ConciertosCrónicas

Tiburona (Escándalo / Hotel Canopy) Madrid 22/03/25

Tras el baño veraniego de festivales, Tiburona había vuelto a girar por diversos entornos. Hace no mucho, se prodigaron en sesión íntima en la madrileña Molar Discos y Libros y este fin de semana se dejaron caer por Escándalo, el escenario del madrileño hotel Canopy donde se producen conciertos en un entorno algo inusual. Gracias a The Flying Pig, la promotora detrás de esta velada, el trío pudo experimentar cómo es una cita con ellas en un ambiente al que, quizá, no acostumbren tanto. Si en la diversidad está el gusto, nadie puede decir que la banda no se adapte a cualquier oportunidad, sea esta sesión vermut, garito de escena local, hotel de lujo o salas míticas.

La cuestión es que su propuesta no varía un ápice, lo que se traduce en una autenticidad (o fidelidad) a unos patrones que le están dando buenos resultados a la banda. Más allá de los condicionantes técnicos a los que pudieron enfrentarse, la noche resulto amable, buena, aunque algo corta. El concierto no llegó a la hora, por poco, eso sí, pero fue más que suficiente para dos cosas: certificar el buen estado de la banda y que sus seguidores irán donde haga falta.

“Almuerzo desnudo” abriría la velada, rompiendo el hielo entre las luces rojas que arropaban un escenario al que proteger entre tanta luz o, por lo menos, para sus estándares habituales. “Persona favorita” y “Gobierno cero” iban marcando ese ritmo que les caracteriza y que tampoco hace ascos a casi ningún palo. Su propuesta devanea entre estilos de rock y pop más o menos afilados, llevados al máximo de sus posibilidades, resultando en un cóctel donde los años cincuenta, el surf, el power pop o los sustratos yeyé tienen mucho que decir.

Y es que las dinámicas que ahora llaman corales son muy efectistas, pero necesarias. El protagonismo en conjunto es perfecto para su propuesta. Ahí estarían para certificarlo las muy celebradas “Escuale” y “Relación abierta” o “Que viene el lobo”, parte de ese cóctel mencionado y donde también caben momentos de recuerdo y respeto como “Que mueras bien”. El recorrido a su último álbum, de hace un año, marcará todo. Es algo obvio, y se refrenda en cada momento con la celebración de un público entregado.

“Brebaje de amor” y, sobre todo, “Pensando en ti” arrancaron coros y brazos en alto para acabar desembocando en “Cartel precioso” y “Huracán” advirtiendo ya el inminente fin del concierto. No gustó que fuera tan corto, porque se notaba un ambiente propicio para más, pero el formato también manda e hizo desembocar con “No me interesa tu opinión” como un todo en un cierre de fiesta más que correcto.

Fotos Tiburona: Álvaro de Benito

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