Lady Gaga – Mayhem (Interscope Records / Universal)
Una cosa parece clara: Lady Gaga es una de las artistas de pop comercial más desconcertantes. Ella va un poco a su rollo creándose ella misma un personaje abierto a interpretaciones de todo tipo. En su microcosmos parecen convivir la exuberancia de la coplera, la gótica que viste con trajes extravagantes, o la actriz que tanto le tira un melodrama para lucimiento personal como un personaje de la factoría DC Comics. Como vemos, ella es su propio simulacro: en tiempos en donde los algoritmos dictan nuestros gustos ella parece ponerselo dificil a las grandes empresas de gestión de datos, y ella, en lo musical, tanto te puede aparecer en una playlist de pop, como de Nu Metal junto a Linkin Park, en el apartado grunge, en un repertorio de musicales, o colándose en una réplica de de artistas “si te gusta tal de gustará” Madonna o Michael Jackson. Esta versatilidad de Gaga daría para un estudio largo sobre su figura, tanto artístico como de personalidad, pero aquí estamos para analizar su último disco.
Mayhem (Interscope Records, 2025) se ha vendido como un retorno a los orígenes de la artista. Los tiempos de The Fame (2008), un disco plagado de hits incontestables, o su secuela con Born This Way (2011), y ciertamente en parte es así. Su vertiente más pop con arreglos oscuros están presentes y no dan respiro al oyente. La canción que abre su sexto disco perfila unas constantes en su discografía, y “Disease” juega a mezclar arreglos góticos con estribillos y ganchos que nos llevan a la pista de baile. “Abracadabra” es otro hit perfecto que engordará un futuro greatest hits de la artista. Lady Gaga se mueve como pez en el agua creando extravaganzas a ritmo de sintetizadores y bombo a piñón hasta alcanzar el éxtasis en estribillos que no conocen la moderación. Su voz menos.
El guiño a sus inicios continúa con “Garden Of Eden”, mientras que se pone metalera en “Perfect Celebrity” en la cual pone de manifiesto su ambivalente relación con la fama. Los mejores momentos del disco llegan con ese latido funky de “Vanish Into You”, los parecidos razonables con el “Sign ‘O’ The Times” de Prince en “Killah” (junto al productor francés Gessaffelstein), el retrofuturismo a lo Daft Punk de “Zombieboy”, y hasta se pone muy Pat Benatar en “LoveDrug”, en la que, de nuevo, se pasa de frenada en un estribillo de brocha gorda.
Un sampler del “Nobody’s Diary” de Yazoo pespuntea la melodía de “How Bad Do You Want Me” y el experimento no descarrila; no podía faltar el homenaje a Michael Jackson (“Shadow Of A Man”), y la balada hortera de “Blade Of Grass” es un relleno más que enlaza con su éxito planetario junto a Bruno Mars en la preciosa “Die With A Smile”. Un buen disco de Lady Gaga que, para quien esto firma, es el disco que se salda con alguna de sus mejores canciones en años.