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Entrevistamos a Standstill por su regreso

Aprovechando el final de la gira de salas (aún quedan los conciertos de Zaragoza- 30 enero- Oasis – Entradas y Madrid- 31 enero- La Riviera (Inverfest) – Entradas) ofrecida por Standstill, aprovechamos la oportunidad para hablar con Enric Montefusco y nos desentramara los motivos de su reunión, hacer retrospectiva del valor y sentido de su carrera y de mostrar las incógnitas que se vislumbran de cara a su futuro.

Un charla que sienta sus cimientos sobre la honestidad artística y el valor espiritual de ser y sentir tal y como humanamente somos.

“Standstill siempre se ha tratado de encontrar un lugar en el que expresar nuestra humanidad tal y como es, sin condicionantes”.

La primera pregunta tiene que ver con la extraordinaria reacción del público ante vuestro regreso, con esa  efusiva muestra de lealtad y de emoción en vuestras nuevas actuaciones en directo. ¿Os imaginábais que, después de tanto tiempo sin saber de vosotros, esa reacción fuera a ser así?

Hombre, la verdad nosotros intuíamos que había gente que nos echaba de menos y que habría una energía muy positiva y muy buena recepción pero, sinceramente, nos ha superado el volumen y la intensidad de ese cariño. Ha sido emocionante.

¿Hasta qué punto esa conexión tan positiva ha podido influir en la perspectiva de futuro que teníais a la hora de regresar?

Precisamente por el respeto que tenemos a lo que hemos hecho y a nosotros mismos volver no puede hacerse de cualquier manera; hay que estar a la altura y hacerlo con la misma energía, la misma fe y el mismo mimo con el que hemos hecho todo. Que se nos haya recibido de esta manera sobre todo la gente, pero también el mundo de la música pues es un dato a tener en cuenta. Lo que pasa es que no es lo único a tener en cuenta, es algo más complejo. No sólo es ya una gira de regreso donde realmente no hemos tenido que hacer nada, sólo anunciarlo e ir a los conciertos; es muy diferente que sacar material nuevo, financiarlo, grabarlo, encontrar la logística, todo el trabajo ejecutivo y económico para hacerlo y luego distribuirlo, promocionarlo, estar ahí en las redes…todo eso es mucho más complejo y realmente ahora hay que estudiar si es el momento de hacer todo esto, valorarlo.

 

¿Qué factores internos, particulares y comunes influyeron para que fuera el año pasado justo el momento para volver con Standstill?

Yo creo que a todos esa parada indefinida y la forma en cómo se hizo, el momento y las razones, nos dejaron un poco con sensación amarga, o agridulce, al menos. Teníamos un proyecto que no se pudo acabar de desarrollar como nosotros deseábamos y tuvimos que parar porque era inviable seguir haciéndolo. No lo cerramos bien ninguno de nosotros de manera positiva, había algo que nos dolía a todos. El regreso tiene que ver con eso, con darse cuenta de que ese camino que hicimos no acaba en una desilusión, sino que va mucho más allá y que el tiempo es sabio; lo es para nosotros, que lo vemos con otra perspectiva, y yo creo que también para la gente. Sobre si  este era el momento adecuado o no, antes o después, no sé, es complicado. Nos movemos por sensaciones e intuiciones y no es muy racional la cosa, ha llegado ahora, no sé bien por qué.

¿Y cuáles fueron, por otra parte, los que conllevaron en su momento a la desaparición de la banda?

En ese momento cuando lo dejamos era difícil y complejo de explicar porque eran muchos motivos a la vez de diferentes ámbitos. Visto con distancia y con perspectiva, parece mucho más sencillo: lo dejamos porque no estábamos dispuestos a hacer lo que se nos pedía en ese momento para prosperar en el mundo de la música y poder seguir siendo una banda profesional. Sin darnos cuenta nos estábamos arrinconando a un tipo de relación con la música y con la gente con la que no estábamos cómodos. En la medida en que tomamos decisiones para evitar eso se nos complicó la vida. Eran decisiones costosas, artísticas, de funcionamiento y nos terminaron desgastando también viendo que no existía el retorno en ese momento que necesitábamos para hacerlo viable. Eso era muy evidente en nuestra relación con las actuaciones en los festivales. Teníamos un conflicto con eso y las políticas que adoptamos para evitar caer en ese rodillo pues nos acabaron desgastando, es tan sencillo como eso; perdimos la fe en que ese era nuestro camino.

Una banda tan inquieta como vosotros, tan de cuidar el resultado final con esa labor casi orfebre de vuestra obra, especialmente durante  la segunda mitad, ¿cómo pensáis que podría encajar en estos tiempos si caben más instantáneos, efervescentes y fugaces que entonces?

Pues justamente es la pregunta que tenemos que hacernos nosotros. Cada vez estamos más alejados de lo que se pide, sobre todo con las redes sociales y el contenido que demandan, pero quizás por eso es más valioso y más importante lo que significa Standstill y lo que tenemos que defender, y quizás es el momento de reivindicarlo o de darle la vuelta a todo de alguna forma. Es una pregunta interesante y la respuesta no es fácil.

Volviendo la vista atrás, ¿Qué cosas quedan en el seno de Standstill de aquellos chavales que comenzaron a andar como grupo en Barcelona allá por 1997?

Lo fundamental sigue siendo lo mismo, y tiene que ver con la parada y con el regreso. Una especie de fe en hacer las cosas de una determinada forma que no es nada racional, es muy romántica, muy idealista y dejarse la vida ahí y que eso vale la pena más allá de la etapa que estemos viviendo como grupo, o las diferencias que haya entre nosotros, que las hay, y que es algo bonito y provechoso incluso. En ese sentido, esa energía  ilimitada que te pide este proyecto es algo que nos ha acabado uniendo y lo que ha hecho que otros muchos que han pasado por el grupo lo hayan acabado dejando.

Esta pregunta supongo que es el elefante dentro de la habitación y no espero una respuesta definitiva pero ¿os habéis llegado a plantear grabar material nuevo una vez que finalice la gira de salas?

Toca reflexionar profundamente al terminar la gira de salas, asimilar lo que ha pasado y ver si es posible o no hacer los discos como siempre lo hemos planteado. Preferiríamos esperar, o no hacer algo, que hacerlo si no es de la mejor manera posible. Ahora toca estudiarlo y, sinceramente, es una reunión que todavía no hemos tenido.

 

Esta es una pregunta que me gustaría hacer a todos los miembros de la banda, pero aprovecho a hacértela a ti ahora, Enric. Cuando te embarcaste en tu proyecto personal al separarse la banda ¿la manera de componer, acercarte a la música y sentirte satisfecho y realizado con el resultado final era similar a la que sentías al hacerlo con Standstill o notabas que abarcaba otros espacios diferentes y echabas de menos a la banda en algún momento?

Sí, evidentemente estar con Standstill supone estar en un barco muy intenso, muy potente, de una energía compartida por mucha gente creando cosas y por mucha gente esperándolo también y es un reto maravilloso, un lugar al que es muy difícil llegar. Sintiendo además que no has hecho concesiones, realmente es impagable, te hace sentir bien. Por otro lado, cuanto más grande es el barco, más difícil es hacer variaciones o adaptarse a circunstancias, o cambiar de tercio, por la inercia de identidad y seguidores, y también por la propia viabilidad y los miembros que lo componen, por lo que, evidentemente, estar en solitario me ha hecho sentir muy libre, ir tocando teatro, cambiando de miembros, de gente que graba en los discos… en términos de experimentación es fantástico, me permite llegar muy lejos y he hecho cosas que, seguramente, con Standstill no habría podido hacer, pero bueno, cada cosa tiene su lado positivo y además son complementarias, tampoco son excluyentes.

Si tuvieras que resumir el legado que Standstill supone para tantas personas como pueda ser yo, ¿Cómo te gustaría, en pocas palabras, que fuera recordada la banda a modo de epitafio? ¿Cuál ha sido siempre el principal valor que ha querido transmitir?

Al hacer este ejercicio de revisión inevitable al retomar este proyecto, uno se da cuenta de que de lo que se ha tratado, y de lo que se tendría que tratar, es simplemente de encontrar un lugar en el que se pueda presentar nuestra humanidad tal y como es sin condicionantes. Esto se ha reflejado siempre en un tipo de música que se ha abierto a cualquier tipo de influencia, o cambio, o mezcla, o deriva que, espontáneamente, apareciera en la suma de nosotros y hemos sido radicales en eso; también radicales al hacer los cambios de idioma, o de abrirnos a la artes escénicas simplemente porque formaba parte de nosotros, de lo que éramos en ese momento. Y también en el momento de dejarlo, humanidad en el sentido de, simplemente, observar que lo que hemos dejado en el camino siempre ha formado parte de lo que hemos sido nosotros, creo que está claro que nunca hemos querido hacer las cosas para algo o con un fin, o haciendo un estudio de lo que pasaría, al contrario, yo creo que en ese sentido han ido también las letras, el documental, los vídeos, las entrevistas…sencillamente explicar quiénes somos como personas, sin filtros.

«Toca reflexionar profundamente al terminar la gira de salas, asimilar lo que ha pasado y ver si es posible o no hacer los discos como siempre lo hemos planteado»

Entiendo que tiene que ser muy emocionante para vosotros, al igual que es para nosotros los fans, sentir algo así como la pertenencia a una comunidad con una banda como Standstill, así siempre lo he sentido yo, como si los fans tuviéramos un algo común que compartimos a través de vuestra música y con vosotros, especialmente en directo, una conexión que va más allá de las propias palabras o la misma música. ¿Es esa sensación y emoción que notáis en nosotros y vivís en vosotros suficiente recompensa en  este regreso a los escenarios, es la ejemplificación de justicia poética que, quizás, necesitábais confirmar a nivel colectivo?

Evidentemente, en el momento en que logras transmitir quién eres y que sea recibido, compartido y celebrado es una recompensa en sí misma, sin duda. Siempre hemos aspirado a poder seguir haciéndolo, nunca hemos tenido una intención de prosperar por prosperar o conseguir por conseguir; la finalidad última, y lo que nos recompensa nuestras almas, digamos, es sentirnos expresados, y compartidos y comprendidos y, bueno, algo como esta gira de regreso ha sido muy evidente. Han sido meses muy felices, sentir que no estamos solos, que lo que hemos hecho ha llegado a alguna parte y que tenía un sentido, todo lo otro que tenga que ver con la banda pasa a ser secundario, realmente.

Quisiera, para terminar, mencionarte algunas de las canciones más importantes para mí de Standstill y que me contaras algo referidas a ellas acerca de lo que te evocan o suponen.

“Two Minutes Song”

Es una canción que habla de una cosa muy sencilla que es el hecho de que es mucho más fácil destruir que crear y, en ese sentido, Standstill desde el principio siempre se ha puesto del lado del reto y de la dificultad de construir cosas aunque a veces parezca que no tenga sentido hacerlo.

 

“Memories Collector”

Es la canción que da título al segundo disco y viene a reflejar un momento en que habíamos vivido muchas cosas muy intensas que tenían que ver con la etapa en que girábamos mucho por todas partes, nos cambió la vida lanzarnos a la que era nuestro sueño y ese disco y esa canción habla de ser fiel a los recuerdos que vas teniendo y te van definiendo y que es lo único que hay que hacer en la vida al final.

 

“Cuando”

La verdad es que es un tema recurrente en nuestra discografía. Las dudas, la dificultad y la fe en hacer las cosas de una manera complicada y bonita a la vez, refleja un momento de mucha dificultad para la banda donde parecía que no tenía sentido seguir, pero, al final, encuentras motivos para seguir y esta canción es una enumeración de ellos en nuestro primer disco en castellano donde creo que ya podía expresarme un poco mejor.

 

“Cuando ella toca el piano”

En esta canción me inspiré en una cita de Borges que decía algo así como que “ellos no lo saben, pero están salvando el mundo”  y hacía referencia a los pequeños actos altruistas en la vida cotidiana de algunas personas, lo llevé al terreno personal en una relación que tenía yo y situándome como observador y no como actor. Y ahí está la fuerza de la canción. Es una de las letras de las que estoy más contento.

 

Si vieras”

Hay diversos temas que salen inevitablemente varias veces  en nuestras canciones y esta es una temática muy íntima y muy personal  que tiene que ver con la ausencia del padre a una edad bastante temprana y el vacío que eso supone junto a  la relación que queda después.

 

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