Núria Graham – Cyclamen (Primavera Labels / Universal)

La postal que guardaba en su mesita de noche que se trajo de su viaje a Procida -isla que pertenece a Nápoles- sirve de inspiración para este ambicioso trabajo de Núria Graham. Procida es también parte de la orografía emocional de la joven cantautora, porque fue allí donde se fraguó una ruptura amorosa, y es algo que marca de alguna manera u otra.

Cyclamen (Primavera Labels, 2023) es un pentagrama que rebosa emoción, que cautiva por su belleza ingrávida. La cantautora de Vic esta vez trabaja a su ritmo, sin presiones, y entrega su álbum más inspirado. Las canciones parecen como bosquejos -en algunas ocasiones-, aunque esto no quiera decir que vaya en detrimento de la calidad final de tan sublime resultado. Además, como letrista Graham entrega alguna de sus mejores letras, con narraciones que parecen atravesar túneles del tiempo, y en donde la fantasía y la naturaleza se dan la mano para hilvanar versos de belleza oblicua y atávica, sensorial, por momentos inquietantes.

Abre y cierra el disco con “Procida I” y “Procida II” para cerrar un círculo vital que anuncia el regreso homérico de una mujer renovada, más segura de los pasos a dar. Son sonidos cuyas resonancias nos llevan a Bacharach, aunque también a los arabescos melódicos de Joanna Newsom (gran trabajo de Helena Cánovas a los arreglos orquestales). “The Catalyst” es otra delicada pieza que empieza a piano y va envolviéndose entre los acordes de las cuerdas y la percusión, algo que es recurrente en un disco que sabe crear estados de ánimo como suspendidos en un tiempo y un espacio incierto.

No me extraña que la mítica Verve se haya fijado en ella y esté presente en la edición del disco, porque los toques jazzísticos de impronta clásica dotan de músculo estas composiciones. Muestra de ello son temas como “Poisonous Sunflower” (co-escrita junto a Blake Mills), con aires a Steve Lacy, o “Birdman” (Fionna Apple meets Tom Waits).

La sombra alargada de Laurel Canyon recorre los sinuosos recovecos de “Fire Mountain Oh Sacred Ancient Fountain”, el jazz elegante a lo Diana Krall en “Oh I Bless Thee se expande por el cosmos, y de repente las guitarras de “Disaster In Napoli” parecen empuñadas por los Sonic Youth. La calma se posa en “The Beginning Of Things” con claras influencias de Van Morrison, “Gloria” es pop mayúsculo sustentado por líneas de violín, “Dust Bowl Dreamin’” es otra fantasía de juguete y en “The Waterway” Graham entona preciosos versos de despedida (“Since you’ve gone; beach sand all over my songs”).

Escucha Núria Graham – Cyclamen (Primavera Labels)

 

 

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