Los Evangelistas

Morente nos enseñó a ordenar el caos

Hace ya décadas, el rock americano descubrió un filón interminable en la música folk de su propio país, creando un género híbrido que ha firmado alguno de los mejores momentos de la música popular anglosajona. En España, mientras se escuchaba country con total naturalidad a través de Bob Dylan, Neil Young, Love o Wilco, el flamenco seguía siendo un género solo apto para entendidos, turistas, o adictos al buen rollo y la fusión.
 
Hasta que una noche Enrique Morente coincidió en un bar de Granada con Antonio Arias y Eric de Lagartija Nick, y con J y Florent de Los Planetas. De allí surgió una amistad y el intercambio de sonidos e ideas entre uno de los mejores maestros del flamenco y unos curiosos discípulos que, a pesar de preferir el ruido de un pedal al taconeo, descubrieron una nueva fuente de inspiración con un autor irrepetible. Omega de Lagartija Nick y los dos últimos discos de Los Planetas son la prueba de lo que los alumnos aprendieron, y Homenaje a Enrique Morente, su forma de agradecer la herencia recibida. Hablamos con Antonio y Eric de todo lo que rodea al primer trabajo de Los Evangelistas.


El homenaje a Morente de Los Evangelistas parece cerrar un ciclo que el propio Morente abrió con Lagartija Nick al mezclar flamenco y rock en Omega y que también pasa por Los Planetas. ¿La muerte de Enrique será el final de la iniciativa de juntar rock y flamenco o habrá nuevos episodios?
Eric: Pues eso es algo que no sabemos porque el proyecto de Los Evangelistas salió un poco por casualidad. Nos pidieron que colaboráramos en un homenaje a Morente y de allí salió todo. De hecho íbamos a ser Los Discípulos, pero al fallecer Morente, parece que fuera más claro Los Evangelistas.
Antonio Arias: Aunque ahora que ya se ha hecho lo de juntar rock y flamenco me imagino que habrá otra gente que también lo haga. No sé si seremos nosotros o no, pero seguro que esto no se va a quedar aquí.
 
Creo que la familia de Morente se ha implicado bastante en el disco. Inmaculada, su mujer, ha cedido el cuadro que sirve de portada. Y su hija menor, Soleá, canta en dos canciones.
Antonio: La verdad es que hemos tenido suerte porque la familia de Morente siempre se ha implicado con nosotros. Nos conocemos desde hace muchísimos años, y hemos pasado muchas cosas con ellos. Momentos buenos y momentos malos, como la pérdida de Morente. Así que nos gustaba la idea de que el proyecto también incluyera a su familia.
Eric: Inmaculada pinta cuadros. Y los cuadros que salen en el disco son algunos de los que hizo después de la muerte de Morente. Fueron como una especie de catarsis en la plasmar toda la rabia de la pérdida y muchas emociones fuertes. Y se nota. Si los miras, son cuadros muy potentes, muy emocionales.
 
¿Cómo habéis elegido las canciones entre una discografía tan impresionante como la de Morente?
Antonio: Pues no ha sido demasiado problema. Simplemente cada uno ha ido eligiendo los temas que más le gustaban y los hemos ido tocando y adaptando. Y una vez que lo tocas, te das cuenta de si funciona o no. Descartas el que no funciona y te quedas con el que va bien. Y así, poco a poco, vas haciendo una colección de canciones. De forma bastante natural. Son temas muy creativos, muy marcianos y poco convencionales, por eso nos han gustado.
Eric: Para nosotros estas canciones han estado ahí toda la vida. Son como greatest hits (risas). Las hemos escuchado desde críos y las hemos interiorizado, así que son canciones que nos sabemos de memoria y que siempre, de una forma u otra, han estado presentes en nuestras vidas.
 
Es emocionante la gravedad con la que habéis enfocado las canciones. Incluso unas alegrías como las “Alegrías de Enrique” suenan solemnes. Nunca se había escuchado un “Tirititrán, tran, tran” tan profundo.
Eric: Es que para nosotros la obra de Enrique Morente es una cosa muy seria y que respetamos profundamente. Y que tiene que ser tratada con solemnidad y respeto. Y eso es que lo siempre hemos querido hacer. Queríamos que la familia se sintiera a gusto con el disco, pero tambien que el fan de Morente se diera cuenta de que es un homenaje hecho desde el más absoluto respeto.
Antonio: Sí, creo que es más respeto que solemnidad. Aunque la música de Morente requiere de un velo de solemnidad.
 
En otros países es habitual fusionar el folklore con el pop o el rock, pero en España parece que costó asumir que se pudiera tocar flamenco con guitarras eléctricas.
Eric: Uy, ¡esto es algo que me da mucho coraje! Cuando veo a la gente que se vuelve loca por un tío americano vestido con botas camperas y tocando el banjo y pienso “esto no deja de ser folklore”. Y luego escucho críticas de esa misma gente sobre la pureza del flamenco y esas cosas. Respeto las críticas, por supuesto, pero me da coraje.
Antonio: El flamenco es un género con muchas raíces y muy profundo y a la gente que le gusta, a los puristas, les cuesta aceptar que se mezcle con nada. Seguro que en el extranjero también habrá puristas de sus propios géneros que también critiquen que se pierda esa pureza. Aun así, cada vez encontramos más gente a la que le gusta lo que hacemos, que le parece bien y que nos felicita por hacerlo. Así que supongo que hay las dos opiniones. Entiendo al purista, por supuesto, pero creo que si se hace con respeto, cualquier género puede ser mezclado.
 
¿Qué os enseñó Morente?
Antonio y Eric (simultáneamente): Uf, muchísimas cosas!
Eric: pero creo que lo más importante que nos enseñó fue a ordenar el caos (risas). Siempre nos decía “vosotros sois caóticos” porque creemos que la rutina mata la inspiración. Pero él nos enseñó a improvisar pero a tener un cierto método. Uno que mate las ideas. Eso es una de las cosas más importantes (mira a Antonio que asiente).
Antonio: A Enrique le encantaba improvisar, y era algo que se le daba bien, cosa que no le pasa a todo el mundo. Cuando improvisábamos, las cosas funcionaban perfectamente y había complicidad y espiritualidad tanto en el estudio como en directo.
 
¿Dónde creéis que funcionará mejor el disco, ¿entre los fans de Los Planetas y Lagartija Nick o entre los seguidores de Morente?
Eric: Hombre (se lo piensa) yo supongo que entre los fans de Los Planetas y Lagartija Nick, porque están más acostumbrados a escuchar guitarras distorsionadas y capas de ruido (risas). Pero…
Antonio: Creo que desde el momento en que a Enrique le gustaba lo que hacíamos y trabajaba con nosotros y nosotros hemos mostrado siempre respeto hacia su obra, el que sea seguidor de Morente nos va a aceptar. Si el gustaba a él ¿por qué no puede gustarme a mi? Pensará. Al principio igual les cuesta, pero algunos seguro que acaban descubriendo muchas cosas en este disco. Es lo que te digo “si él los quería, habrá que quererlos” (risas).
 
¿Qué hace Martin “Youth” Glover (bajista de Killing joke y responsable del sonido de Primal Scream, depeche Mode o U2 y que ha mezclado el disco viviendo en Granada? ¿Le gusta el flamenco? ¿Qué ha aportado al sonido?
Antonio: Martin es un tío curioso. Es un gurú que vive en medio de la nada en Granada, un místico al que le gusta mirar las estrellas y que vive feliz apartado del mundo, entre setas y discos, metido en su estudio de grabación. En cuanto le conocimos, y escuchó las canciones, y vio que también tenían un fuerte componente espiritual, supimos que teníamos que trabajar juntos. Su manera de entender la música… y la vida en general… se acerca mucho a la idea que nosotros tenemos y sobretodo a la que queríamos dar en el disco. Algo muy de raíces, muy espiritual y básico. Tenemos muchos puntos en común.
 
¿Tenéis pensado hacer gira? ¿Veremos a Los Evangelistas en algún festival este verano?
Eric: Pues gira propiamente dicha, no sé, pero sí que tenemos ya algunas fechas. Lo que sí que queremos es alejarnos de los escenarios impersonales y tocar en sitios que nos llamen. Por ejemplo en Barcelona tocamos en el Liceo que es una maravilla de sala. Queremos que la emoción que rodea al disco y la emoción que se sentimos al tocar las canciones juntos, en directo, tenga un escenario que también aporte algo. Por eso esta vez estamos intentando montar conciertos en teatros y sitios que tengan una magia.
Antonio: En Granada, por ejemplo, nos encantaría tocar en la Alhambra. Bueno, de hecho lo estamos intentando. Imagínate un concierto allí en una noche de esas que hace bueno, en los jardines del Generalife, con las estrellas sobre nosotros. Ese sitio es precioso. A ver si sale, estaríamos encantados.

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