Volcano Choir – Repave (Jagjaguwar)

Sin ningún atisbo de duda. Repave, el segundo disco de Volcano Choir, es de lo mejor de este año 2013. La banda de indie, que comenzó como una colaboración entre Justin Vernon, de Bon Iver, y los miembros de Collections of Colonies of Bees publicaron en 2009 Unmap. Tras varios cambios en el grupo han presentado este año Repave. Un disco que tiene algo de primitivo y de épico envuelto con la intensidad invernal que está ya presente en la discografía de Bon Iver (la inmortal «Calgary», por ejemplo). Sin embargo, ésta no es una nueva obra de Bon Iver y así lo remarcó Vernon: «It´s just so clear to me that Volcano Choir is such a band, such a new thing that came from absolutely new songs. It´s such a Repave!».

Repave es un remanso de melancolía y de contemplación, pero Volcano Choir no tiene miedo a golpear al oyente y a esa melancolía con algunas guitarras eléctricas, coros, platos de batería y estribillos ya mitiquísimos. «The miracle of Volcano Choir is we all trust each other» dijo el miembro de la banda Chris Rosenau en una entrevista para la revista Pitchfork: «We have no idea what the hell is going to happen when these people get in front of an instrument or microphone, but we know it´s going to blow us away«. Y eso es lo que han conseguido trasladar con estas ocho canciones, hace volar hacia otro lugar.  

 «We wake up, / Soft denims on the floor. / Spent nights late, / Sleepin back to the fall» canta Vernon en las primeras frases que se pueden escuchar en su nuevo trabajo. Una completa y perfecta introducción al viaje que nos espera a lo largo de estas ocho preciosas piezas que comienzan con guitarras acústicas para terminar con una explosión de una gran intensidad con eléctricas. Pero que nadie imagine la atmósfera densamente sonora de Sigur Rós por ejemplo. El álbum sigue con «Acecate» que, con la «adrenalina» aún en el cuerpo del tema anterior, hace estallar otra explosión de color con muchos coros en el estribillo. ¿Cuántas veces se puede repetir la palabra intensidad?

La mejor pieza llega en el tercer corte, «Comrade», que se desarrolla con una gran belleza, una base de guitarra acústica y múltiples instrumentos que parecen escucharse como si fueran uno solo. De nuevo, sube la energía en el momento del estribillo. Parece imposible no dejarse llevar o quedarse en blanco ante la fuerza vocal de Vernon y de los instrumentos caminando hacia delante, incluso al final cuando su voz suena robotizada al estilo de James Blake.

Volcano Choir reduce esa intensidad con «Alaskans», uno de los temas desnudos de Repave con un piano y una guitarra que acompañan la voz de Vernon que se ve acompañada por un eco. «Dancepack» presenta una de las percusiones más potentes e incesantes del álbum, como si fueran los ritmos de una vieja canción. Y «Almanac»… bueno, «Almanac» es también un caso aparte. Otra de las obras maestras de Repave, con una batería final muy compacta y sorprendente tras la calma que respira el tema en su parte inicial. Hay acompañamiento electrónica en esta canción junto a la voz del cantante.

Hay discos que nacen y perduran en el tiempo. No muchos lo consiguen, pero éste si lo conseguirá.

 

 

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