Escala 1:1: Love Buzz o estados mentales: del shock al nirvana

«Love Buzz» es una canción que no solo ha aguantado en muy buena forma y recorrido durante décadas la mayoría de los estilos gracias, en parte, a las reinterpretaciones de artistas de toda índole. Shocking Blue formaban parte de la ola psicodélica de la Europa continental en los años 60 y encabezaron aquel estilo local neerlandés llamado nederbeat que ejercía de conjunción entre lo psicodélico, las influencias de la British Invasion y el garaje. «Love Buzz» fue paradigmático de aquel movimiento, uno de sus grandes éxitos, y alcanzó popularidad por la buena recepción de su estilo hippie, un riff muy característico y, sobre todo, por la voz de Mariska Veres, algo arquetípica, aunque con cierta personalidad.

 

Nirvana (1988): el cohete

A pesar de que la versión de los de Seattle estuviese recogida en Bleach, es decir, antes de su petardazo mundial, lo cierto es que se les puede atribuir sin apenas margen de error la segunda vida de «Love Buzz». La suya fue bastante fiel a la original sin renunciar a algo más de velocidad y a la aspereza de sus guitarras, propias de un incipiente grunge que debía mucho a esa parte garaje que hablaba antes. Sin duda, la propulsión necesaria para desempolvar con garantías un auténtico temazo.

 

Lithium X-Mas (1990): la proto-versión

Sin esta versión, probablemente nunca hubiera existido la de Nirvana. O eso dicen. Aunque publicada en un recopilatorio de bandas de Dallas en 1990, esta formación tejana ya llevaba unos cuantos años versionando esta canción y, al parecer, Kurt Cobain era un fiel seguidor (tanto como para nombrar canciones suyas en su honor). Su propuesta es interesante, ácida, sucia, oxidada, y por eso es genial. Entre ese rock garajero y cierta querencia por lo industrial de bandas como los primeros Ministry o The Thrill Kill Kult.

 

Anika (2010): versión líquida

La polifacética artista germano-británica se descolgó con la que quizá sea la versión más rompedora de esta canción. En este tema, Anika lleva a buen puerto la comparación que recibía su forma de cantar con la de Nico, aderezada con una buena dosis de experimentación electrónica que bien podría remitir al electroclash en las primeras notas antes de darle forma definitiva con el característico riff.

 

Los Vinagres (2017): porque sí

A ver, es cierto que en este medio somos muy de seguir a los canarios Los Vinagres y más si tienen una versión de corte punk necesaria como esta. No será una cosa escandalosa, pero desde luego cubre un nicho. Los canarios se lanzaron con esta propuesta como contribución a Rockzone. The Bipolar Sessions 4 y ahí quedó para la memoria.

 

Trío extra

Es cierto que “Love Buzz” no cuenta con numerosísimas versiones, ni siquiera que pueda considerarse una canción que venga a la mente a la primera escucha, pero hay gente por ahí que todavía le rinde pleitesía con sus versiones. Y, curiosamente, las hay de muchos países. Algunas de las más curiosas son estas tres:

Hatcham Social (2008). Se puede hacer algo con pasión y que parezca que lo haces con desgana. Sin quitar el mérito del resultado por sucio (en el sentido positivo), esto sería un ejemplo de lo que digo.

Newaz (2013). Desde Nepal nos llega esta excelente en clave del hard rock más clásico. Dale una audición porque te va a sorprender.

Veeblefetzer (2019). Versión festiva y canallita del extenso grupo italiano que podría haber salido de “El tiempo de los gitanos”, de Kusturica.

 

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