Trentemøller – Obverse (In my room)
Tres años han pasado desde la última referencia en estudio de Trentemøller, Fixion (16). Aquel tratado de magmática darkwave amenazante y tensa ha mutado en una suerte de collage sonoro en donde el ambient y el downtempo vertebran una obra, Obverse (19), que huye de lo obvio y de lo inmediato, siendo decididamente oblicua y apelando a la quietud contemplativa.
Tan solo la dupla formada por “Trnt” y “One last kiss to remember”, con la colaboración esta de Lisbet Fritze y a la postre uno de los mejores temas del lote, rememoran un pulso peligroso que rebaja su presencia sin renunciar a las tonalidades darkys tan del gusto del danés.
Las colaboraciones femeninas son auténticas protagonistas. A la ya mencionada de Lisbet Fritze -con ese timbre vocal que tanto nos recuerda a Ruth Radelet de Chromatics-,nos acompaña también en “Blue september”, de tintes muy lynchianos. Destaca también la aparición de Rachel Goswell (Slowdive) en el corte que abre el disco, “Cold comfort”, dreampop etéreo con mejores resultados que los aportados por Lina Tullgren y la bajista de Warpaint, Jenny Lee, coqueteos indies sin demasiado fuste (“In the garden”, “Try a Little”).
Mucho mejor la belleza electrónica esquiva de “Sleeper” , o las texturas vaporosas de “Church of trees” y “Foggy figures”, ejemplos todos de la intencionalidad abstracta e ingrávida de un trabajo notable que, quizás, sólo peque de cierta dispersión puntual al tratar de ampliar su arco sonoro a través de una heterogeneidad que busca lo orgánico sin demasiada inspiración.
Trentemøller – Obverse (In my room)