James (Sala La Riviera) 14/09/22
James iniciaban en Madrid su gira peninsular de tres fechas (próximas paradas en La Apolo de Barcelona y en Murcia dentro del Visor Fest), con motivo de la presentación de su último disco, el notable All The Colours Of You (Nothing But Love/ Virgin 21). La visita de la banda inglesa estuvo cerca de agotar el papel y La Riviera presentó en todo caso un excelente aspecto, gracias a ese público de la vieja guardia que evidenciaba fidelidad y devoción hacia una de las bandas más incuestionable del indie-pop británico de finales de los ochenta y los noventa. Lo cierto es que, en su nueva visita a la ciudad y a pesar de no firmar el mejor concierto que se les recuerda, James volvieron a motivar la magia. El combo liderado por Tim Booth es poseedor de un tipo de chispa poco común y extraordinaria, que prende en vibraciones positivas y que, independientemente de todo lo demás, deriva de manera irremediable en puro disfrute. Poco importa que el propio Booth se mostrase sensiblemente más comedido (menos eléctrico, si se prefiere) que en ocasiones previas, o que la complicada acústica del local privase de un mejor sonido, porque James iban a salir de La Riviera en volandas. Sí o sí. Una vez más.
El concierto fue inaugurado con la preciosa (y apropiada) “Out To Get You”, que creció imparable desde la calma hasta la explosión final. Un guiño nostálgico que, en cualquier caso, no iba a ser la tónica de la velada. Los nueve músicos que en la actualidad conforman James venían con nuevo trabajo bajo el brazo, y demostraron una total confianza en los temas incluidos en ‘All The Colours Of You’ (Nothing But Love, 21). Por eso, a continuación y en una decisión no exenta de valentía, sonaron piezas como “Isabella”, “ZERO”, la propia “All The Colours Of You” o “Beautiful Beaches”, además de “Interrogation”, “Walk Like You” y “Curse Curse” de otra referencia más o menos reciente como es ‘La Petite Mort’ (BMG, 14).
Una selección no solo válida sino incluso valiosa, que en directo funciona sin complicaciones. Sobre todo salteada con habituales como “Ring The Bells”, la elegantísima “Seven”, “Born Of Frustation” y “Sound” –todas del inolvidable ‘Seven’ (Mercury, 92)–, motivando el éxtasis en la empática audiencia. Así llegó el supuesto final del grueso del concierto con la celebradísima “Laid”, ese momento en el que el grupo abandona el escenario por protocolo para regresar minutos después con la intención de acometer bises y el fin de fiesta. Pero resultó que el público no quería que la fiesta parase, y con una brutal ovación consiguió paralizar a Booth, quien reconoció que así no podían abandonar el escenario y seguirían tocando. Llegó entonces un despliegue definitivo que incluyó dos de los singles más celebrados de la troupe, “Getting Away With It (All Messed Up)” y una “Sometimes” alargada más allá de los diez minutos, con el público coreando una y otra vez su seductor estribillo ante el asombro y la satisfacción de los músicos. James lo habían vuelto a hacer y dejaban, ahora sí, uno de esos cierres que quedan en la retina y se recuerdan muchos años después.
De entre un catálogo inconmensurable como el amasado por los mancunianos a lo largo de casi cuatro décadas, cada uno de los asistentes echaría en falta sus favoritos. Porque hubo flagrantes ausencias, desde luego, alguna obvias del tipo de “Come Home”, “Tomorrow”, “She’s A Star”, “Sit Down”, “Say Something” o incluso “Just Like Fred Astaire” del muy reivindicable ‘Millonaires’ (Polygram, 99). Pero James probaron que continúan avanzando y se muestran convencidos de que sus discos más recientes pueden mirar de frente a aquellos mitificados, mientras que ahora son grupo (aún) más detallista sobre las tablas, con esa numerosa formación apuntillando el perfil y también el alma de las propias canciones. Es obvio que James no ofertaron su mejor versión y, sin embargo, sacaron a relucir su hechizo por enésima vez. Ese con el que siempre obsequian a sus afortunados seguidores, que parecen poseer en propiedad y surge en paralelo y de manera inherente a su propia música. Por eso James es la banda a la que amar. Sin peros; sin excepciones. En todas y cada una de sus fases y, por su puesto, en todos y cada uno de sus encantadores conciertos.
Fotos: Raúl Julián
Muy buena crónica. Totalmente de acuerdo!
Gran crónica felicidades, estoy de acuerdo han tenido conciertos mejores.