The Tubs (Wurlitzer Ballroom) Madrid 20/11/25
La gélida noche madrileña no impidió que un numeroso grupo de fans de The Tubs se congregaran a ver las evoluciones del combo en directo. Los británicos venían a presentar un segundo disco, Cotton Crown (25), incluso mejor que su de por sí flamante debut Dead Meat (23).
En su anterior visita por España ya atestiguaron su desenfadada, efectiva y entrañablemente desmadejada puesta en escena y sus maravillosas melodías son siempre motivo de alegría en tiempos agrestes. En esta ocasión, presentaban cambios en la formación ya que su guitarrista original George Nicholls ha abandonado el barco dejando sus tareas a un Dan Lucas que no desmereció con sus aportes a las seis cuerdas.
Tras una apertura divertida a cargo de los franceses Chanson Trottoir, que a mí, personalmente, terminó por hacérseme extenuantemente larga, apareció el cuarteto galés con su habitual frikismo encantador. En esta ocasión, se notaba que su consistencia sobre las tablas había ganado enteros y el peso de unas canciones herederas en parte de los mejores R.E.M. con un pátina de lija a lo Hüsker Dü encandiló a la audiencia desde los primeros lances del show.
Mención especial a la triada que conformaron “Sniveller”, “Freak Mode” y una arrebatadoramente intensa “One more day”, todo ello antes de un celebradísimo colofón donde asomó ese clásico absoluto de nuestro tiempo que es ya la fabulosa “Wretched Lie” y una descacharrante versión del “Teenage kicks” de The Undertones en la que su loquísimo baterista Taylor Stewart asumió por un momento el papel de frontman y Owen Williams se sentó a los parches. Una de las mejores bandas de guitarras del planeta hoy día. Esto es así.
Foto The Tubs: Raúl del Olmo

