Libro: Pere y María – Fernando Alfaro (Muzikalia)
Escribo estas líneas mientras escucho a Epic Sountracks, un tipo enamoradizo que hacía de cada desamor una oda a las sombras, a los abismos más insondables. Negrura. Integridad. Fernando Alfaro me recuerda muchas veces al bardo inglés, ya que parece que en cada línea de una canción se les vaya la vida a los dos. Las sombras esculpen divinos retratos de una orografía de la soledad. Escribía Kevin Junior -músico y amigo de Epic-en las notas interior del maravilloso disco de demos Good Thing, que una de las enseñanzas que se llevó del hermano de Nikki Sudden al estar a su lado era que incluso en las canciones más tristes hay una brizna de esperanza. Un asidero para no caer en el pozo negro.
Alfaro siempre ha estado bordeando oscuridades. Tiene pericia escenificando espacios literarios en donde las esperanzas frustradas, y los anhelos fugaces, se erigen en simbolismos de geometría variable. Unas veces intentamos la cuadratura del círculo, y morimos en el intento, pero la vida es ESO, morir en intentos.
Pere y María (Muzikalia, 2020) podría ser un apéndice al mejor disco de Chucho en años, ese Corazón Roto y Brillante (Intromúsica, 2020) que duele tan profundamente. Un dolor infinito. Los personajes de esta narración quizás recreen la intrahistoria del propio Fernando, pero qué más da. Aquí lo que importa es hasta cuanto estás dispuesto a soportar el dolor. Y gritar. Y beber hasta el amanecer escuchando al Sinatra bribón que robaba el amor de las mujeres de sus amigos.
Pere y María son dos despojos humanos, dos fantasmas que Alfaro enfoca siempre fuera de plano. Siempre desenfocados. Su vida es un álbum de fotos descoloridas. Recuerdos que se agolpan: te quieros no dados; folleteos por las esquinas hasta perder el control; series de televisión con asesinatos bautismales; camellos que te ofrecen tu último pico, o al menos esperas esa bondad; canciones que nunca se escribirán pero que taladran tu memoria. Despojos de vida que intentan un simulacro en la era del algoritmo.
Confieso que una vez vi a Fernando Alfaro viendo un concierto. Iba acompañado. Llevaba barba y una gorra que intentaba ocultar su rostro. Lo observaba porque quería inventariar cada movimiento que hacía, cada rictus de su cara. En mi imaginación quería hacer de él mi obra literaria imaginaria. Era un flâneur ante su presa que miraba sin mirar. Fernando se perdió de vista en un descuido mío. Ahora lo encuentro en estas páginas, y todo cobra sentido.
Puedes comprar el libro Pere y María – Fernando Alfaro en tienda.muzikalia.com
Maestro Alfaro