Duran Duran – Danse Macabre (BMG)
La de Duran Duran es una carrera de fondo anómala si la comparamos a la de muchos de sus compañeros de generación. Son uno de los pocos grupos fundados a finales de la década de los 70 que no han dejado de editar discos desde entonces, a pesar de los muchos baches atravesados, entradas, salidas, proyectos en solitario y demás avatares que los años han ido dejando.
Con al menos dos picos importantes de popularidad, uno a mediados de los 80 cuando encadenaron los aún imborrables Rio (1982), Seven and the Ragged Tiger (1983) y el menos redondo pero exitoso Notorious (1986), y otro en los 90 gracias al nuevo despegue que les supuso The Wedding Album (1993), pueden presumir no solo de una notable discografía, sino del empeño en continuar girando y grabando de manera ininterrumpida.
Si bien sus últimos pasos no son especialmente memorables, estos últimos años nos han dejado algún que otro chispazo interesante, sobre todo en ese Paper Gods (2015) producido por su fiel Nile Rodgers, Mark Ronson, Josh Blair y Mr Hudson,y las colaboraciones de Janelle Monáe, John Frusciante o Kiesza. Pero también Future Past (2021), en esta ocasión con Erol Alkan, Giorgio Moroder y Mark Ronson a los mandos, además de un buen puñado de invitados especiales, como Graham Coxon de Blur a la guitarra, el ex pianista de Bowie Mike Garson o las voces de Lykke Li.
Precisamente el origen del álbum que nos ocupa está en la gira de presentación de Future Past en Las Vegas el pasado 31 de octubre de 2022. Era la noche de Halloween y los británicos se disfrazaron para asaltar un escenario adornado tétricamente para la ocasión. Fue un repertorio especial, con la recuperación de «Secret Oktober» por primera vez desde 2011, la primera de «Love Voodoo» desde 2017 y la primera de «Nightboat» desde 2005. Pero también hubo espacio para versiones como «Spellbound» de Siouxsie and the Banshees, «Supernature» de Cerrone y «Ghost Town» de The Specials.
Danse Masacre no es más que la reimaginación de algunos viejos temas junto a estas y otras versiones, y tres canciones completamente nuevas en los que exploran diferentes estilos, desde ese funk de altos vuelos que es «Black Moonlight» (una de sus mejores composiciones en mucho tiempo) hasta la pegajosa «Danse Macabre» o la más pausada «Confession in the Afterlife». Las reinterpretaciones de su repertorio como «Night Boat» y «Secret Oktober 31st», esta última escrita con el guitarrista original Andy Taylor, quien toca en todo el disco por primera vez en 20 años. Nuevas visiones que aportan un matiz más oscuro y renovado sin terminar de mejorarlas -como siempre ocurre en estos casos-, mientras que con las versiones nos dan su cal y su arena. Si bien «Paint It Black» de The Rolling Stones, «Supernature» de Cerrone y «Ghost Town» de The Specials quedan un poco justas, las buenas vibraciones que transmiten «Bury A Friend» de Billie Eilish, la fiesta de «Super Lonely Freak» o «Psycho Killer» de Talking Heads junto a Victoria De Angelis de Måneskin, hace que el conjunto gane enteros. Al fin y al cabo, es puro divertimento para unos músicos que ya no tienen nada que demostrar.