César Maltrago – La corrupción de las costumbres
César Maltrago es un artista gijonés que ha aparecido varias veces en Muzikalia, siempre con proyectos muy personales y moviéndose en el underground o incluso en la autoedición. A pesar de ello, sus trabajos suelen sorprender por su calidad y acabado. Hacía ya tiempo desde que publicó su último álbum, Salmos 150, interesante combinación de sonidos de raíces americanas con otros más de los 80. Ese tipo de fusiones siempre le han interesado a César Tamargo, la mente pensante y escribiente (no solo por las letras de sus canciones, también es escritor) responsable de este proyecto. Una mente inquieta, que no duda en hacer cambios entre un disco y el siguiente, incluso de banda: los Atractores Extraños de sus últimas aventuras han dado paso a La Sociedad de la Niebla, formada por Marcos Maoxu a los teclados, Anibal Lopéz a la batería y Alejandro Alonso al bajo.
Un nombre el de este nuevo grupo de acompañamiento que parece escogido a propósito. Si hay algo en este disco de decimonónico título es una neblina sonora, mezcla de distintos enfoques musicales, que lo cubre todo. Una oscuridad que no es total, permitiendo que las canciones proyecten sus sombra sobre el oyente, pero que envuelve y amenaza a menos que te despistes. ¿Las canciones? Otra vuelta de tuerca a la heterodoxia de César. Aquí están sus grandes referencias, que podrían ir de Dylan y Cohen a Lou Reed o Nick Cave, pero se añaden matices de soul, psicodelia, sonidos ajenos al pop-rock anglosajón y folk decadente y maldito al estilo Nick Drake. La emotividad con la que canta canciones como “Elegía”, “La cruz” o “Infierno” le emparenta con los nombres mencionados. Cuando se vuelve más introspectivo, como en “Escarcha”, su oscuridad también trae a la cabeza otros como Nacho Vegas. “Tormentas” pone el punto más pop. El disco se cierra con una versión de “Masters of war” adaptada con valentía al castellano y al sonido opresivo del disco.
El envoltorio musical es, por momentos, sorprendente. Habitualmente la música deja a la voz moverse en primer plano y marcar el ritmo y la intensidad de la canción, pero por debajo suenan, además de su banda, instrumentos como el bandoneón, un banjo procesado o un theremin. Si la idea era construir un disco que captara la atención con sus múltiples detalles, vericuetos y referencias inesperadas, hay que decir que lo han conseguido. Si su autor quería que las letras tuvieran su protagonismo, con su aire simbólico, casi metafísico, también hay que admitir que el objetivo se ha logrado. Una simbiosis extraña pero casi inmejorable entre ambas, letras y música, para un disco que, empezando desde la propia portada – obra de Paula Truébano, homenaje o sátira del pintor Jean-Auguste-Dominique Ingres -, desprende magia disfrazada astutamente de trivialidad.
A continuación puedes escuchar La Corrupción de las Costumbres, el nuevo disco de César Maltrago.