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Entrevistamos a The Limiñanas, que nos visitan con ‘Faded’

La pareja, en lo sentimental y musical, formada por Marie y Lionel Limiñana se conoce nada menos que desde el instituto, eso significa muchos, muchos años de tocar en bandas (Les Bellas, Beach Bitches, El Vicio y Migas Valdes…), vender discos en Perpignan u organizar conciertos, pero lo que realmente ha mantenido encendida la llama ha sido el proyecto que mantienen desde 2009, The Limiñanas, un combo de rock psicodélico que lleva el eclecticismo por gala y del cual ellos dos son absolutos responsables.

Su último disco es el magnífico Faded, que llegaba en abril de este año tras una larga espera y albergaba no pocas colaboraciones, entre ellas las de Bobby Gillespie, Bertrand Belin, Anna Jean (Juniore), John Spencer o Pascal Comelade. Ya vinieron a presentarlo a nuestro país, en una única fecha en Barcelona, pero ahora la gira se detiene también en Madrid y San Sebastián. Por ese motivo, y por supuesto, con muchas ganas de conocerles un poco mejor, charlamos con Lionel Limiñana de música, discos, actrices olvidadas e instrumentos musicales marroquíes.

«Deberíamos habernos separado diez veces por las razones habituales, pero Marie y yo tenemos una regla simple: si uno de los dos no quiere hacer algo, no lo hacemos. Así que mientras vivamos juntos y tengamos energía, la banda seguirá existiendo»

Lleváis toda una vida juntos, ¿Cómo os las habéis apañado para mantener no uno, sino varios proyectos en común en un ámbito tan exigente como el musical con tan buena salud y sin malos rollos?

La banda la formamos solo Marie y yo. Llevamos juntos desde los dieciséis años. Discutimos mucho durante los primeros cinco años, ahora ya no. Abandonamos el formato clásico y democrático desde los inicios de la banda. Al menos veinte músicos han pasado por The Limiñanas. Deberíamos habernos separado diez veces por las razones habituales, pero Marie y yo tenemos una regla simple: si uno de los dos no quiere hacer algo, no lo hacemos. Así que mientras vivamos juntos y tengamos energía, la banda seguirá existiendo.

 

Vuestro último disco se titula Faded y lo primero que llama la atención, como no podía ser de otra manera, es la portada, con todas esas cabezas con el rostro borrado y ese rojo intenso ¿Qué concepto hay detrás? Imagino que tendrá bastante que ver con el título, con el hecho de desvanecerse.

Faded trata sobre actrices olvidadas, aquellas que desaparecen de la pantalla cuando la edad comienza a notarse. Las desfiguradas por la cirugía, abandonadas por los productores. Hay tantas. Vemos muchas películas todos los días. Somos unos auténticos cinéfilos. Yo compro muchos DVD, me encanta ver los extras, aprender los secretos del rodaje, etc. Siempre nos preguntamos qué había sido de todas esas mujeres. Y muy a menudo, la historia era la misma: dramática, cruel, injusta.

Por supuesto, lo otro que salta a la vista es el amplio número de colaboraciones con gente ilustre que incluye el álbum: tenemos, en primer lugar, a Bobby Gillespie que es declarado fan de la banda y contribuye con su característica voz a “Prisoners of beauty”, single de adelanto del álbum ¿Cómo tuvo lugar la colaboración?

En primer lugar, somos fans de Bobby desde hace mucho tiempo. Además, él nos ha ayudado a menudo, discretamente, mencionándonos en Mojo, viniendo a vernos tocar en Rough Trade, ese tipo de cosas. Conocimos a Thibault, del sello Third Man, después de un concierto, y él nos puso en contacto con Bobby. Yo grabé la música de «Prisoners of Beauty» y se la envié, junto con la historia de Faded, y así es como sucedió. Luego tuvimos la oportunidad de grabar en directo con él en Abbey Road. Pasamos todo el día juntos. Es encantador, generoso, muy divertido y canta increíblemente bien.

Además de Gillespie, encontramos muchos otros colaboradores de excepción. Tenemos también a Jon Spencer, que aparece en varios de los temas, Pascal Comelade, Bertrand Belin (que ya estuvo en Shadow People) o Anna Jean (de Juniore) ¿Podría ser vuestro disco con más colaboraciones? ¿Fue algo premeditado o simplemente fue surgiendo por el camino? ¿Son todos amigos/conocidos?

Simplemente sucedió así. Cuando grabamos, estábamos pasando por un momento muy oscuro, perdimos a personas cercanas a nosotros, a mi madre y a nuestro bailarín Foulque. No podía escribir; estaba demasiado triste para trabajar en el tipo de letras que normalmente me gustan, ligeramente divertidas, un poco extravagantes. Estábamos grabando temas en nuestro pequeño estudio y empecé a enviárselos a personas que queríamos, como si distribuyéramos papeles en una película. Así fue como sucedió. Para cada persona, escribí una pequeña nota explicando el proyecto. Lo que me interesaba era alimentar el disco con invitados. La visión de Jon Spencer sobre Faded no tiene nada que ver con la de Juniore. Son sensibilidades diferentes, y eso me fascinaba.

Destaca también la canción con la que termina el álbum, aquel “Ou va la chance?” que Françoise Hardy adaptó, de la original de Phil Ochs, para su álbum de 1968 Comment Te Dire Adieu. Imagino que la decisión de grabarla llegó con la triste noticia de su desaparición ¿Qué significaba para vosotros Françoise Hardy?

No, la grabamos para la banda sonora de una película antes de que falleciera Françoise Hardy. “Où va la chance” siempre ha sido mi canción favorita de Hardy, la que más me emociona. Descubrí su música de niño gracias a esos recopilatorios de supermercado, donde también encontré a Dutronc y Gainsbourg. Mucho más tarde escuché sus álbumes. La época de “Comment te dire adieu” es mi favorita.

 

Antes de formar The Limiñanas los dos tocabais en bandas, tuvisteis una tienda de discos en Perpignan, vuestra ciudad, organizáis conciertos etc. ¿Creéis que todo eso influyó en la manera en que afrontasteis el proyecto? ¿Qué sacasteis de toda aquella experiencia? ¿Aún organizáis conciertos?

Empecé a tocar en bandas alrededor de los 17 años, en el instituto. Me encantó desde el primer momento. Más tarde, abrimos Vinyle Maniac, nuestra tienda de discos, y empezamos a organizar conciertos de garage y punk rock, con muchas bandas de Crypt y Estrus de esa época. Como no teníamos presupuesto, alojábamos a las bandas en

casa y conocimos a muchos de los músicos que admirábamos. Todo ese espíritu «hazlo tú mismo» es la esencia de The Limiñanas. Escribimos, componemos y producimos todo nosotros mismos, con muy pocos medios.

Fuisteis de esas bandas a las que Myspace sirvió como un medio para que el foco de atención de los sellos discográficos se pusiera en vosotros ¿Cómo véis actualmente el uso de las redes sociales como medio para promocionar y gestionar música? ¿Hacia dónde creéis que va todo esto?

En 2008/2009, dos sellos discográficos estadounidenses nos descubrieron a través de Myspace, primero Hozac y luego Trouble in Mind, en Chicago. En aquel momento, Myspace era un medio completamente nuevo y emocionante, porque detrás de aquellas primeras páginas se encontraban músicos e intérpretes reales. Solo habíamos grabado dos temas por diversión y utilizamos Myspace para que nuestros amigos los escucharan («I’m Dead» y «Migas 2000»). Así es como empezó todo. Hoy en día, ya no uso las redes sociales, pero YouTube ha sustituido a la televisión para nosotros. Lo uso para aprender y entrenar, para el trabajo de estudio, la edición de vídeo,  la IA, etc. Nuestras redes sociales las gestiona principalmente el sello discográfico.

¿Es un saz (instrumento tradicional turco y también de otros países) lo que se escucha a lo largo de “Spirale”, la canción con la que abrís Faded? ¿Sois aficionados al rock turco (Anatolian rock) que practicaba gente como Baris Manço, Erkin Koray o Cem Karaka? De un tiempo a esta parte, ha sido una gran influencia para bastantes bandas ¿Es vuestro caso?

No, no es un saz. Es un instrumento que alguien nos trajo de Marruecos, al que llamamos «bajo marroquí», aunque realmente no sé qué es. Me encanta ese instrumento, es mi

posesión más preciada en el estudio. Lo uso de forma muy sencilla. Es un instrumento de cuatro cuerdas de tripa. Afiné las dos primeras cuerdas a la tonalidad de la canción y las uso como drones, con reverberación y eco. Lo he usado en casi todas nuestras grabaciones recientes. Y sí, me encanta la música psicodélica turca. He escuchado mucho a Bar?? Manço y Erkin Koray, los pongo todo el tiempo en nuestras sesiones de DJ. Me encantan las voces y el estilo de producción de los estudios de esa época.

 

Siempre he encontrado en vuestro sonido un elemento enormemente cinematográfico, supongo que por eso habéis intervenido ya en un buen número de bandas sonoras e hicisteis el álbum De Película junto a Laurent Garnier, de hecho esto os ha tenido tan ocupados últimamente que este es vuestro primer álbum como Limiñanas en seis años ¿Qué importancia tiene el cine en vuestra música?

En realidad nunca dejamos de grabar. Hicimos bandas sonoras para películas, pero también trabajamos para otros. Hice dos álbumes para Brigitte Fontaine, uno de los cuales está a punto de salir. También trabajé en dos discos para Les Wampas y otro con Pascal Comelade (Boom Boom). El cine es muy importante para mí. Veo películas todos los días y sigo descubriendo cosas nuevas, es emocionante. Últimamente he vuelto a comprar DVD. Los DVD de segunda mano son muy baratos ahora, debo de haber comprado mil este año. Es increíble para redescubrir películas olvidadas, pero sobre todo por el contenido extra. Encuentras cosas increíbles, películas completas comentadas por los directores, secretos del rodaje, etc. El cine y la música de cine son el núcleo de todo lo que hacemos.

También en 2022 apareció una compilación de lo mejor de vuestra obra hasta entonces titulada Electrified ¿Fué una forma de recapitular antes de pasar página? ¿Estamos ante unos nuevos Limiñanas?

Fue idea de nuestro sello trabajar en Electrified. Nos resultó extraño desempolvar las grabaciones originales y volver a sumergirnos en ellas, pero al final lo disfrutamos mucho. Me encantan los grandes éxitos y las recopilaciones, así es como descubrí a la mayoría de mis bandas favoritas cuando era adolescente. En España, en verano, me pasaba el

tiempo en supermercados y tiendas de discos, comprando recopilaciones baratas de The Kinks, The Animals, Them… Se podían encontrar montones de grandes éxitos como esos por todas partes.

Habladme un poco del proceso de composición y producción de Faded. Antaño habéis colaborado con productores famosos como Anton Newcombe (de The Brian Jonestown Massacre) ¿Lo habéis producido solos en esta ocasión?

Hemos compuesto todos nuestros álbumes nosotros mismos desde el principio. Incluso para Shadow People o L’Épée, ya habíamos compuesto y arreglado mucho antes de ir a Berlín. El proceso es siempre el mismo, empezamos con un riff, tres notas, una idea. A menudo lo encuentro mientras veo una película temprano por la mañana, y grabo la base delante del televisor alrededor de las 5 de la madrugada, ya sea en mi teléfono o en mi pequeño estudio portátil (tengo un mini equipo doméstico que cabe en una bolsa). Una vez que tenemos el riff, bajamos al estudio y empezamos a pensar en el bajo, el ritmo y las

texturas. Empiezo con una pista de batería electrónica. Marie graba su batería una vez que todo lo demás está hecho, sobre la demo. Una vez que la canción o el instrumental están terminados, los mezclo lo mejor que puedo en Logic Audio y luego se los paso a otra persona. Para Faded, fue mi amigo David Menke, con quien hago la mayor parte de la música de las películas.

«El cine y la música de cine son el núcleo de todo lo que hacemos»

Para la presentación en directo del disco contáis con una banda que contándoos a vosotros (Marie a la batería, Lionel al bajo y teclados) cuenta con Thomas Gorman (Kill The Young) a la voz, Clémence Lasme (Moodoïd, Lucie Antunes) al bajo, Alban Barate a los teclados vintage y guitarra y nada menos que el legendario Keith Streng (The Fleshtones) a la guitarra. ¡Vaya banda! ¿Cómo habéis conseguido juntarla?

Al final de la gira anterior, la banda se separó, estas cosas pasan. Al final quedamos solo nosotros tres: Marie, Alban y yo. Empezamos a ensayar así. Luegole pedimos a Clémence que se uniera a nosotros y ella nos presentó a Tom. En cuanto a Keith, esa es otra historia.

Somos fans de Fleshtones desde los años 80, y Keith ya era nuestro Fleshtone favorito. En el concierto de presentación del álbum de Les Wampas en París, conocí a Keith entre bastidores. Estaba un poco achispado y le confesé lo mucho que nos gustaba, que habíamos robado el sonido de su guitarra y reciclado el riff de «The Dreg» sin parar. Desde esa noche nos hicimos amigos.

 

La gira ya pasó por Barcelona, imagino que la aceptación fue tan buena que habéis decidido volver a Madrid y San Sebastián ¿Habrá algún cambio en estos shows respecto al de Barcelona?

El concierto de Barcelona fue el segundo de la gira y ¡salió genial! Había mucha gente y el público fue fantástico. Y sí, los conciertos de Madrid serán un poco diferentes, porque hemos dado bastantes conciertos desde entonces y ya no tocamos las canciones de la misma manera. Creo que hemos ganado confianza, hemos aprendido a tocar juntos.

Por último, siempre que entrevisto a alguien me gusta hacer una pregunta, que sois absolutamente libres de responder o no, como deseéis. Se trata de seleccionar canciones o álbumes que os hayan llevado musical y emocionalmente al momento en el que estáis ahora. No tienen que ser vuestro favoritos de la vida, solo aquellos que os influyen ahora o simplemente os emocionan.

Ahora mismo estoy escuchando mucho los dos primeros álbumes de The Cramps, mucho garage de los 60’s, garage punk americano y algunos clásicos psicodélicos, desde las recopilaciones de Pebbles hasta bandas como The Golden Dawn, 13th Floor Elevators y Love. Y, habitualmente, clásicos de grupos femeninos como Martha and the Vandellas, The Shirelles o The Shangri-Las. Entre los artistas más actuales, me encantan Andrea Laszlo De Simone, The Dynamite Shakers y Le Superhomard.

Toma nota de las fechas de The Limiñanas

4 Nov 2025 · MADRID · Wagon – Entradas

5 Nov 2025 · SAN SEBASTIÁN · TBA – Coming soon

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