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Entrevistamos a Love Of Lesbian

Love Of Lesbian están de regreso con su nuevo trabajo, V.E.H.N. (Viaje Épico hacia la nada) (Warner), que llega cinco años después de El Poeta Halley (2016) que le siguieron diferentes giras y proyectos. Desde entonces su nueva música ha llegado con cuentagotas, como aquella canción inédita llamada “Charlize SolTherón, incluida en la película Memorias de un hombre en pijama y lanzada hace dos años.

Su nuevo trabajo es un emocionante trayecto por doce nuevas canciones, en las que siguen transformando sus experiencias vitales en música y continúan cuestionándose su oficio cada día. Hablamos con su guitarrista Julián Saldarriaga de su proceso de creación, de cómo la banda ha evolucionado con los años y de la responsabilidad que supuso la experiencia de ofrecer el primer concierto sin distancia social ante 5.000 personas.

«Nuestra intención es que el oyente perciba que ha ocurrido algo entre el principio y el final del disco»

Hola Julián. Supongo que se te hará raro recuperar la actividad promocional después de tanto tiempo alejado por estas circunstancias.

Pues en años anteriores me hubiera dado un palo increíble -como suele- por el curro que es, pero en esta situación en la que todo parece indicar que vamos a volver trabajar de nuevo, me parece maravilloso y lo estoy disfrutando.

Es de agradecer que no tiréis hacia lo obvio y sigáis buscando cosas nuevas en cada disco.

Es una intención y una motivación que utilizamos como motor desde el principio, poniendo etapas quizá en el cambio del inglés al castellano que ya fue una gran búsqueda o en momentos de climax como en 1999 (2009) con el «Club de fans de John Boy» que era un tema que nos comió el presente en aquél momento. Lo normal hubiera sido intentar repetir un himno como ese, pero nunca hemos tenido la intención. Nuestra intención es ir a sitios que nos pongan en vilo y explorarlos, es algo que gozamos.

El disco estaba previsto que saliera en otoño…

Ha sufrido un par de retrasos. En principio iba a salir en mayo de 2020, pero debido a la cuarentena se pasó a octubre y de octubre finalmente a este 16 de abril, que nos pareció ya inamovible.

 

A pesar de llevar tiempo grabado algunas canciones parecen anticipar en su letra lo que estaba por venir.

Sí, cierto. Ha habido una sensación generalizada con esto. Teníamos ganas de exprimir el desasosiego, la desolación e indagar en la rabia, un sentimiento en el que no habíamos trabajado hasta ahora, quizá en canciones como «Cuando diga ya» o «La mirada de la gente que conspira», pero donde queríamos seguir ahondando. Esto hizo también que a nivel de lírica pusiéramos un poco la lupa en el sentir popular que vivimos. En ese enfado colectivo que está instalado en el día a día, que cuando alguien tiene una opinión en Twitter, en la calle o en la prensa, salen como cuarenta voces rabiosas contradiciendo. Incluso el tono de la política y ya no solo de Cataluña o de España, que vive momentos de exaltación y de división. Cosas como lo de Trump, las juventudes en Chile… queríamos plasmar esa rabia que nos rodea.

Al final ese discurso de aliteración personal o colectiva acaba cogiendo más trasfondo con cosas como la pandemia o la cuarentena y parece que el planeta ha conspirado para que las letras tengan más calado, al igual que la portada. No solo por el título, sino por el tipo en un trampolín sobre una piscina vacía, un poco como nos ha acabado poniendo este virus, que ha puesto en duda ese futuro que muchos tenían tan claro o seguro y que ahora queda entre comillas.

Aunque se vaya viendo la luz, nos vacunen y demás, un proceso tan extraño como este aparte de perturbar a todo el mundo, al final nos revuelve por dentro y será difícil cicatrizar esa herida.

Así es, de hecho nosotros entre el Poeta Halley (2016) y ‘Viaje Épico hacia la nada‘ vivimos una serie de hechos e incluso decisiones que igualmente nos marcaron. Siempre te acordarás de esos pasos y de eso habla también V.E.H.N., de ese punto de origen hacia un destino y de cómo ese camino deja igualmente una frontera. Canciones como «Viento del Oeste» es una llamada al valor y al coraje para tomar decisiones y dar pasos, al igual que la canción «Viaje Épico hacia la nada» que abre el disco es el paso que dio un amigo de nuestro pueblo a quitarse la vida. Cómo el punto de origen es estar entre nosotros y el destino termina siendo la muerte, diciéndolo así en crudo.

 

El disco arranca con esta canción, que narra un hecho doloroso, ¿por qué contarnos una historia tan dura de inicio?

En realidad pretendíamos empezar el álbum con «Crisálida», de hecho la canción ya tiene una pequeña intro porque estaba previsto que fuera ahí, pero discusiones internas con la banda y los productores nos hicieron cambiar de opinión. La mayoría de nuestros discos suelen empezar con canciones más rotundas como «Allí donde solíamos gritar» y al final cambiamos la mecánica. La idea era hacer el trayecto de un lugar cerrado, melancólico y un poco desesperado, hacia un espacio más abierto y positivo. Las canciones se van abriendo con «Eterna evolución», «Viento del oeste» o «Catalunya bondage»… hasta acabar con «El paso», que es claramente una apuesta arriesgada de intentar mezclar instrumentos más acústicos y analógicos con una base electrónica. Nuestra intención es que el oyente perciba que realmente ha ocurrido algo entre el principio y el final del disco.

Vuestros últimos trabajos tienen largo recorrido, van más allá del disco/gira de un par de años y tardan tiempo en madurar.

Sí, aunque no es algo intencionado ni pretendemos que las giras duren tanto, lo que ocurre es que muchas veces nos vamos encharcando con ideas, como esta última que alargó nuestra entrada en el estudio para preparar V.E.H.N. de Espejos y Espejismos, que no fue un tour de El Poeta Halley, sino que estuvo más centrado en recuperar caras B y canciones poco habituales de Love Of Lesbian. El típico repertorio que no encajaría en un festival o que queda lastrado por la presentación de un disco nuevo.

El recorrido del que hablas también viene un poco dado porque no somos un grupo que entregue las canciones de modo fácil. Intentamos que el público tenga una cierta atención para acabar de entender en profundidad lo que quieren decir las letras o el mismo significado de una canción o un disco. Eso hace que las canciones no sean tan fungibles como un hitazo del verano, que a la primera hay gente a la que no le suelen entrar hasta que van escuchándolas más. En los tiempos en los que estamos, la inmediatez del que todo tiene que estar inmediato no te da la calma para poder escuchar o leer con la atención que le poníamos antes.

Justo destacaba eso en la reseña del disco, vuestras canciones parece que con el tiempo van creciendo, echando raíces y cobrando nuevos significados.

Tanto en las letras de Santi como en la música que componemos, pretendemos que existan pequeños misterios escondidos, lo planteamos un juego para que si pones atención puedas ir encontrando alguno, pero cuando sigues dándole vueltas y escuchando con atención, vas descubriendo otras cosas que estaban algo más escondidas. Nos gusta hacer eso en nuestras canciones y pensamos que eso es justo lo que las hace más duraderas.

 

Lleváis más de dos décadas en esto, ¿cómo habéis ido cambiando la forma de crear canciones en este tiempo?

Pues realmente no tanto como hemos cambiado nosotros. Quizá desde ‘Maniobras de escapismo’ (2005) nos juntábamos más Santi y yo y con el tiempo, se ha convertido en algo de trabajo a distancia, más individual. Aunque luego terminamos juntándonos y compartimos muchos archivos e ideas, pero ya no es ese trabajo que hacíamos cara a cara, es más desde casa con nuestros propios estudios caseros que han ido evolucionando con los años y facilitándonos también el trabajo.

En la producción también habéis asumido riesgos, más sintetizadores que de costumbre y hay hasta algún que otro vocoder, como en “Viento de oeste”, ¿disteis alguna pauta a Santos & Fluren y a Ricky Falkner?

Nuestros productores han hecho el trabajo de siempre, sin embargo nosotros habíamos trabajado mucho más antes que otras veces. Es muy difícil para ellos, que están cada dos semanas trabajando con gente diferente llegar al 100% de la idea que tiene un grupo. Hasta la fecha nos habían sacado las castañas del fuego con mucha maestría, pero en esta ocasión lo que pretendíamos era llevarlo todo al estudio muy trabajado. No es que ellos hayan trabajado menos, sino que han tenido la oportunidad de hacerlo con las ideas mucho más claras que en otras ocasiones. Eso nos ha permitido ir directamente al hueso de lo que pretendíamos.

Si hablamos de las colaboraciones, ¿el tema con Bunbury teníais claro que tenía que ser él quien lo cantara?

Por supuesto, si no hubiese podido participar en esa canción no habría salido en el disco. Era un tema al que íbamos dándole vueltas desde hace algún tiempo y a medida que iba saliendo, Santi adaptaba la letra al estilo de Enrique. Incluso mis guitarras ya tenían esa onda fronteriza que le pegaba bastante. A diferencia de «Catalunya bondage», que a lo mejor si no hubiesen podido participar Cristina Martínez y Álbaro Arizaleta de El Columpio Asesino, seguramente sí hubiera sido incluida, en el caso de «El sur» no.

 

Y hablando de «Catalunya bondage«, ¿qué tiene Cristina para enturbiar de esa forma tan personal las canciones en las que participa?

Pues básicamente eso. Nosotros podíamos haber llevado la canción a un punto extremo que siempre hubiese sido reconocible como Love Of Lesbian. Queríamos darle ese toque cool como «dejado» que tiene ella, que parece que no quiera hacer, pero sin embargo deja una pátina que acaba convirtiendo su participación en una marca muy personal. Es como esos objetos que no quieres tocar pero que una vez los has tocado no quieres dejar de hacerlo (risas). Tienen una cosa muy elegante ellos, son muy sinceros con su música, nunca se esconden. En ocasiones suenan hasta violentos, pero siempre como digo, terriblemente elegantes. Esa combinación es muy complicada y su aporte nos daba justo algo a lo que nosotros no llegábamos y ellos lo hacen sin pestañearse.

Para terminar, habéis sido pioneros en la experiencia en Sant Jordi, de actuar ante 5.000 personas sin distancia social. ¿Se conocen ya los resultados del estudio?

Los resultados se publican estos días en rueda de prensa. Aún no conocemos bien las cifras, pero tanto los organizadores como la comunidad científica están bastante satisfechos con ellos. Parece ser que el evento va a tener resultados positivos no solo para la música en directo, sino para eventos deportivos a gran escala. Tanto conciertos, como eventos culturales o el ocio nocturno podrán ir poniendo en práctica algunas de sus medidas con el mismo rigor que el que se usó en el concierto de marzo.

Supongo que habrá sido mucha responsabilidad a pesar de estar respaldados por un equipo médico.

A nosotros nos daba muchísimo miedo y tuvimos muchas discusiones. De hecho, en el momento que nos lo propusieron dijimos que no, no nos apetecía poner en riesgo nuestra carrera cuando llevábamos un año tan delicado con tantas advertencias de las autoridades sanitarias, la distancia de seguridad, etc. Te proponen hacer esto y lo primero que haces es acojonarte y rechazarlo porque tienes una idea rígida establecida en la cabeza de que eso no se puede hacer. Pero a medida que fuimos contrastando nuestros miedos y nuestras dudas con la comunidad científica y vimos el trabajo que proponían, nos animamos a formar parte de la solución, para ver si pronto más gente en nuestra situación y el sector en general, puede volver al trabajo. Que hace mucha falta.

Escucha V.E.H.N. (Viaje Épico Hacia la Nada) de Love Of Lesbian

Foto: @ritapuigserra

5 comentarios en «Entrevistamos a Love Of Lesbian»

  • Interesante lo de que plantean las canciones como si tuvieran varios misterios dentro, eso dice mucho de ellos

  • Después de solo 2 escuchas, de momento no me apetece volver a intentarlo, me resulta un refrito lésbico un tanto manido quizás cuando llegue el verano le vuelva a dar otra oportunidad…. quizás.
    Ah, solo sesenta memorias perdidas me dice algo bien.

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