Entrevistamos a Nacho Vera (Capitán Bazofia)

El pasado 18 de febrero se publicó ‘Viaje de fin de novios’ (2022), el nuevo disco de Nacho Vera al amparo de su alter ego Capitán Bazofia. Un trabajo que vuelve a mostrar el peculiar talento de su autor y que, entre otras, incluye las colaboraciones de la banda gallega Trilitrate y el catalán Albert Pla.

«Llevo mucho tiempo en el underground y tengo las expectativas lo suficientemente bajas»

¿Cuáles dirías que son las principales diferencias entre “Viaje de fin de novios” (2022) y el anterior disco de Capitán Bazofia, “Ánimo, animales” (2017)?

En la instrumentación hay un gran cambio. En ‘Ánimo Animales’ a mi set se sumaban dos saxos que daban un color bastante particular al disco, mientras que en esta ocasión el grupo Trilitrate está omnipresente en nueve de las diez canciones. También creo que este LP es más ecléctico, que es más fácil de escuchar, o al menos ese es el feedback que me va llegando. Las canciones se entienden mejor, es más comercial en algún sentido. También ha habido muchas más colaboraciones que en el anterior: Trilitrate, Albert Pla, Richard Collins-Moore, Amanda Digón, Sam Gómez, Álvaro Pérez y Sebastián Merlín.

Han pasado cuatro años entre ambos discos ¿Por qué tanto tiempo? ¿Has estado implicado en otros proyectos?

La verdad es que no. Me cuesta quizás un poco más porque arranco solo, y me lo tengo que pagar todo. No podría asumir el gasto de producir un disco cada menos tiempo. También tuvimos pandemia de por medio. Cada dos años sería mi ideal para parir un disco, pero también dependo de mucha gente: he pedido ayuda a muchos compañeros y hemos tenido que agendar ensayos, reuniones, etc, El disco está grabado en cuatro tandas entre finales del 2020 y verano de 2021. Pero por temas no es, porque siempre tengo cosas que contar.

El disco ha sido grabado con la banda gallega Trilitrate ¿Ha sido esta colaboración determinante en el álbum?

Totalmente. Pensé en ellos cuando hacía los temas, se los enviaba e iban haciendo los arreglos. Han sido muy generosos con el proyecto, y cuando estábamos a punto de grabar en estudios Brazil me acogieron unos días en Vigo para ensayar, y luego vinimos a Madrid para materializar el disco. A última hora se apuntó David al contrabajo y bajo eléctrico, sin apenas haber ensayado. Aun así la grabación fue muy fácil, todos grabando en directo, excepto las baterías que las grabé a toro pasado. He tenido mucha suerte de que se tiraran al barro. Por cierto, vendrán a la presentación el 23 de febrero en el Matadero, y mi idea es girar más adelante con ellos como banda: hacer un doble cartel, Trilitrate y Capitán Bazofia. Ellos acaban de editar “Está de Grelo”, discazo por cierto.

Capitán Bazofia Viaje portada

La producción y los arreglos han corrido a cargo de Manuel Campos ¿Cómo ha influido en el sonido del disco?

Manuel es mi hombre de confianza, el que me ayuda a tomar decisiones. Además estuvo presente en la grabación, grabó sintes, guitarras y pianos. Para mí es un lujo imprescindible. Cada vez que grabo un disco me aporta seguridad y me quita caos, llevamos más de veinte años haciendo música juntos. Muchos de los arreglos son de Trilitrate, otros míos pasados por el filtro de Trilitrate, y otros de Manuel. Luego las decisiones de qué poner o quitar van guiadas por Manuel y por mí. A veces teníamos que prescindir de algún arreglo para que el tema caminara mejor. Tener a alguien con buen oído al lado es un lujo.

En el disco también aparece Albert Pla ¿Cómo surgió la posibilidad de contar con el artista catalán y qué tal funcionó la química entre vosotros?

Le conocí en el 2016, cuando yo estaba haciendo un musical sobre el 23F, en el Teatro del barrio. Albert cayó por allí con Muguruza porque estaban de gira con su espectáculo “Guerra” y teníamos amigos en común. La función era muy divertida, un musical sobre el golpe de estado escrita por Pepe Macías. Luego estuvimos charlando e hicimos buenas migas. A partir de ahí siempre tuve en mente que algún día le llamaría para colaborar en alguno de mis proyectos. Ha sido muy generoso y cada vez que le he pedido algo en referencia al tema se ha prestado. De hecho, grabamos su parte dos veces, y también le liamos para el videoclip. Cada vez que ha estado en Madrid le hemos secuestrado un ratito. También nos une el trabajo en el teatro y el humor como vía de escape. Para mí es un referente de lo que es un artista libre y personal.

La propia “Viaje de fin de novios” y “Cuando me dejas atado” son dos éxitos en potencia ¿Eres consciente de ello?

Bueno, llevo mucho tiempo en el underground y tengo las expectativas lo suficientemente bajas. Me encantaría que radiaran más mis temas y que tuvieran más repercusión, pero de momento no ha pasado. Así que espero que alguien más comparta tu opinión…

Capitán Bazofia foto

¿Qué puedes contarnos acerca de esas dos canciones en concreto?

De “Cuando me dejas atado” estamos preparando un videoclip que saldrá a mediados de febrero. Esta canción trata de un perro y su dueño, aunque también podría extrapolarse a una relación de pareja; “Viaje de fin de novios” es una de esas auto-ficciones que tanto están de moda. La idea surgió de un viaje con mi novia al sur de Portugal, e imaginé una agencia de viajes que organiza viajes de fin de novios para que las parejas acaben bien su relación. Sería una buena película si la dirigiera Charlie Kauffman, o una tragicomedia ácida dirigida por Yorgos Lanthimos. Tengo algo escrito sobre el tema, y si algún día les llego a conocer se lo propondré.

¿Cuál es el objetivo de tu música? ¿Qué tiene que tener siempre forzosamente una canción de Capitán Bazofia?

Creo que sobre todo las canciones tienen que ser personales. Yo me expongo y cuento, de alguna manera, una historia personal “ficcionada”. Que tenga un punto naif también es parte de mi idiosincrasia. Eso no le resta importancia, a mi modo de ver. La mayoría de veces están llenas de elipsis y de juegos de palabras, de poesía, de humor y de melancolía. No me gusta mucho explicar una historia al uso, pero todas las canciones tienen un porqué, aunque no sean explícitas.

Cuando veo que me pongo muy serio salta de serie el airbag del humor

En tus canciones tiende a haber un componente de humor e ironía…

Para mi es básico, siempre emana algo. Cuando veo que me pongo muy serio me salta de serie el airbag del humor, un freno a la seriedad. Creo que nada es serio, ni siquiera la tragedia. Por otro lado, me siento muy comprometido con lo que canto. Es mi forma de defenderme de lo hostil, y el formato en que me siento más conectado conmigo mismo. Aún conservo mucho niño dentro de mi cuerpecito, y ese sabe más que nadie porque fue el primero que se lo pasó bien.

Al mismo tiempo, diría que las canciones también tienen un componente poético y teatral.

Lo teatral yo lo entiendo como algo lúdico, entretenido, un juego muy serio como dice algún que otro maestro. Se puede hacer una canción divertida y con profundidad sin ser pretencioso, esa sería una de mis metas. En este disco, por ejemplo, hemos rescatado “¿Te matarías por mí?”, un tema de Manuel y mío, de un musical llamado “hijo tele” que escribí hace más de veinte años y que trataba sobre un brote psicótico de un amigo. He trabajado en el teatro desde los veintidós y no lo separo de mi faceta a la hora de componer canciones. Siempre he combinado la música con mi carrera de actor y eso me ha hecho ser diferente a la mayoría. Pienso que esa es la mejor arma para seguir en este oficio. En mí siempre está presente la idea de contar y de entretener con una historia, o simplemente a través de imágenes. Las canciones tienen el poder de emocionar con un ruido, con un sonido, una palabra. Y ahí hay poco que entender, es el momento donde se puede dejar pasar el misterio, incluso a tu pesar.

Tengo curiosidad por saber cuáles son tus principales referentes creativos ¿Qué influencias destacarías en Capitán Bazofia?

Te diría gente que me gusta y de las que escucho recurrentemente algún tema suyo, como Milton Nascimento, Dr John, Captain Beefheart, Neil Young, Robert Wyatt, Rosvita, Chicho Sánchez-Ferlosio, Todd Rundgren, Alberto Montero… En general me gustan las propuestas que yo entiendo como personales y honestas. La otra vertiente es escuchar discos que sacan amigos como Trilitrate, Peña, Gilbertástico, Above The Tree o Fajardo. Y ahí ya entra lo personal. Muchas veces mis referencias me llegan por otras personas. El otro día, por ejemplo, después de un concierto sacaron a relucir a Topor. Me encanta la fantasía, el humor, lo absurdo, el “humor amoratado” como denominaban aquello que hacía Topor. Todo aquel que tenga algún ingrediente de ese tipo será bienvenido a mi mesa. Lo último que he visto y que me llegó especialmente fue “Inside” de Bo Burnham. Me sentí muy reconocido, alguien que en soledad puede montar un súper espectáculo, con humor y mala baba poética. A Manuel le recuerdo en algún deje a Jorge Drexler, en algunos temas. O a Albert Pla. Yo creo que es más por haber grabado el tema juntos. En cualquier caso, me siento muy identificado con el modo teatral que tiene Albert a la hora de enfrentarse a sus shows. Y en el cine soy bastante fan de Charlie Kauffman, y de su peli ‘Synecdoche, New York’. En el fondo soy bastante normal.

Un poco en la misma línea ¿Qué te ha inspirado para componer estas nuevas canciones? Veo una narrativa costumbrista bastante palpable y bien retratada…

Hay, como siempre, mucha infancia, juventud, muerte y amor. Un resumen de mi vida ficcionado, básicamente. Creo en el misterio de la creación, siempre he sido una persona que se ha dejado llevar por la intuición. De repente un tema me nace de una frase o de una melodía, y me pasa mucho que escribo una letra y mucho más tarde empiezo a entender lo que quería decir o descubro la importancia que para mí tenía decir algo en concreto. Otras veces es un suceso puntual del que hablo y probablemente solo me entere yo, pero si está contado honestamente a mí me vale. Cada canción de este disco tiene una gran historia detrás y, a veces deliberadamente, solo vemos la puntita del iceberg. En “La edad divina”, todo surgió de una frase que me dijo mi maestro Arnold Taraborrelli en una de nuestras conversaciones semanales. El tiene noventa años y cada vez se ve con más dificultad a la hora de moverse. Ese día me dijo que se “veía desaparecer poco a poco”, y ese fue el hilo del que empecé a tirar para hablar de que quizás la mejor edad sería la de no haber nacido aún, porque es la que nos proporciona más posibilidades.

¿Por qué afirmas que “Viaje de fin de novios” es un disco muy gallego?

Es una pequeña broma con mucho de verdad. Trilitrate son gallegos; el arte lo hizo Beatriz Lobo, también gallega; David Santos al contrabajo también es gallego. Y todos de Vigo. Yo llevo grabada a fuego mi propia morriña de serie. Me crié en Vigo de los cuatro a los doce años, y tengo muy idealizada esa etapa de mi vida. En “Estuve en esta canción” hay alguna referencia explicita a esa etapa de mi vida. Para rematar presentaremos el disco en Vigo el día 18 de febrero en la sala Kominsky, por lo que me acercaré unos días antes a ensayar… Debería haber pedido una subvención a Abel Caballero.

¿Qué aprendiste en Rosvita (anterior banda en la que militaste) que hayas trasladado a Capitán Bazofia?

Rosvita ha sido mi maestra de vida para casi todo. Veinte años compartiendo un proyecto dan para mucho, y siempre he tenido la inquietud de hacer canciones, incluso antes de pertenecer a Rosvita. Pero al ser batería era un poco más complicado. Aun así, en la banda poco a poco me hice un hueco en la creación de los temas, que exponencialmente se hizo más y más grande hasta que lógicamente mi necesidad de rodar las canciones que no cabían en Rosvita hizo que creara mi propio proyecto. Manuel Campos y Manuel Arija siempre han sido un refuerzo positivo a la hora de confiar en mi potencial creador musical.

Capitán Bazofia foto

¿Dónde acaba Nacho Vera y empieza Capitán Bazofia y viceversa?

Capitán Bazofia es mi lado más lúdico y teatral, y Nacho Vera es el lado más consciente, que desde fuera puede capar o dar rienda suelta al lado más salvaje, un gran engranaje absurdo. En este disco siento que está más presente Nacho Vera, pero igual Capitán Bazofia no piensa así, creo que se manipulan mutuamente. Ya son niños viejos.

¿Cómo son los conciertos de Capitán Bazofia? ¿Cuál es el formato y qué debe esperar el público que acuda a verte a una actuación en directo?

Sobre todo, un lugar donde se encontrarán canciones bellas y entretenidas, aderezadas con humor y poesía. Espero ser cercano y dejar hueco a lo que pueda suceder ese día en concreto. Mi ideal sería tocar siempre con Trilitrate como banda, al menos presentando este disco, pero sé que eso no será posible ya que están en Vigo y yo en Madrid. Casi todas las canciones funcionan incluso cuando las toco solo, así que seguiremos tocando allí donde nos inviten, solo o acompañado.

 

 

 

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