Lucinda Williams (La Riviera) Madrid 21/06/25
En una tarde en la que la principal atracción en Madrid era el festival Kalorama, muchos decidimos no perdernos a Lucinda Williams. Y no nos equivocamos, porque disfrutamos de dos horas y media de country, rock y americana de una calidad increíble.
Digo dos horas y media, porque la hora que tocaron los teloneros, Reckless Kelly (el grupo liderado por Willy y Cody Brown), fue también excelente. Este grupo, que va a cumplir ya treinta años, no es conocido por grandes hits, pero no tienen un álbum malo. Aparte de sus propios temas, nos ofrecieron alguna que otra versión, como la estupenda «Always A Friend», de Alejandro Escovedo.
Y tras el aperitivo, aparecieron sobre el escenario Lucinda Williams y su banda, cuajada de músico excelentes: Marc Ford (guitarrista de The Black Crowes), Doug Pettibone, David Sutton o el batería Brady Blade.
Ver a Lucinda llegar al escenario con ayuda, debido al ictus que sufrió en 2020, hace presagiar lo peor, pero una vez que saluda y agarra el micro, todas las dudas se desvanecen. Empezó con «Can’t Let Go» y «Rock N Roll Heart», de su último álbum, y para entonces ya se había ganado al público que cubría tres cuartas partes la Riviera.
«Car Wheels On A Gravel Road» fue el primer momentazo de la noche, al que siguió una interpretación maravillosa de «Drunken Angel». Después siguió un largo rato nadando entre medios tiempos (y contando anécdotas de cada canción), para cerrar con «You Can’t Rule Me», una versión bajada de tono y sin falsete de «While My Guitar Gently Weeps» y «Righteously» (el setlist que tenía en el escenario terminaba con «Honey Bee», pero por algún motivo decidió finalmente no interpretarla).
Volvió a escena para los bises y arrancó con una versión de un tema de Bob Marley que no encajaba muy bien con el resto del repertorio, siguió con la preciosa «Joy» y terminó con el himno de Neil Young «Keep On Rockin’ In The Free World» -¡qué momento cuando se va a una esquina del escenario a saludar al público y a agradecerle sus aplausos!- Fue un perfecto cierre para un concierto que disfrutamos a lo grande y en el que con su voz, su actitud, y su excelente banda, hizo que no viéramos a alguien que había sufrido un ictus, sino a una artista en plenitud.
Fotos Lucinda Williams: Adolfo Añino