio.
Tocaba ver cómo las gastaban en directo Francis of Delirium y, afortunadamente, hemos tenido la suerte de que los jóvenes músicos de Luxemburgo se embarcaran en una gira europea que ha tenido cuatro paradas en nuestro país. Este pasado martes hacían la última de ellas en la capital, en la mítica y siempre bienvenida Sala Maravillas dentro del ciclo de conciertos del Sound Isidro 2024.
Me enteré de pura chiripa de que venían por estos lares antes de ser anunciados en el cartel itinerante del evento y no dudé en congratularme por una de esas llegadas de puntillas que sabemos, sin embargo, causarán socavones por dentro. Una discreta entrada, como no puede ser de otra manera en fenómenos aún por descubrir, si es que existe justicia en este mundo (iluso de mí), se presentaba entusiasmada cuando subieron al escenario los tres protagonistas.
Como casi siempre mágicamente ocurre, toda banda que se presenta en formato de power trío, suele dar sopas con ondas a nivel sónico a otras que congregan numerosos músicos en un escenario para sonar infinitamente menos rotundos o sutiles dependiendo lo que demande cada canción.
Y desde luego que con Francis of Delirium se cumplió de nuevo la premisa. Aupados por una presencia plagada de desparpajo, seguridad y transmisión por parte de su frontwoman, su coctelera policromática, con unas dosis de ingredientes perfectamente atinada, mezcla sonoridades que van desde el midwest emo hasta el dream pop, pasando por el grunge o el folk más etéreo.
Un sonido limpio, musculado y a la vez sedoso, controlado por un nervio siempre despierto y transmisor a las seis cuerdas, nos llevó por pasajes trepidantes desde muy pronto con su, quizás, tema más reconocible “Blue tuesday”, pasando por la ya mencionada e inmortal “Real love” hasta llegar a un último tramo de la velada extraordinario, el que se inició con “Who you are”, siguió con “First touch” y culminó con una épica dupla expansiva y directa a nuestras entrañas con la conjunción de “Something’s changed” y “Give it back to me”, dos de sus canciones más memorables, siendo coreada por toda la audiencia esta última en un momento precioso.
El desarrollo de la velada no decayó en ningún momento y por allí desfilaron ecos debandas como Belly, Sleater Kinney, Nirvana o hasta de los The Joy Formidable que lucía yo en mi camiseta. Una herencia 90’s clara y perfectamente asimilada, huyendo como de la peste del sonido chicloso de estribillos huecos que encontramos en la mayoría de bandas de rock alternativo que pueblan la escena actual.
Como regalo, el agradecido trío regresó al escenario para rescatar uno de sus temas más primerizos y desatados, “Quit Fucking Around”, que nos hizo irnos de allí dando botes y sonriendo un martes cualquiera de nuestras vidas. Casi nada a estas alturas.