Noticia

Nueva edición del disco homenaje a Panero que grabaron Bunbury, Carlos Ann, Bruno Galindo y José María Ponce

En 2004 se editaba Leopoldo María Panero. Un disco colaborativo entre los artistas Enrique Bunbury, Carlos Ann, el periodista y poeta Bruno Galindo y el escritor y cineasta Jose María Ponce, que unieron fuerzas e inquietudes para honrar la poesía del apocalipsis del mediano de los hermanos Panero.

Un trabajo que contenía 30 adaptaciones de poemas con música de Carlos Ann y Bunbury, que ahora tendrá una nueva edición. EL 17 de mayo se publicará por su 20 aniversario en formato digital y doble vinilo que añade cuatro temas extra al disco original; «La poesía destruye al hombre» (Bunbury), «El tesoro de Sierra Madre» (Bruno Galindo), «El noi del sucre» (Carlos Ann) y «El hombre que solo comía zanahorias» (José María Ponce).

Sobre el disco comenta Carlos Ann: Han pasado veinte años desde la primera edición del doble álbum de poemas basados en la obra de Leopoldo María Panero. En esos tiempos estuve inmerso desde el 2001 al 2004 en la composición de la parte musical de la obra.
Para celebrar esta nueva reedición, junto a Warner nos propusimos hacer algo especial como editarlo en vinilo, volver a masterizar todos los tracks y además aportar cuatro nuevos, todo ello desde una visión actual pero intentando mantener el sonido y la esencia paneriana.
 
Para ello repetí el mismo modelo que había funcionado hacía veinte años, componer las partes musicales y una vez creadas, compartirlas con resto de los participantes del proyecto, mis admirados Enrique Bunbury, José María Ponce y Bruno Galindo para que cada uno de ellos eligiera el poema que más le apetecería recitar, cantar o berrear.
 
La grabación con Enrique fue con el poema “La poesía destruye al hombre” y se realizó a distancia; él desde Los Ángeles y yo desde la costa mediterránea. La hicimos en tres sesiones y fue cercano a una partida de ping pong, en la que le enviaba una bola a Enrique y en poco rato me la devolvía en forma de tracks vocales y con mucho efecto, además de aportar melodías  y participar en los cuatro nuevos temas. 
 
En el caso de José María Ponce volver a conectar con él no fue fácil, lo estuve buscando entre Madrid, Galicia y varios lugares…Cuando estaba a punto de desistir, resultó que estaba viviendo en la misma ciudad que yo, en Barcelona . El mundo paneriano volvía a representarse en cada situación cotidiana.
Nos citamos en un bar, nos echamos unas cervezas y fuimos directos al estudio. La grabación de “El hombre que sólo comía zanahorias” fue complicada porque José María sufría unas acentuadas cataratas y tuvimos que acudir a viejos trucos de estudio para que se pudiera incorporar su voz. Creo que el cierre del doble álbum con esta canción, ha sido en cierta manera un homenaje a su persona por ser tan contracultural y auténtico como el mismo Leopoldo María Panero
 
Con Bruno Galindo grabamos en una tarde “El tesoro del Sierra Madre” en Madrid. Los versos parecen conducir de forma narrativa y casi documentalista a una música que podría llegar a formar parte de la cabecera del programa “Informe semanal”.
 
En mi track “El noi del sucre” intenté recrear un estado ritualista- indio arapahoe- psico-trance para posteriormente resolverlo con una parte final más after-rock-industrial. Casi todas las voces son de Enrique y mías.
 
Quiero creer que Panero nos acompañó durante toda a grabación de estos nuevos cortes, hasta pude sentir su presencia y me pareció escuchar en alguna ocasión su contagiosa risa.

 

Y añade Bunbury: PANERO es un trabajo colectivo comandado por Carlos Ann, en el que tuve el honor de participar junto al poeta, escritor y periodista Bruno Galindo y el cineasta José María Ponce. El proyecto lo conformaron treinta poemas del inclasificable Leopoldo María Panero. Aunque podría definirse como un álbum de Spoken Word, contiene algunas piezas cantables, con estructuras más ortodoxas. ¡Incluso contiene algún potencial Hit escondido! Definitivamente, es un álbum experimental, con instrumentación y ambientes más que interesantes, quizás arriesgado, pero ¿qué no lo es, si te alejas un poco de la corriente principal?

En la nueva edición que ahora se publica, hemos incluido cuatro nuevas grabaciones (una por cada uno de los colaboradores), que completan el acercamiento a la obra de uno de los más grandes poetas malditos del siglo XX.
 
Uno de los más maravillosos recuerdos que atesoro de la época en la que realizamos el proyecto, es cuando Carlos y yo fuimos a las Islas Canarias, donde estaba internado en la unidad psiquiátrica de las Palmas. Habíamos conseguido un permiso para sacarle del centro y pasar el día con él. Recorrimos algunas librerías y hablamos mucho de literatura, poesía, política y belleza masculina. Comentamos por encima el proyecto que estábamos realizando, aunque creo que hasta que no fue una realidad, no le dio demasiada importancia. Posteriormente, en Barcelona, realizamos la presentación y único concierto del disco PANERO. Allí nos subimos a escena los cuatro participantes en el proyecto: Bruno, Carlos, Ponce y yo. Leopoldo se sentó en un sofá que dispusimos en el escenario, junto a los músicos, haciendo acto de presencia y siguiendo el espectáculo y se atrevió a recitar algunos de sus poemas gustándose y aprovechando el micrófono en mano, como una verdadera Rock Star. Creo que disfrutó mucho con el homenaje. En estos dos encuentros que tuvimos con él, sus requisitos fueron ciertamente modestos: tabaco y Coca Cola light (ambos a mansalva), y la exigencia de comprar unas zapatillas, la misma mañana de la presentación de UNA NOCHE CON PANERO.
 
El disco, el concierto-homenaje y nuestra visita-encuentro, registrados en un modesto documental, dejan una constancia de la magnitud de la obra del poeta y su alargada influencia sobre artistas de tan distintas disciplinas. Soy consciente de que participamos, aunque fuera tangencialmente, en un pequeño fragmento de la historia de uno de los más grandes poetas malditos de nuestro tiempo.

WP-Backgrounds Lite by InoPlugs Web Design and Juwelier Schönmann 1010 Wien