Jack Daniel´s Music Day – Madrid Arena (Casa de Campo) (Madrid)

Tras haber celebrado su primera edición el año pasado en Barcelona, el Jack Daniel´s Music Day llegaba este a Madrid, concretamente al Madrid Arena, el pabellón multiusos del recinto de la Casa de Campo, con una doble apuesta: la combinación de grupos musicales y Djs, y aunque a nivel de venta de entradas fue un éxito según la Organización, al agotarse estas horas antes y participar más de 5.000 personas en el evento, hay que aclarar que el espectro (y los intereses) de la gente que acudió fue tan variado que nunca hubo esa sensación de lleno total, más bien hubo un “flujo” discontinuo de personas a lo largo de la tarde-noche, desde los únicamente interesados en determinados grupos hasta los exclusivamente interesados en los Djs nocturnos.
Abrieron la tarde los casi desconocidos Salla and the Strange Sounds y en aquellos momentos, los presentes en el recinto no éramos más allá de dos docenas de espectadores;  un grupo nacional novel que publican este próximo mes de Mayo su disco de debut, It´s alive, con un sonido demasiado genérico y reconocible, aún por pulir y que ni si quiera lograron atraer a más gente a pesar de que una agencia de noticias había distribuido en diversos medio una nota de prensa sobre el Festival en el que se presentaba a estos “londineneses” como una de las “grandes revelaciones del indie inglés”.
A continuación era el turno de un valor seguro en la escena indie patria como son La Habitación Roja, tras 15 años de trayectoria y que presentaban por primera vez en la Capital su nuevo trabajo, Fue eléctrico (obviando un pequeño showcase que tuvo lugar en la sala Siroco con motivo de la salida del disco para los primeros compradores), por lo que el repertorio se basó fundamentalmente en los nuevos temas, con alguna alusión a su anterior trabajo (“Febrero” y “Voy a hacerte recordar”) o al aclamado Nuevos tiempos (“Nunca ganaremos el mundial” y “El eje del mal”). A pesar de sufrir algunos leves problemas técnicos, que fundamentalmente afectaron al guitarrista Pau Roca, los valencianos supieron sobreponerse con solvencia y dejaron un buen sabor de boca gracias a su oficio y saber hacer, defendiendo sobre el escenario  unas nuevas canciones que parecen ganar en rotundidad cuando son interpretadas en directo, brillando por encima de todas ellas “Ayer”, el single que sirvió de adelanto a su último trabajo y con la que cerraron por todo lo alto su actuación.
Después era el turno de Sidonie, grupo surgido hace casi tres lustros en la escena indie barcelonesa y que tras su paso a componer en castellano, abrieron su sonido al gran público logrando una cierta notoriedad con su anterior trabajo (El Incendio), pero como ante todo poseen un bagaje y unas influencias psicodélicas muy marcadas, con su último disco (El Fluido García) parecen haber sido capaces de juntar lo mejor de sus dos caras, sin parecer perder por ello a toda esa gran masa de seguidores que han ganado estos últimos años y en cambio, recuperando para la causa a algunos antiguos fans desencantados con el cambio en su sonido, de ahí que su actuación contase con gran cantidad de público y muy activo, en general. El concierto se sostuvo mayoritariamente entorno a las canciones que componen sus dos últimos discos, contando con una única referencia a sus primeros trabajos (“Sidonie goes to Moog”),  que sirvió para que el batería Axel Pi mostrase una vez más sus dotes de equilibrista, cruzando la batería sin dejar de tocar como viene siendo habitual. La curiosidad de la noche fue la interpretación del gran éxito de los Everly Brothers, “All I have to do is dream”, que interpretaron a modo de homenaje, en honor al recientemente fallecido Levon Helm, batería de The Band. Una actuación más que correcta, en la que quizás sobró algo de la “parafernarlia” artística mostrada, que les hubiese servido para poder interpretar algún  que otro éxito más, al contar con un tiempo limitado de actuación como en cualquier festival que se precie.
Por el contrario, la actuación de los galeses Los Campesinos sólo se vivió con interés en las primeras filas y eso a pesar de que su líder, Gareth, fue un inquieto torbellino sobre el escenario y como viene siendo habitual, hasta acabó cerrando la actuación saltando sobre el respetable y saliendo a pie entre todos los allí presentes, mientras sus compañeros abandonaban el escenario. La nutrida formación anglosajona se mostró rotunda y repasó la mayoría de sus temas más conocidos, aunque el más esperado por todos sin duda era “You! Me! Dancing!”, que los puso en órbita con su primer trabajo y que irónicamente introdujeron con los acordes iniciales del “Smell like teen spirit” de Nirvana. Con su último trabajo, Hello Sadness (2011), parecen haber recuperado la senda abierta en sus orígenes tras sufrir un leve traspiés con Romance is Boring (2009), de ahí que el grueso de su actuación incluyese temas de su primer y último trabajo.
El “plato fuerte” de la velada eran sin duda los americanos The Pains of Being Pure of Heart y por ello, la concentración de público entorno al escenario volvió a alcanzar un buen nivel con el comienzo de su actuación, ya que a pesar de sus frecuentes visitas a nuestro país a lo largo de los dos últimos años, la banda de Brooklyn parece seguir logrando causar expectación merced a la calidad de los dos discos que llevan publicados hasta la fecha y cuyas composiciones fueron alternando, si bien predominaron, los temas de su primer trabajo, que es el que les dio notoriedad en el panorama musical independiente. Como es habitual cada vez que pisan estas tierras, el grupo se mostró encantado con el ambiente reinante y muy cercano al público, teniendo tiempo hasta para bromear sobre futbol y hacer alusión al Clásico que se disputaba el día siguiente en Barcelona. Destacar la interpretación en solitario de “The contender”, a cargo del vocalista y guitarrista, Kip Berman.
La última banda de la noche era de The Whip, a los que tuvimos que aguardar durante casi una hora mientras sonaba repetitiva música electrónica, porque así estaba previsto en el programa y  viendo el panorama que se avecinaría después de la actuación del último grupo, tuve claro que al finalizar su actuación me marcharía aunque posteriormente continuase el evento con varios Djs, pero con lo escuchado en los intermedios entre actuaciones, tuve más que suficiente. Los ingleses fueron una buena introducción para lo que se avecinaba después y es que con su electro-rock bailable lograron ir animando al público, especialmente con su gran éxito “Trash”, que fue muy coreado y bailado por todos los asistentes.

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