Nocturama: Grupo de Expertos Solynieve + Hermanos Cubero + Icy Amane

Termina Nocturama, tras dos noches con una lógica interna muy visible, agrupando artistas en principio poco relacionados. Algo así nos contó el organizador David Linde, que se subió al escenario para presentar a la primera artista. Por primera vez en 17 ediciones, hay rap en el festival; ¿y por qué hoy? Porque en su opinión, si alguien tiene ganas de ver a los dos grupos siguientes en la misma noche, es que será un público abierto de mente. La apuesta fue, desde luego, arriesgada, pero como os contamos, funcionó.

El festival tiene bien separadas las áreas de barra y de escenario, y al principio de la noche la segunda zona se llena muy despacio. El público remolonea, y la rapera onubense Icy Amane tiene que conseguir implicar a poca gente que además no es su público objetivo. Canta en inglés, hiphop del de toda la vida, vocalizando con energía y sin efectos de ningún tipo. Muy clásica; qué esperar de alguien cuya mayor influencia es Eminem.

Los temas en castellano (dos en un set de unos 40 minutos) sí tienen un punto latino y reguetonero. Se ven algunas cabecitas menearse. Se la ve segurísima de lo que está haciendo; más allá de las letras con faroles a lo “A ver si te enteras / yo soy la reina y hago lo que quiera”, nos anima a bailar (¡perread en las sillas! ¡Lo digo en serio, perreo socialmente responsable!), provoca, nos dice “la siguiente canción…. nah, no voy a decir nada”. Hace un paso de baile, se ríe, y nos ofrece una versión del Humble de Kendrick Lamar. Remata con Icy’s World, un tema que mezcla tres idiomas (inglés, castellano, japonés), rap y ritmos latinos, y el DJ firma con el estribillo de «Insane in the brain» de Cypress Hill, una canción que calculo tiene unos diez años más que nuestra artista. Pues eso. Que sabe de dónde viene y a dónde va. Por mí, que nos lleve con ella.

Los que sí que saben mejor que nadie de dónde vienen, venimos, son los Hermanos Cubero. Una mandolina, una guitarra y muchísimo humor, para traer canciones tradicionales castellanas y extremeñas pasadas ligeramente por influencias como el folk Americana. Traen al directo su disco doble, con dos retos muy diferentes: cómo traducir un álbum de colaboraciones, Errantes Telúricos, y cómo mantener el interés del público en las instrumentales bailables de Proyecto Toribio. La primera cuestión la solucionan con la ayuda de María San Miguel, violinista que da la réplica a Quique Cubero en los dúos, complementando a la perfección con la misma alegría y sentimiento que los hermanos. Respecto a la segunda, como dijeron ellos mismos, han escogido el peor momento para un disco de temas bailables, pero todos hacemos lo que podemos: el violín de San Miguel nos emociona, movemos los pies porque ganas de bailar no faltan, nos enternecemos con las canciones de amor que se alternan con las instrumentales, especialmente con «Tenerte a mi lado», dedicada a la memoria de la esposa de Quique, única canción del este concierto que no forma parte del álbum doble.

La noche terminó con el esperado directo de Grupo de Expertos Solynieve. Era un momento especial; su primer concierto fue precisamente en el estreno de Nocturama. Tienen al público entregado, su horita y poco coreando con las manos en el aire y al borde de las sillas. La verdad es que se lo ganan; su Nueva Reconquista de Graná, con la que abrieron, pasa del susurro del álbum a tener aires de himno rock de los de saltar y corear. Jota canta alto, claro y con ganas la mayor parte del tiempo, y se les nota a todos la veteranía. Tocan con la seguridad de quien lleva, efectivamente, décadas en esto; están en el equilibrio perfecto de quien podría tocar con el automático puesto pero sigue pasándoselo bien. Para nada se sacrifica el sentimiento; a ratos, como en «Tú, Misionero de Dios», J canta al desamor con furia adolescente, como si acabara de descubrirse. El conjunto tiende a aligerar e iluminar las canciones, en la selección o en los arreglos; destaca «Dime», el momento más “karaoke” de todo el festival (le cojo prestada la expresión a Mr Chinarro, que dijo la noche anterior que en su concierto no íbamos a poder “hacer karaoke” con canciones demasiado nuevas).

Por si su repertorio fuera poco, incluyen algunas versiones perfectamente adaptadas a su estilo. ¿Momento estelar? La subida al escenario por sorpresa de Hermano Cubero para «Así llegué a Granada», incluida en Errantes Telúricos como versión del «That’s how I got to Memphis» de Tom T. Hall. Sin desmerecer a las versiones de «Sureños» de Silvio y la maravillosa «Déjame vivir con alegría» de Vainica Doble.

Muchos artistas habían avisado desde el primer día de que no habría bises; los Expertos son los únicos a los que el público insiste, hasta que nos regalan un acelerado «La Reina de Inglaterra» junto con el deseo de volver pronto.

Un recorrido por treinta años de rap de la mano de apenas una chiquilla, una renovación tirando a popera del “rock andaluz” más establecido, y la tradición folk trasatlántica. Un programa de lo más heterogéneo pero que funciona. David Linde tenía razón: su público es el más abierto, y esperemos que en Nocturama sigan programando con el mismo atrevimiento en el futuro.

Fotos: Nocturama

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