Morrissey – World Peace is None Of Your Business (Harvest /Universal)

«La paz mundial no es asunto tuyo, no debes interferir para arreglarlo. Trabaja duro y paga sus impuestos con agrado y nunca preguntes para qué, pobre tonto». Así comienza el regreso de Morrissey a la actividad discográfica cinco años después de Years Of Refusal, tiempo en el que ha podido publicar su exitosa autobiografía, dar multitud de conciertos y suspender otros tantos, celebrar sus 25 años como solista, reeditar viejos álbumes y saltar de vez en cuando a la actualidad con alguna que otra declaración altisonante en las que habitualmente no deja títere con cabeza. Este es Morrissey y así será para siempre.

Con World Peace is None Of Your Business, décimo trabajo ya de su carrera, vuelve a sorprendernos, en ocasiones para lo malo, pero por encima de todo, para lo bueno. Escrito con la ayuda de su fiel Boz Boorer y el guitarrista de sus tres últimos discos Jesse Tobias (el teclista Gustavo Manzur también participa en alguna de las composiciones), nos ofrece todos los ingredientes que llevan haciéndole grande desde su etapa en The Smiths hace más de tres décadas. Una lírica desbordante, altas dosis de ironía marca de la casa, pasajes melódicos que cautivan como de costumbre y una voz como nunca le hemos escuchado.

La producción de Joe Chiccarelli tiene sus luces y sus sombras. Por un lado actualiza el sonido de la banda y lo aleja del tono musculoso de su pasada trilogía, pero por otro, mete con calzador ciertos arreglos que desconciertan, como el tono mediterráneo de algunas piezas que en momentos como «Earth Is The Loneliest Planet», lastran un bonito tema.

Por lo demás, brilla a más altura de lo que esperábamos, un peldaño por debajo de obras como You Are The Quarry (2004), Vauxhall And I (1994) o Your Arsenal (1992), pero muy por encima de pasadas referencias, gracias a momentos demoledores como «I´m Not A Man», diamantes en bruto como la emocionante «Staircase At The University» y la romántica «Kiss Me A Lot», el tono melancólico de «Istanbul» o una parte final de cuatro temas en tono acústico donde destacan «Kick The Bride Down The Aisle» y «Oboe Concerto». La anecdótica «The Bullfighter Dies» hace que una perfecta canción pop se convierta en una caricatura con una sonrojante letra, pero son licencias que puede permitirse.

En definitiva, la vuelta de un Morrissey en plenas facultades es una gran noticia no solo por la impronta del personaje, sino por la vigencia de un artista que se nos antoja eterno.

 

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