Entrevistamos a Miqui Puig
Miqui Puig parece decidido a no volver a dejarnos huérfanos de su presencia como hizo durante los nueve años anteriores a publicar Escuela de Capataces. Más allá de gustos personales, su actividad se antoja capital dentro de una escena en la que la búsqueda de la canción pop redonda parece algo abandonada y en la que los trabajos de artesanía parecen haber claudicado a manufacturas uniformes y grises. 15 Canciones de Amor, Barro y Motores, referencia que el músico catalán acaba de publicar con El Segell, arropado por su magnífica banda ACP (Associazione Ciclistica Popolare), es una muestra clarísima de la desbordante creatividad de este veterano, que a pesar de los hitos que pueda acumular su curriculum sigue hablando de música, en este caso la suya, con una ilusión desbordante y sumamente estimulante.
“No me puedo quejar, voy para 51 años, estoy haciendo música, me estás entrevistando, voy a ir a tocar a sitios. ¿Qué más quiero, tío?”
Miqui, han pasado dos años y un mes y vuelves con nuevo trabajo. Podría decirse que este es el segundo disco de un Miqui Puig versión 2.0 ¿Sientes que con Escuela de Capataces empezaste una nueva etapa y esta es su continuación?
Sí, sin duda. Están Casualidades, Impar y Miope, que son los discos de arranque en solitario como Miqui Puig y luego de repente volvemos a los años oscuros, a la reflexión, a las trincheras, y luego llega la ACP y todo esto. También es verdad que mi manager me aconsejó que ya que habíamos vuelto, no perdiéramos más años esperando. Con el anterior disco plantamos la semilla y ahora nos toca seguir la ruta, con un paso más hacia adelante que creo que en el disco se nota; a nivel lírico, a nivel de producción y también a nivel de cómo he querido sonar con la banda.
Bueno, entre el uno y el otro has vuelto a la tele y la buena y dulce acogida mediática de tu trabajo en OT supongo que también habrá sido un estímulo a aprovechar.
Pues el disco estaba hecho de antes. Cuando me llamó Tinet Rubira para OT estaba haciendo letras, tenía claro el disco que quería hacer. El otro día me lo decía Miqui Otero: “con tus huevos sales de OT y lo primero que sacas es el single anticomercial”. Un single lleno de insultos, un single lleno de reflexión y un single de un minuto cincuenta. Miqui dinamitándose o simplemente haciendo lo que le apetece.
Este trabajo vuelve a ser muy tuyo: sobrevuelas diferentes estilos, pero todos hilvanados por el pop, el tono elegante, tus temáticas fetiche… Parece que digas: ¿Para qué inventarse un nuevo personaje si ya tengo un cajón de cosas suficientemente interesantes?
Y trabajar en hacer canciones redondas. Redondas quiere decir que tienen estribillos coreables, que tienen ganchos. Uno de los momentos más emocionantes del disco es una canción que se llama Plum Cake que solo está concebida por un sampler y un órgano. Es buscar un poco el rizar el rizo. La putada es que mi cabeza no para, y ya empiezo a tener notas. ¿Para qué? No lo sé, tengo notas. Siempre busco las sonoridades. Estábamos tocando con la ACP y ya veía que me faltaba ese punto que cuando veáis los directos va a ser espectacular, porque vamos a tocar con secuencias. Todas estas cosas que hay en el disco no se van a perder, porque vamos a tocar encima de ellas. Hemos cogido cosas del pasado de Los Sencillos, cosas del pasado Miqui Puig y lo vamos a integrar en un show que creo que va a ser muy divertido, porque va a ser: “Hola, buenas tardes.Tengo todos estos clásicos”. Y los voy a sacar a pasear que eso también es divertido.
Tanto el título del disco, como referencias promocionales a mixtape o cassette, vuelven a dejar muy clara la importancia que le das a la canción como unidad completa con vida propia.
Totalmente. Además la gente que compre el vinilo, va a ver que está todo unido en un solo track. Empieza y acaba. Está todo unido por medio de samples, hay samples hasta de los coros del ejército ruso. He buscado un imaginario que no fuera habitual y luego otra cosa, que me he influenciado mucho del hip hop y del trap, que me paso el día escuchándolo para el programa de radio y veo cómo en estos géneros no hay ningún tipo de miedo, ni de excusa a lo que hacen.
En Karaoke, la décima canción del disco, comienzas diciendo: “Solo les gustaban de mí las canciones de estar triste”, pero bueno, es que a mi entender no te ha quedado un disco triste, pero sí melancólico, algo que puede que sea hasta marca de la casa. ¿Tú cómo lo ves?
Sí, es muy Miqui. Como dice Kiko Amat: “Soy feliz pero siempre hay un punto de melancolía innata, que viene desde mi puta vida de niño”.
También te vuelves a apoyar en referencias a tiempos pasados, como en ‘Comic’s’, canción que abre el disco, supongo que será complicado hacerlo sin caer en excesiva retromanía.
Pero para decir que no era algo tan bueno. Es como estoy harto de la gente que vive en el revival, es como decir “en 1985 hacía más frío”, pero ya está. Busco en discos antiguos imaginería que me he perdido, sé que no voy a recrear lo que me pasaba. En aquella época odiaba el italo disco porque le gustaba a todo el mundo y yo quería ser distinto. En aquello del italo que me molaba, pero no podía decirlo, tengo la sensación de que me perdí momentos y todos nos hemos pedido momentos. También el disco es como soy yo, hay cosas explícitas y cosas implícitas, en mis letras siempre hay que buscar un poco más, porque si no no sería mágico.
A tono con esta melancolía que comentamos, en muchas letras no te importa reflejar inseguridades, miedos o tristeza, pero sin embargo, el single de presentación del disco, Raros, es totalmente lo contrario, de una seguridad y fuerza reivindicativa arrolladora.
Mat, el diseñador, que antes de ponerse a trabajar escucha las canciones para inspirarse, me decía que de todos mis discos en solitario, era el más político. Que le gustaba esa historia y a mi también me flipa. Por ejemplo, una de las canciones de este disco es «Montjuic» que es la historia de amor entre dos anarquistas que todavía tienen la metralla dentro. Esa metralla también puede ser parte de la mierda que llevamos todos dentro, llámalo metralla o basura emocional.
Es posiblemente el momento de reivindicarnos, ¿no? El ahora o nunca, cuando aquel sueño de de libertad 15M se ha desvanecido y parecemos abocados a nuevas épocas oscuras.
Es que en los 90 reivindicaba todo esto y me daban palmaditas en la espalda de ahora tío no toca. Era como que vivíamos en una burbuja o en un dopaje de que todo está bien, pero la mierda ha estado siempre.
«Una de las canciones de este disco es «Montjuic» que es la historia de amor entre dos anarquistas que todavía tienen la metralla dentro. Esa metralla también puede ser parte de la mierda que llevamos todos dentro, llámalo metralla o basura emocional»
Si escuchas el disco de un tirón, te das cuenta de la importancia que le das a coros y voces, que son elemento diferenciador y definitorio de cada tema. ¿Esto algo buscado conscientemente a la hora de componer?
Son muy importantes. De hecho, nos gusta construir canciones pensando ya en la importancia que van a tener los coros. Me gustan mucho los coros de las tragedias griegas. ¿Sabes cuando el protagonista habla y los coros repiten con énfasis una parte para que la gente se entere? Estas cosas siempre me han gustado en el pop y son de las cosas que refuerzo. Encima está la colaboración de Gener, que han colaborado en tres canciones, porque buscaba esa potencia de una banda que canta bien al unísono y meterlos en mi disco.
Además de este uso de las voces, también parece haber un elemento instrumental que no se repite y da un color diferente, como esa flauta o el teclado de ‘Karaoke’.
Sí, así es. En esta que comentas de «Karaoke», hay dos elementos, uno es la flauta que se parece mucho a Saint Etienne y el otro es un teclado house. Era una de las cosas que también quería en este disco, que de repente se cohesionara un estribillo pop con un teclado house, y es el teclado mítico de house el DX7 con el preset que se utilizaba en el house, para que en ese momento estuvieran colisionando todos mis mundos, como en «Casino Classic» que es northern soul y están los samples de house. Eso es lo que buscaba. Esas frikadas que al final funcionan.
Esto que dentro de un sonido muy marcadamente Miqui Puig, intentes enriquecer cada tema con estilos, sonidos, etc. ¿Quiere decir que hay pocos discos que se pueden hacer en una carrera y sin embargo muchas cosas que te gustan y quieres que queden registradas en tu trabajo?
Hostia no lo sé, me gusta esta reflexión, no me la había planteado. No, soy yo que estoy mal de la cabeza. En este disco tenía claro cómo quería expresarme y a veces lo he hecho a través de samples o a veces un poco como hacen los de hip hop de copiar cosas que tienen en la cabeza, que las copian para meterse dentro. Lo que busco es hacer canciones, que la banda suene y que me guste lo que hago. Incluso hay ritmos latinos, si te fijas hay cosas que pueden parecer cumbia o salsa, que también forma parte de lo que escucho y de lo que me gusta.
Esta forma de trabajo, supongo que también da la oportunidad de introducir más referencias supongo que personales, como en «Plum Cake» que empieza con la canción popular vasca «Boga Boga».
Esa canción es una de las canciones favoritas de mi padre y como «Plum Cake» habla de mi padre y de eso de que nos hacemos mayores y empezamos a tener los mismos tics que nuestros padres. Este sample lo tenía en mente desde hace cuatro o cinco años, encima hago una canción que habla de mi padre, de lo que echo de menos de él. Además es una canción que cantaban los marineros vascos cuando se alejaban de su tierra, sabiendo que a lo mejor de ultramar no volvían. Es un sentimiento que liga.
Y después de toda esta labor de scouting, cuanto queda de cribar, refinar, depurar… ¿o tienes muy claro lo que buscas y para qué y vas directamente en su búsqueda?
Tuve durante meses una carpeta donde iba acumulando samples y llegué al estudio, no te exagero, con trescientos samples. Algunos sí que sabía dónde los iba a meter y otros simplemente lo buscábamos. Tenía muy claro que samplear a partir de ritmos, de beats y de cuerdas es muy difícil porque tienes que encontrar tono y tal para que funcione, pero me funcionan muy bien todo lo que son gritos, hits de house, pero la magia de las canciones hace que la canción que te decía «Plum Cake», el sample de los coros que está sacado de una canción de Cabaret Pop de Diego Vasallo cuadrara perfectamente en tempo y en tono. Son de esas magias que te ocurren muy de vez en cuando y puedes imaginar el subidón que te provocan.
No sé exactamente la cantidad de colaboraciones, pero a nivel sonoro, la ACP ha subido un peldaño más si cabe que en “Escuela de Capataces”.
Está Toni Mena que estaba en directo cuando se grabó el anterior disco y esta vez está muy involucrado en la composición, guitarras, concepto; está Gener colaborando; está colaborando gente de Free Fall Band para redondear el efecto familia. Un efecto diferenciador del disco es la colaboración de un amigo nuestro que es Alfonso Beltrán que grabó todos los vibráfonos y todas las percusiones latinas, que creo que es uno de los puntos característicos del disco.
Este disco lo sacas con El Segell, ¿qué esperas que te aporte esta nueva simbiosis?
El single ya estaba avanzado y ya estábamos a punto de salir de nuevo en solitario de manera muy indie y minoritaria. Esta asociación va a ser de un equipo de trabajo de amigos, porque la gente que está trabajando en El Segell, te diré que todos son amigos y con todos hay una sinergia brutal. Vamos a una casa grande, nos va a abrir puertas supongo para algunas cosas y para otras no, pero desde el minuto cero la profesionalidad y el punch que tienen ellos de hacer cosas nuevas.
Ya has hecho algún concierto previo a la salida del disco, supongo que introduciendo algo del repertorio nuevo ¿Cómo te has sentido con este material en directo y dentro del amplio espectro de canciones que mueves?
Bueno y a vernos las caras y mola. Ha ido bien pero creo que la sorpresa va a ser ahora. En los primeros conciertos todavía no llevábamos toda la parafernalia sónica de las bases pregrabadas y ya las canciones funcionaron, pero ahora cuando la gente vea todo que es como un show muy de baile creo que todavía va a funcionar más. Ya te digo, las dos primeras canciones que se estrenaron ya hicieron que la gente tuviera ilusión. He leído cosas bonitas, también llegarán los palos, porque evidentemente sabemos que llegarán los palos, porque también forma parte del negocio. Pero sobre todo no me puedo quejar, voy para 51 años, estoy haciendo música, me estás entrevistando, voy a ir a tocar a sitios. ¿Qué más quiero, tío?
Tienes algunos festivales y salas anunciados. En un país que aparentemente parece tener poco espacio para los matices: o estás en el más absoluto underground o estás dentro de las corrientes estandarizadas ¿Cómo y dónde ves tu sitio?
Yo en ningún lado, estoy donde tengo que estar. Ojalá tuviéramos más bolos al año para que mi banda estuviera más contenta y para que cuando me pusiera a grabar el nuevo disco tuviera más capacidad de maniobra y dinero para gastar. Pero no me voy a quejar, estoy super contento y vamos a empezar a hablar de fechas muy curiosas y vamos a estar en festivales. Mi esperanza es el boca-oreja.Creo que una vez la gente ya haya visto el show nuevo y entienda las canciones nuevas, con este nuevo concepto, ya sabes que somos una banda absolutamente solvente y que podemos hacer conciertos muy divertidos.
… Acabas de llamar al taller de la Asociación Cicloturista, en estos momentos no podemos atenderte, deja tu mensaje después de la señal…
CONCIERTOS
29 marzo – Tarragona (Sala Zero) Entradas
4-6/07 Vida Festival Entradas
Fantastica entrevista. Miqui es la hostia
Adoro a este hombre
¡¡No me había enterado de que tenía disco nuevo!!