Riders Of The Canyon (Café Berlín) Madrid 16/03/24
Riders Of The Canyon, o lo que es lo mismo, el “supergrupo” formado por Joana Serrat, Víctor Partido, Roger Usart y el norirlandés Matthew McDaid, lanzaba el año pasado su aclamado debut homónimo. Un compendio de sonidos influenciados por los sonidos de la Costa Oeste y el Laurel Canyon de finales de los sesenta y los setenta, atendiendo a artistas como Byrds, Eagles, Neil Young, Joni Mitchell, Gram Parsons,Crosby, Stills & Nash o The Flying Burrito Brothers. Preferencias y referentes indisimulados (desde el mismo nombre elegido para el proyecto) que, colocadas al frente y de la mano de la iniciativa AIEnRuta Artistas, debían defender sobre el escenario del coqueto Café Berlín.
Por tanto, y como no podía ser de otra manera dado el perfil del asunto, la presentación oficial del álbum en Madrid repartió protagonismo entre a ese tipo de melodías subyacentes tan asociables (por cuidadas y emotivas) a la mencionada época y escena, los valiosos juegos vocales lucidos entre los músicos (con frecuencia a cuatro voces), y una obvia pericia interpretativa rematando los elementos. Tres guitarras, cuatro vocalistas, bajista y batería. Fue el ambicioso formato elegido por el sexteto para presentar su cancionero en directo, con convicción, elegancia y también satisfacción y manifiesta complicidad, al amparo de una equilibrada y bien parecida mezcla de folk, country y pop.
Sucedió en temas como “Master Of My Lonely Time”, “Dirty Water”, la propia “Riders Of The Canyon” que da título al grupo, “Some Kinda Addiction”, o la versión del “Sunflower” de Low incluida en el disco tributo que la promotora Born! Music ha tenido a bien lanzar recientemente con artistas de su roster. Riders Of The Canyon convencieron y dejaron poco espacio para las dudas, alejados de ese tipo de actuación espectacular copado por artificios y poses y apostándolo todo al poder de un lote que incluye no pocas gemas. Y, sólo al final, con el grupo en mitad de la sala y tirando de celebración góspel rodeada de público, la cosa se salió un poco de madre. Un final festivo más que permisible que daba por finalizado un concierto, ante todo, bien bonito.
Fotos Riders Of The Canyon: Raúl Julián