Alhambra Monkey Week (Varios emplazamientos) Sevilla 18-20/11/21
La vuelta a la “seminormalidad” trajo consigo el retorno de la edición presencial del Monkey Week en Sevilla, en transición hacia lo que esperemos sea una nueva edición al uso el año que viene. El carácter urbano que siempre le ha sentado tan bien al evento sacrificó el calor del centro sevillano, con el consiguiente beneficio para los negocios locales, en favor de una vanguardista ubicación en la Cartuja, con una distribución atractiva de espacios que consiguió torear la contundente lluvia del sábado y sacar adelante la programación trastocando en algún caso lo planeado.
La jornada del jueves planteó un emotivo repaso al Mediterráneo de Serrat, con distintas figuras de la escena nacional, que llevaron a su terreno con mayor o menor acierto, una empresa que siempre supone un reto dado el peso del artista y de esa obra referencial. A destacar sobremanera las sentidas “Barquito De Papel” y “Lucía” de Anni B Sweet, que con su delicado timbre y su exquisita sensibilidad nos trasladó a un entorno mágico y a la altura de lo especial de la velada, incluido un sentido momento final con Los Estanques, preludio del disco conjunto que sacarán el año que viene. Tampoco desentonaron Dani Llamas, Maria Rodés o Rebe y Miguelito de Derby Motoreta’s Burrito Kachimba, dejando un sabor de boca bien dulce en una celebración de las que dejan poso. Antes, la francovenezolana Sophie Fustec, conocida como La Chica a niveles artísticos, convenció con su ecléctica mezcla de sonidos sugerentes y su personalidad embriagadora, poniendo Paco Moreno el broche final a la jornada inaugural con sus rumbas cargadas de sorna y surrealismo costumbrista.
El viernes presentaba un buen surtido de propuestas a destacar, desde el pop a ratos oscuro, a ratos luminoso y radiante de Morreo, con sus melodías chispeantes y adictivas, y que hicieron doblete sonando mejor el sábado en el Escenario Cubo. Sofía ofreció un show pleno de magnetismo y abstracción oscurantista, e invitó a sumergirse en su propuesta con decisión desgranando los temas de su recién publicado EP El Ayre Del Almena (Humo, 2021) ganando muchos enteros en las distancias cortas. Las granadinas Las Dianas derrocharon brío y energía, haciendo bailar a todos los allí presentes. Las canciones de su primer disco, funcionaron sobradas de punch y tino melódico, a lo que ayudó una actitud desbordante en ganas y saber hacer.
El Escenario AIE vivió momentos de contraste entre la descarga folclórica vanguardista de Ruiseñora, que entregó un set vibrante ante el que solo cabía moverse sin oponer resistencia, y en el que hizo paradas en sus distintas entregas, y la recogida ceremonia de un Ferran Palau en estado de gracia, sobrado a la hora de bordar un repertorio repleto de grandes canciones, capaz de dejarse en el tintero “Cel Clar”, “Amor”, “Parc” o “Més Enllà” y aún así regalar maravillosas postales de folk-pop atemporal como “Flora”, “Què será de mi?”, “Univers” o un número clave en su evolución como es “El Meu Lament” y hermanarlas con maestría con su reciente paseo por parajes decorados con sutiles trazos R&B que tan bien abraza el soul vanguardista a lo Frank Ocean como “Reflexe” o “Lluny” en un recital mágico, capaz de congelar el tiempo en esos instantes donde su excelente banda (con El Petit De Cal Eril a la batería tocando descalzo) paraba y Ferran silbaba, dibujando un paisaje onírico de belleza etérea y frágil que dejó con ganas de mucho más.
Pantocrator recrearon con nervio su imperfecto mundo, y alcanzaron picos de catarsis colectiva con “No Te Puto Pilles”, “Gobierno de China” o la reciente “Polígrafo”. Lo de Mujeres en el Auditorio anticipaba desfase y ganas de pogo, y mucho de eso hubo, así como quejas por los problemas de sonido, intervención de la seguridad al asaltar el escenario un grupo de gente y descontrol generalizado. Qué mejor contexto para sus pildorazos eufóricos y fugaces. Cuando sonó “Tú Y Yo”, muchos dimos rienda suelta a todo aquello que llevábamos tanto tiempo conteniendo. Mucho rock, mucha amistad y mucha cerveza voladora. Cerraron en ese escenario Kokoshca, que venían con su mejor disco bajo el brazo y que no defraudaron con su mezcla de pop directo con estribillos memorables (“Regresando A La Ciudad”, “Voy A Salir De Ésta”), y sus trampantojos sonoros donde el rock abraza hasta la rumba (“Himno de España”), con puntuales recordatorios a sus notables anteriores largos. Sonido apabullante, actitud y hits para parar un carro.
El sábado venía marcado por la amenaza de lluvia, lo que conllevó cambios en la programación. Esto no lastró una victoriosa jornada que vivió picos de intensidad con bolos como el de Depresión Sonora, un auténtico fenómeno en el universo streaming, que demostró el porqué de tanto interés tras su figura. Marcos Crespo, pilota una nave de extraña naturaleza que dispara rayos en clave lo-fi salpicadas por unas letras sin desperdicio, entre lo decadente y lo sugerente, con encanto descacharrado y enorme poder adictivo. Niña Polaca brillaron paseando las bondades de su radiante Asumiré la muerte de Mufasa (Subterfuge Records, 2021), incitaron al pogo en numerosos momentos, y dibujaron una sonrisa con su rock de puño en alto con puntuales tintes punk-pop.
Los esperados y deseados Black Lips no defraudaron con su imponente imagen y su aire teatral en cuya coctelera mezclan con tremendo desparpajo el glam-rock y el garaje. La gran apuesta del festival no defraudó y bordó un repertorio en el que no faltaron clásicos como “O Katrina!” o “Family Tree” ante una numerosa audiencia que se entregó desde el primer segundo. Rocío Saiz acabó tocando a la una de la mañana cuando inicialmente debía hacerlo a las 22h. A pesar de ello, bordó con su banda un divertidísimo concierto, repleto de hits de electropop espídico que combinan ironía y realismo crudo en las letras con brío y maestría. Imposible no bailar con dianas del calibre de “Autocensura” o “Si Mañana Me Muero, Te Habré Dicho Que Te Quiero”. Una explosiva versión del “Sobreviviré” de Mónica Naranjo sirvió de inmejorable broche para una edición del festival que sorteó con mucha buena música y excelente pericia logística y organizativa, las zancadillas tendidas por la actual coyuntura y la inoportuna climatología. Ya contamos los días para la siguiente entrega.
Fotos Monkey Week: Javier Rosa (organización) / José Megía