Snail Mail – Valentine (Matador / Popstock!)
El difícil segundo disco. Un reto para todos los artistas, y si me apuran más complicado para una artista tan honrada por su primer disco como fue el caso de la joven Lindsey Jordan aka Snail Mail. Su primer largo, Lush (2018), ocupó páginas y páginas laudatorias en diferentes medios, gracias a canciones que se mecían en los maremotos contenidos postgrunge. Anhelos cercenados cantados por una voz que se balancea entre los tonos aniñados, dulces y ásperos a la vez.
El tiempo transcurrido entre el primer elepé y este excelente Valentine (Matador, 2021) han servido para que Jordan tome conciencia de su valía como compositora y aquí suena más depurada, con mucha más y mejor variedad de registros y texturas. Su querencia por los sonidos noventeros queda meridianamente claro, pero esta vez su música desprende un poderío enigmático -gran parte de culpa la tiene la producción de Brad Cook-, y un fulgor hechizante.
Abre el disco a lo grande con “Valentine” y ese estribillo a la carrera que tiende puentes entre Liz Phair y Dinosaur Jr., y la electricidad cabalga a lomos de versos de reafirmación “So why’d you wanna erase me, darling valentine? You’ll always know where to find me when you change your mind”. En “Ben Franklin” los arreglos de sintetizador hacen pensar en US Girls, y los rasgueos de guitarra son de una fisicidad fuera de lo común. Las heridas aún por cicatrizar de una ruptura amorosa laten en “Headlock”, y “Light Blue” es una enorme balada fingerpicking con unos exuberantes violines a modo de colcha.
La paleta cromática de Snail Mail es amplia, y de esta forma “Forever (Sailing) tiene un regusto soul e incluso de yatch rock que sabe a gloria, “Madonna” tira del retrovisor para llevarnos a los tiempos de las The Breeders, aunque acto seguido, “c. et al.” atrapa por su caligrafía confesional a lo Clairo.
Recta final de vértigo: “Glory” bien merece un hueco entre lo mejor que ha compuesto Jordan, y estoy seguro de que a Kristin Hersh le encanta, “Automate” es un temazo rock con guitarras canalizando toda la rabia de nuestra autora, y se sella este prodigio de disco con la calma orquestada de “Mia” en donde una voz declama “Lost love is so strange”. Creciendo.
Escucha Snail Mail – Valentine