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Entrevistamos a Pshycotic Beats (Andrés Costureras) y Pati Amor

Pshycotic Beats es un proyecto musical, prácticamente en solitario del productor y compositor Andrés Costureras, al que conocimos hace casi diez años cuando, de forma tímida, irrumpía con el álbum Rexer Flash (Autoeditado, 2011), y del que nos enamoramos al instante. Sobre todo cuando lanzó, dos años después, esa obra maestra que es Dormihcum (Log Lady Records, 2013). El suyo es un universo muy particular, tanto en lo musical como en lo lírico, al que poca gente tiene acceso. Una de esas personas es Pati Amor, cantante en la canción «Killer Shangri-Lah» que, como sabréis, tras ser incluida en la serie Killing Eve ha dado a conocer a Pshycotic Beats por todo el mundo. Ya hemos hablado con Andrés muchas veces, pero su arrolladora personalidad y su brutal sinceridad hacen que cada vez parezca nueva y resulte tan interesante como la primera. Además en esta ocasión, con motivo de la publicación del EP The Bleeding Songbook en el que vuelven a colaborar juntos, tenemos el honor de tener también a Pati Amor respondiendo algunas preguntas desde la India, donde reside desde hace años. Todo un lujo que podréis disfrutar a continuación.

Siempre me ha gustado ver a las chicas vengándose de los hombres. Me crié en un matriarcado y creo que soy feminista por configuración genética.

La primera pregunta es obligada. ¿Cómo estáis? ¿Qué tal lleváis el confinamiento, que ahora parece que se está relajando un poco?

PATI: Yo estoy en Bombay. Aquí vamos por detrás de España. Esperamos acompañados de la ola de calor y la humedad. Maravilla pura.

ANDRÉS: Yo no ando nada optimista. Me parece que la desescalada es precipitada y que la gente sale a la calle en masa sin seguir ninguna de las medidas de seguridad que nos han puesto. Estos datos más relajados con menos números de muertos que hemos tenido son el resultado de lo bien que nos hemos portado en Semana Santa, hasta dentro de dos semanas no vamos a saber si hay repunte. Yo estoy muy decepcionado con la raza humana y muy asustado.

Pati, creo que pasas largas temporadas en la India, o incluso que resides allí habitualmente. ¿Es así? ¿Cuál es el motivo? 

PATI: Si, vivo en India desde hace ya bastantes años. Creo que 8 (prefiero no hacer la cuenta). Vine aquí para tomar un poco de aire cuando estaba harta de España en un momento de esos que nos dan a todo el mundo en los que uno necesita pirarse y aquí estoy. Una cosa llevó a la otra y conocí a mi pareja y decidimos quedarnos en India. Así que el encierro nos ha pillado aquí.

Pshycotic Beats portada

Bueno, hablemos de música. Se acaba de publicar vuestro EP ‘The Bleeding Songbook’. Es la primera vez que volvéis a colaborar juntos en siete años, precisamente desde ‘Killer Shangri-lah’ del álbum ‘Dormihcum’ (2013), ¿cierto?

PATI: Si, así es. Después de Dormihcum Andrés y yo trabajamos juntos en un proyecto para unos chicos que se llamaban The Bounce Committee. El disco Please Kill Me está genial (nota de la redacción: lo sabemos :-), por cierto buscadlo en Spotify. Después de eso acabamos un poco hartos el uno del otro y no volvimos a tener mucha relación. Yo me vine a India. No volvimos a hablar hasta que Killing Eve eligió «Killer Shangri-Lah» para su primera temporada. Cuando fui a Madrid ese año quedamos para comer y hasta ahora.

ANDRÉS: Ni siquiera me acuerdo ahora por qué estábamos enfadados, también es que no es lo mismo irte a vivir a la India que a Londres. Yo tengo mi enfermedad y ahora aunque se ha agravado un montón, con la medicación adecuada y el diagnóstico correcto estoy bastante más calmado. Antes de repente podría tener sin previo aviso una explosión de ira despropositada, era una bomba de relojería, me enfadaba poco, o pocas veces, pero cuando lo hacía era muy drama queen (Risas). La edad ayuda mucho, estoy más manso.

 

 

De forma que el renovado éxito de la canción, incluida como habéis comentado en la serie Killing Eve de HBO, ha servido de detonante para esta reunión y este nuevo EP.

PATI: Si evidentemente. Primero, como te he dicho antes, Andrés y yo volvimos a hablar al hilo del estreno de la serie y después la cosa evolucionó hacia volver a hacer algo juntos. A mi siempre me ha encantado trabajar con Andrés. Pero sé que él es más de hacer las cosas sólo así que este nuevo proyecto ha significado mucho. Los dos hemos evolucionado mucho en estos años sin vernos, no sólo en el aspecto artístico, también en el personal.

ANDRÉS: Si es verdad que yo soy alérgico a las colaboraciones, pero este disco ha sido todo culpa mía, yo me volví loco un día, la llamé para proponérselo de repente, era un locurón porque Pati ese año sólo podía venir 15 días, y era como que yo tenía 3 semanas para componer las canciones, luego ella sólo podía venir a grabarlas una semana, y luego yo quería llegar a un deadline muy apretado para poder presentarlas a la serie para la tercera temporada. Para mí ha sido muy estresante y visto ahora no sabía dónde me metía. La grabación fue un placer, pero el resto del tiempo yo lo he pasado muy mal porque estoy acostumbrado en hacer los discos en 6 meses y esto se hizo en 3.

Pati, me gustaría saber si tú personalmente también has notado ese empujón de la canción y de la serie. Aparte de esta nueva colaboración con Andrés, ¿te han salido más proyectos? ¿Sigues activa en el mundo de la música?

PATI: Claro que he notado el empujón. Después de venir a India había dejado un poco la música por eso de no conocer a mucha gente. Después tuve un enano y ahora que ya es más mayor me puse otra vez a cantar. Conocí a un productor musical aquí en Bombay y me dijo que estaba trabajando en una serie y necesitaba una voz femenina. Le mandé mis canciones y en cuanto las escuchó me llamó por teléfono y me dijo “¿Eres tú de verdad la de «Killer Shangri-Lah»? ¡Es nuestra canción referencia para la serie! Estoy ya escribiendo una canción para ti” Así fue como empecé de nuevo a cantar. Grabé una canción que se llama «The Kill». También va de una asesina. ¡Qué cosas!. La vida te da sorpresas.

¿Realmente cambia mucho la vida, hoy en día que hay tanta oferta de series y cadenas, que una canción tuya acabe en una de esas series? ¿O en la práctica es más importante que gente y medios de renombre hayan incluido «Killer Shangri-Lah» en algunas PlayLists de Spotify y hayan mencionado su fijación por Killing Eve?

ANDRÉS: Lo que te cambia la vida es que te pillen una canción para una serie, para una de las escenas más memorables del primer capítulo, que es el primer asesinato de la protagonista que es una sicaria que está de atar. O sea, no usaron la canción para una escena en un bar con música de fondo, sino que tenía todo el protagonismo y sonaba a todo volumen durante un minuto. Luego la canción fue seleccionada para los trailers, la serie ha sido un fenómeno revelación en todo el mundo, y «Killer Shangri-Lah» es como un himno para los fans de la serie, que además son fans muy hardcore como los de Star Wars o los de Twin Peaks. Eso es lo que ha sido la hostia, la canción la ha utilizado gente para muchísimas cosas que han subido a las redes sociales, coreografías de ballet, cortos (muchos chavalitos la han usado para el proyecto de final de carrera en la escuela de cine de zonas locales de USA o UK), se han hecho versiones que te encontrabas de repente en Youtube, se ha hecho un homenaje para una de las protagonistas y la cantante del grupo canadiense Metric interpretó la canción con una orquesta sinfónica completa. Tenía que haber ido Pati a ese evento, pero al final no cuadró por no sé qué rollos de calendario. Hubiera sido guay para ella vivir este momento.

Pshycotic Beats

Andrés, creo que intentaste que incluyeran alguna de tus nuevas canciones en la tercera temporada de Killing Eve, ¿finalmente no ha sido así? Una pena, porque en parte transcurre en España. ¿Sabes si «Killer Shangri-lah» seguirá sonando en algunos momentos?

ANDRÉS: Presentamos todas las canciones del EP en agosto y la respuesta fue muy entusiasta, pero no habían siquiera empezado a rodar, y a nivel guiones la tercera temporada ha dado un giro radical en el que ya no se llevan tan bien como antes y no les ha cuadrado por tema letras. Aunque en ningún momento nos han escrito para decir que estaban descartadas. Todavía queda una cuarta temporada, y la relación con ellos es buena. Respecto a la segunda pregunta ellos me compraron los derechos y pueden utilizarla cuando quieran, así que ojalá esto no se haya acabado todavía y la serie acabe con la canción con las dos muertas o las dos casadas.

Volviendo al EP The Bleeding Songbook, son solo cinco canciones pero muy jugosas. Además, con una ambientación bastante homogénea, un aroma cinematográfico. Supongo que es algo hecho a conciencia, buscando una coherencia. Sin embargo, hay una canción que destaca por diferente, “Desciende a mí”. Primero, por ser la primera que publicas en castellano. ¿Te planteas hacerlo más veces?

ANDRÉS: No. De hecho no quiero volver a hacerlo dentro de Pshycotic Beats que es un proyecto con vocación internacional, de hecho este asunto me ha traído muchos quebraderos de cabeza, barajé publicarlo como Andrés Costureras featuring Pati Amor, porque «Killer Shangri-lah» fue un capricho, pero luego yo empecé ya a cantarlo todo en The Black Sea (Log Lady Records, 2017) y empecé a dar clases y a sentirme más cómodo cantando, y me parecía muy heavy terminar una trilogía sobre la muerte, el suicidio y las enfermedades mentales con la música electrónica como nexo de unión y de repente sacar un disco de “oldies” con un single estrella que era nada más y nada menos que un bolero años 50 en castellano, con una letra de amor verdadero, igual que «Fascination», que cuando Pati la escuchó flipó porque era yo haciendo una canción happy que es lo último que esperaba de mí. El plan era trabajar juntos, ver qué salía e intentar colar algún tema en la serie, lo del disco ha venido todo de Navidades para acá. Estábamos locos con el resultado y me dije, venga, esto hay que publicarlo, y hacer un vinilo bonito y que quede como recuerdo de una marcianada maravillosa. Pero estoy encantado de haberlo hecho, me ha dado mucho vértigo, salir con ese single en los tiempos del autotune, el trap, el reguetón y tanto Pati como yo hemos hablado de que «Desciende a mí» es una canción que parece que le gusta a todo el mundo.

PATI: A mi aquí me gustaría añadir que «Desciende a mí» es un tema que surgió después de muchas coincidencias. Yo ya venía pensando, cuando decidimos volver a colaborar, que quería cantar algo en español compuesto por Andrés. Si unes las influencias de 50-60 anglosajonas con toda la música latina tan increíble que existe, hacer algo que saliese del cerebro de Andrés pensaba que podría ser súper interesante, y creo que no me equivocaba. «Desciende a mi» le gusta a todo el mundo, desde a generaciones de padres hasta a gente que escucha heavy, techno o música más comercial. Es una puta joya.

 

 

Me da la impresión que la cultura musical de la gente, y de un alto porcentaje de la prensa musical mundial, empieza en el Nevermind de Nirvana o en el debut de los Smiths o los Jesus & Mary Chain, y lo de antes como si no hubiese existido.

 

Además, es una especie de bolero inquietante, muy entre Twin Peaks y Almodóvar. ¿Te influye también la copla, el bolero, la canción española clásica a la hora de componer? ¿Puede ser que algo de su teatralidad se filtre en tus canciones?

ANDRÉS: pues la verdad que no, no tengo esas influencias españolas, pero tengo una amplia cultura musical, y he escuchado de todo y lo he estudiado casi todo en profundidad. He escuchado y escucho muchísima música de los años cincuenta, mucho jazz latino, grabaciones clásicas de Xavier Cugat con Abbe Lane y cosas de Tito Puente, también es muy importante Leonard Bernstein para mí, y cómo fusionó el jazz con la música clásica que es algo vital para mí. Los de la serie nos contaron que iban a rodar en Barcelona y qué si podía componerles algo en castellano, les mandé referencias por Spotify, en aquella playlist estaba la versión de «Siboney» de Connie Francis, y dijeron, querríamos algo así. Y el resto es historia. De todas formas se está preparando un documental sobre la génesis de «Desciende a mí» dónde se cuenta todo el proceso con pelos y señales y es todo muy fuerte.

Tú música, como siempre, tiene esa atmósfera añeja, me causa la misma sensación que cuando suena el tema «One more kiss, dear» en Blade Runner. Está fuera de tiempo y de lugar, pero el efecto que causa es impresionante…

ANDRÉS: Yo siempre he tenido fascinación por el pasado. Era un niño terriblemente curioso, bueno, lo sigo siendo, quiero saberlo todo y además en profundidad, nivel experto. Cuando era pequeño mi presente no me interesaba nada, no era un niño que jugaba con juguetes, jugaba con discos, con magnetófonos, con tocadiscos, y los discos con los que jugaba eran antiguos, EPs de microsurco de mi madre de los años 50 cuando hacían guateques. También vivía muy colgado de la tele, entonces estaban todo el santo día con programas musicales y con cine clásico. De alguna manera lo único que me hacía feliz no era contemporáneo. Y nunca me ha interesado la música del presente, siempre me ha parecido peor que la de hace dos o tres años. Así que supongo que es parte de lo que soy.

Siguiendo con el cine, me imagino que «Fast! Fast! Kill! Kill!» es un guiño a Russ Meyer….

ANDRÉS: Sí. La de canciones que me habrá inspirado Tura Satana. He hecho muchas canciones sobre asesinatos, pero siempre pensadas para que las cantasen chicas empoderadas que veía como Wonder Woman, justicieras, con súper poderes. Pati y Svet Von Bathory son musas en ese sentido. También me encantan películas como Planet Terror o Kill Bill. Siempre me ha gustado ver a las chicas vengándose de los hombres. Me crié en un matriarcado y creo que soy feminista por configuración genética.

Tengo entendido que has contado con músicos de sesión para estas canciones. Creo que es la primera vez que lo haces, ¿no?

ANDRÉS: Yo no tengo ni idea de música y tengo las manos pequeñas y no toco nada bien. Había llamado a guitarristas para The Black Sea. Pero este EP no es música secuenciada, eso no funciona para hacer un disco de oldies, tienes que llamar a músicos que sepan tocar de puta madre y luego tú currarte mucho la producción para que el resultado sea verosímil. Yo quería que el disco sonase antiguo, como si fuera muy antiguo. Me gustaría que si se lo pones a alguien y no le dices que es de ahora, te diga que le suena a 1962. Estuve a punto de masterizarlo en mono. Pero ha sido lo más bonito de la experiencia, grabar un contrabajo, guitarra española, un bajo eléctrico de cinco cuerdas. Me ha encantado.

Pshycotic Beats Pati Amor

Yo personalmente no me imagino estas canciones, no solo «Killer shangri-la» sino otras como «Let it die», con otra voz que no sea la de Pati Amor. Ahí va una doble pregunta. Para Andrés: ¿qué te da la voz de Pati Amor, qué buscas en ella? Y para Pati: ¿en qué piensas, cómo te sitúas mentalmente para llevar adelante estas interpretaciones tan llenas de misterio y seducción?

PATI: Primero mil gracias por tus palabras (beso virtual). Andrés tiene un universo que conozco bien. Entiendo sus referencias, me son cercanas. A mi me gusta mucho trabajar con las imágenes y la imaginación. Me vienen muy bien y siempre me ha gustado la interpretación. Luego, si pones un reverb a unos temas como los que compone Andrés y te escuchas a ti misma en ellos es como un sueño hecho realidad. Los vivo y me meto en la canción. Creo que me enamoro de cada temazo. ¡Es que no puede ser de otra manera!

ANDRÉS: Pati tiene una voz particular, perfecta para el pop, que en definitiva es lo que siempre hemos hecho. Tiene la voz a la que cualquier efecto que le metas le queda fenomenal y es pegajosa, hay melodías que no son pegadizas en determinados colores de voz. Tampoco es una cantante que chille o que haga florituras, que a mí no me gusta nada. Me quedo con Sarah Vaughan o Etta James antes que con Whitney… Lo que mola de la voz de Pati es que no se sabe muy bien por qué mola, es intangible.

 

 

Aunque tu trilogía sobre la locura, la muerte y el suicidio creo que está ya lejana, y la página pasada, parece que no puedes desprenderte de cierta oscuridad, de un sutil desasosiego en tus canciones.

ANDRÉS: Yo lo que creo es que todo lo que hago es cinematográfico. Al fin y al cabo, yo me dedicaba al mundo de la imagen y del vídeo y el cine y lo dejé todo por la música. Hay una narrativa en las canciones. En «You Cannot Hide» creo que hay narrativa musical y lírica, van las dos de la mano, y la una retroalimenta a la otra. Veo más suspense que desasosiego. No se sabe nunca lo que va a pasar, qué instrumentación va a entrar en el compás siguiente, si va a haber un puente y un subidón, si el siguiente tema te voy a llevar a una rave o a Studio 54 o a un cementerio. En mis discos todo es posible. En ese sentido creo que mola enfrentarse a un disco mío en la primera escucha. Son películas.

Muchas veces se habla de los 60 cuando se etiqueta tu música, pero en realidad serían unos 60 muy específicos. Más las Shangri-Las que las Ronettes, o más Scott Walker que los Beatles, claro. Los 60 son muy amplios…

ANDRÉS: ¿En serio? Yo no soy consciente. De hecho, Fidel, tú y Juan Rebenaque sois los únicos que valorasteis «Killer Shangri-lah» en su momento. Yo tengo la impresión negativa contraria, de que se malentiende mi propuesta porque bebe de influencias que son de la primera mitad de la era pop, de 1954 a 1984 como mucho y en especial de 1973 a 1981 (Glam-Punk-Kraut-Tecno Pop-Neoromantic-siniestreo). Me da la impresión que la cultura musical de la gente, y de un alto porcentaje de la prensa musical mundial, empieza en el Nevermind de Nirvana o en el debut de los Smiths o los Jesus & Mary Chain, y lo de antes como si no hubiese existido.

«Killer Shangri-lah» te ha dado mucho a nivel particular gracias a la serie. Con este EP, ¿cierras “la etapa Killing Eve” definitivamente? Tengo entendido que ya estás trabajando en nuevo material que no tendrá mucho que ver con este y que será más electrónico…

ANDRÉS: Sí, cierro de un carpetazo esta etapa maravillosa y recojo el testigo de The Black Sea. Que aunque la trilogía está cerrada el siguiente disco sería una nueva vuelta a empezar, un nuevo concepto que tendrá como punto de partida el final de The Black Sea que es el suicidio voluntario de la humanidad avergonzada de su propio comportamiento. Ahora con esta situación de la pandemia tengo que repensar todo el disco o por lo menos todas las letras porque algunas cosas se han quedado un poco desfasadas, la realidad ha superado tanto la ficción que la realidad distópica que quería retratar se me ha quedado un poco Walt Disney. Quiero esperar unos meses a ver qué pasa con todo este drama antes de retomar el disco.

¿Vas a seguir también con tus tareas de composición y producción para otros grupos y artistas?

ANDRÉS: Si, estoy muy ilusionado trabajando en bandas sonoras y un nuevo artista de Madrid que estaba a punto de producir hasta que nos ha estallado la pandemia en la cara y lo tenemos todo parado. Yo necesito un descanso, lo digo todas las veces que me entrevistan, que toca parar, así que supongo que dentro de un año estaré dando la brasa otra vez.

 

Pshycotic Beats

 

(Las fotos son obra de Alfredo Arias)

 

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