The Jayhawks – XOXO (SHAM / Thirty Tiger)
Un disco más de los Jayhawks. Motivo de alegría para sus fans, maniobra intrascendente para el resto del mundo. Es el signo de los tiempos, los grupos que viven del directo ya hacen los discos básicamente para premiar a los fieles seguidores que llenan las salas en las que tocan y permiten, por tanto, que las ruedas sigan girando. Eso hace que la motivación a la hora de afrontar una nueva obra original no sea fácil de encontrar, sobre todo para bandas longevas, reunidas tras largos períodos de separación para sobrevivir reivindicando glorias pasadas, que es donde está el parné. Algunas de ellas, como The Dream Syndicate, logran que eso no sea óbice para que su creatividad gane enteros, otras, como The Jayhawks, usan la plantilla.
Y es que, al final, todo depende de lo que uno espere y con el ahínco que lo espere. Yo personalmente no espero nada de ellos desde Rainy Day Music (2003) y creo que todo lo que han hecho desde que se reunieron (incluido el álbum que hicieron junto a Mark Olson) ha sido hecho para servir de parapeto a la enésima gira, que es lo que, como decíamos antes en términos más generales, mantiene las carteras de Gary Louris y compañía llenas. Discos inocuos que, a no ser que uno sea enamorado acérrimo de su particular forma de combinar -una y otra vez- las melodías de la british invassion con el country-rock, no aportan realmente nada excitante a un panorama actual que anda sobrado de nuevas ediciones interesantes.
Dicho esto -y dejando a un lado la horripilante portada y título, que oiga, también forman parte del disco- no es que sea un mal disco. Faltaría más, ellos tienen suficiente oficio como para hacer un disco con plantilla lleno de canciones bonitas y agradables al oído, sobre todo, repito, para sus fans de toda la vida, que son los que motivan su existencia. Nada resaltable, por otro lado, si lo que espera uno de la música es que le estimule, al margen de fanatismos y constantes revisiones de lo mismo.
Pero el disco es bonito. Si me apuran, el más bonito que han hecho desde que volvieron y, de alguna forma, más sincero. Siempre han sido una banda perfectamente engrasada tocando lo que mejor se les da, pero aquí además se les nota a gusto siendo quien son, cosa que en discos como Paging Mr. Proust no se notaba tanto. El resignado encorsetamiento en sus propios patrones ha dado paso a deleite por la música que aman, sin abandonar, eso sí, una manera de fabricar su sonido que deja poco espacio a la experimentación, si bien aquí encontramos determinadas adendas que resultan notables. Junto a las consabidas canciones melódicas a la par que guitarreras que reivindican al Neil Young más lírico y los Byrds más sixties, encontramos que en XOXO (qué título, por favor…) deslizan sorpresas como los tintes kinks de “Living in a bubble”, el barroquismo pop de la magnífica “Illuminate” o el tímido acercamiento a la música negra que es “Little victories” (con gran estribillo incluído), que si bien no apartan a la banda de su sempiterna senda, ni hacen que este disco sea radicalmente diferente de ninguno de los anteriores, sí que oxigenan un poco el resultado de un trabajo que no deja de ser intrascendente en cuanto a que significa la enésima reivindicación de su estilo por parte de una banda que hace ya tiempo que dejó pasar su momento, pero que se puede saludar, incluso por aquellos que no perdemos los papeles cada vez que Louris abre la boca, como un agradable disco de americana pop por parte de unos catedráticos en la materia.
Escucha The Jayhawks – XOXO
Maestros del powerpop