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The Jayhawks – Back roads and abandoned motels (Sony)

A priori no parece un proyecto excesivamente ilusionante: un compositor entrado ya en los sesenta decide, junto a su banda de siempre, grabar temas compuestos previamente para otros artistas. Lo bueno es que el compositor es Gary Louris, y su banda The Jayhawks, con lo que al menos se abre una puerta a la esperanza. Después de varias escuchas, la puerta queda abierta de par en par dejando entrar el sol de la mañana y la brisa de la tarde: estamos, aunque parezca mentira, ante uno de los mejores trabajos de la banda de Louris y los suyos. Un disco que no le pierde la cara a sus grandes clásicos, ni siquiera a los grabados durante la exitosa membresía de Mark Olson en el grupo de Minnesota.

¿Cómo puede ser, cómo es posible que un álbum con canciones desperdigadas en el tiempo, compuestas a medias con artistas bastante diferentes entre sí, acabe convirtiéndose en un disco tan importante en la carrera de una banda? Hay varias respuestas para esa pregunta, pero todas podrían resumirse en dos: Gary Louris siempre ha sido un gran compositor, y The Jayhawks se encuentran en un momento dulce y apacible. Extraordinario, diría yo. La compenetración es máxima, y las armonías vocales (más utilizadas de lo habitual Karen y Tim) cada vez más impresionantes. Sí, insisto: al nivel de sus clásicos.

Los dos temas que Gary Louris compuso para el álbum de 2006 Taking the Long Way de las Dixie Chicks, «Everybody knows» y «Bitter end», están entre las mejores del lote. Aquí además suenan, como no podría ser de otra forma, a los mejores Jayhawks. Interesante resulta también escuchar «Come cryin’ to me», otro tema que Louris hizo para Natalie Maines, la vocalista de las Dixie Chicks, en la cada vez más brillante voz de Karen. Entre ellas queda insertada, agazapada pero saltando a la yugular en cuanto suenan un par de versos, el «Gonna be a darkness» compuesto junto a Jakob Dylan para la serie True Blood. De nuevo brillante interpretación de la banda. Tras un arranque así, con cuatro ases, pudiera parecer que el disco iniciaría un leve descenso. No es exactamente así, aunque la secuencia de las canciones parece pensada para meter las más potentes al principio y ceder a la melancolía pasado el ecuador. Después del country-rock de «Backwards women» (compuesta junto a Wild Feathers e inédita hasta ahora) llegan los baladones. «Long time ago», también inédita hasta ahora (compuesto con Emerson Hart, de Tonic), nace levemente acústica para entrar en un terreno a medio camino entre Neil Young y los Beatles; también calmada y sinuosa es «Need you tonight», mientras que para «El Dorado» se recupera a su intérprete original, Carrie Rodríguez, en una decisión para mí discutible  Karen vuelve a tomar la voz cantante. El folk de «Birds never flies» da por concluida la principal parte del disco, la de las autoversiones.

Sí, porque quedan dos canciones de las que no hemos hablado, dos temas nuevos compuestos para la ocasión. Mientras que en «Carry you to safety» me sobran sus coros poco imaginativos, curiosamente en «Leaving Detroit» una forma similar obtiene un resultado totalmente diferente, cerrando el disco dejando un gran sabor de boca. Vale, quizás no esté al nivel de sus grandes clásicos de los primeros años, pero que es lo mejor que he escuchado de ellos desde el Rainy Day Music, eso lo sigo pensando.

Escucha The Jayhawks – Back roads and abandoned motels

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