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Santander Music 2022 (Campa de la Magdalena) Santander

Había ganas de regresar al bonito emplazamiento de Santander Music tras dos años de ausencia obligada. Con media España achicharrada por el calor, acudir a un evento de mediano formato, cómodo, sin aglomeraciones, en un entorno insuperable, con precios contenidos y temperaturas en torno a 20º, es una de las experiencias que más podemos recomendar cada verano.

Uno de esos valores seguros que cada primer fin de semana de agosto llega acompañado de un cartel a la altura y que esta edición traía interesantes novedades, como una jornada inaugural centrada en sonidos urbanos y un bonus track protagonizado por Leiva que llegó para sorpresa de los asistentes, que pudieron acudir con un importante descuento.

Santander Music, jueves 4 de agosto

La organización ha ido programando diversos eventos en la ciudad durante estos dos años, era el momento de retomar el festival con todas las garantías y celebrar la que ha sido su duodécima edición, que como decimos arrancó el jueves centrándose en el trap, abriendo con la artista local Deva bajo una lluvia que deslució la primera parte de la noche. Un día de calentamiento que tardó en despegar e igualmente dejó el show de Mentaguay en tierra de nadie.

La cosa se enderezó con el fin de la lluvia y las actuaciones del alicantino Kidd Keo que llegaba con el reciente TRIPPY & TRAPPER grabado junto a Yung Sarria, Moreno y TALE$, y de RVFV, que desplegó sus populares temas. El jueves culminó con el set de Flaca que puso a bailar a todos los asistentes.

Santander Music, viernes 5 de agosto

La segunda jornada fue diferente. Clima más apacible, más color y el electrizante arranque de Grande Amore, propuesta de Nuno Pico, que ayudó a entonarnos gracias a las canciones de sus EPs y su disco homónimo editado el pasado año. Un filtro de temas plagados de sintetizadores con ecos de kraut, tecno y elctrorock y canciones como “Vamos Enchernos (e Vamos Falar de Cousas)”, «Tou pensando», «Perdón por ser tan sexy», «25» y por supuesto su «Esta pena que a veces teño» que todo el mundo coreó. El gallego se despidió con su habitual humildad dando la palabra al público por si tenía algo que añadir.

Tras el arranque de la interesante sesión de Don Gonzalo, que durante los intervalos que protagonizó alternó grandes clásicos del postpunk y el indie, el escenario principal quedó a merced del particular directo de Guitarricadelafuente. El proyecto de Álvaro Lafuente tiene la virtud de ser una golosa anomalía. Un hecho diferenciador que le aleja de la habitual estandarización del pop facilón y le convierte en abanderado de un íntimo universo que bebe de la tradición y se transforma en algo único.

Folk, rumba, flamenco e influencias latinas y mediterráneas se dieron cita en un bonito show amparado por el reciente La Cantera producido por Refree. Una banda de apoyo a la altura y su guitarra (y puntualmente un teclado) para deleitar al público en temas como “Sopita de pan, la versión de “La Llorona”, “Guantanamera», «La Filipina» o “A mi manera”. Sin duda, uno de los conciertos del festival.

Cambiamos de escenario y bajamos de la nube a la que nos había subido Guitarricadelafuente para enfrentarnos al rock vitaminado de The Gulps. Una banda con aún mucho por hacer, en cuya música se vislumbran influencias del punk, la new wave y el britpop, a la que el mismísimo Alan McGee fichó para su nuevo sello It´s Creation Baby. Nacidos en Londres y liderados por  el riojano Harry All y el guitarrista vasco Charie Green, completan su formación con el bajista francés Simon Mouchard, el baterista de el Líbano Raoul Khayat y el guitarrista calabrés Francesco Buffone.

Una especie de ONU musical con actitud que disfrutamos por partida doble, el viernes en el recinto y el sábado en la sesión vermú en el Centro Botín. Sonó su popular «Stuck In The City», presentaron su último single con ecos de Blur «King of the disco», nos invitaron a bailar con los guitarrazos de «The King House» y terminaron con un «¡viva el rock n’ roll!» que les quedó un poco demodé.

Otro de los triunfadores de esta edición ha sido Xoel López. El gallego reorientó su carrera tras el final de Deluxe y desde entonces no ha dejado de reafirmarse como uno de los artistas más especiales de nuestro país. Su amplia visión no conoce límites y ese afán por fusionar estilos y convertir su cancionero en una muestra variada de la world music con alma, es su principal baza. Arropado por la genialidad de María Yfeu , Charlie Bautista, Teyou, Ede y compañía, nos cautivó durante cerca de dos horas con un generoso repertorio en el que jugó con la música y nos invitó a jugar al resto.

Sonó pletórico e imprevisible, no solo mirando a las canciones de Si Mi Rayo Te Alcanzara (2020), sino deteniéndose igualmente en Sueños y Pan (2017), Paramales (2015) o el que podríamos considerar su debut dentro de esta nueva etapa, Atlántico (2012), del que se cumple ya una década. Xoel convenció con un gran concierto en el que nos dio todo lo bueno que tenía, del pop desprejuiciado de «Jaguar», a la densidad de «La espina de la flor en tu costado»; del tropicalismo de «Tigre de Bengala», los ritmos contagiosos de «Ningún nombre, ningún lugar» y «Alma de oro» o la introspección de «Tierra», a la explosión final de «Lodo», toda una celebración comunal que nos dejó con la sonrisa en la boca.

Reconozco que tras la tremenda exhibición de talento de Xoel López, enfrentarse a la performance de la mocratriz Rocío Saiz resultó durillo. Más allá de su activismo o de lo loable de sus reivindicaciones, no encuentro nada reseñable que destacar de su paso por Santander Music. Todo muy impostado, versiones ramplonas de temas conocidos para animar a la gente, una interpretación algo acelerada… lo mejor: que duró poco.

Afortunadamente, Alizzz volvió a subir el nivel de la noche. El catalán se ha paseado por festivales de todo el país para defender su estupendo Tiene que haber algo más (Warner, 2021), disco que repasó de arriba a abajo acompañado de su solvente banda y que pronto tendrá continuación, según nos confesó. Cada vez se le ve más cómodo sobre el escenario y a pesar de tener un repertorio corto, sus canciones tienen la suficiente solidez como para mantener al público entregado durante una hora en la que pasaron de la juguetona «Fatal», al funk de “Siempre Igual”, el crescendo de «Salir», la densidad de «Luces de emergencia» o el synthpop de “Disimulao”. Nos invitó a “Amanecer” y nos hizo vibrar con la espídica e irónica «Ya no vales» y su éxito «El Encuentro», sin ser necesaria la presencia de Rigoberta Bandini, C. Tangana ni Amaia para que todas ellas tuvieran el fuelle necesario para enganchar. En la parte final nos sorprendió versionando «Un buen día» de Los Planetas y cerró con la esperada «Ya no siento nada» en otro de los puntos álgidos del viernes.

Aún quedaba tiempo para la actuación de Varry Brava, que aguardamos con un nuevo tramo de Don Gonzalo al son del «Transmission» de Joy Division entre otras perlas. Los oriolanos Óscar Ferrer, Aarön Sáez y Vicente Illescas cerraban el viernes con una ración de pop contagioso, al ritmo de sus temas más populares. Ahí estuvieron «Calor», «No Gires»,  «Hortera», «Playa» y claro, su «Raffaela» con la que ganaron foco mediático. Estaban destinados a cerrar la «Fiesta» y lo consiguieron con creces.

Santander Music, sábado 6 de agosto

La tercera jornada de Santander Music fue la más multitudinaria, dados los platos fuertes que nos aguardaban. Les tocó abrir a Los Estanques & Anni B Sweet, que trajeron su reciente Burbuja Cómoda y Elefante Inesperado (Inbophonic Records, 2022) a Santander Music para inundarlo todo de rock psicodélico y la magia que han conseguido aunar los de Íñigo Bregel con la artista malagueña.

Los acordes de “He Bebido Tanto (Que…)” nos hicieron entrar de lleno en esa bendita sinergia que ha dejado algunas de las composiciones más interesantes del año en curso. Todo funciona en esta unión que nos llevó de “Tu Pelo de Flores”, “Brillabas” o “Caballitos De Mar” a “Bla, Bla, Bla” o “Llévame Al Cielo”, donde nos dejaron para seguir afrontando el sábado.

Glasio arrancó con una sesión de tono funk y disco, que combinó con un set en vivo más adelante en el que hizo gala de ese synthpop hipnótico y que como el día anterior con Don Gonzalo, funcionó de maravilla. Todo estaba listo para poder vibrar con el que terminó siendo el concierto más redondo del festival. Y es que León Benavente volvieron a demostrar que pocos están a su nivel sobre el escenario. Son una banda con un directo demoledor y sus nuevas canciones, a pesar del riesgo que han asumido dejando a un lado las guitarras y abrazando los sintetizadores, no solo funcionan bien, sino que amplifican todas sus virtudes. La mutación de Abraham Boba de cantante introspectivo a animal escénico se asume con total naturalidad y la perfecta conjunción que forma junto a Edu Baos, Luis Rodríguez y César Verdú no deja de aumentar su pegada.

La tripleta “Líbrame del mal”, “Di no a la nostalgia” y “Persona” dejó claro que las composiciones de ERA (Warner, 2022) están tan hechas para el directo como sus portentosas «Estado provisional», «La Ribera» o «Como la piedra que flota», que también tocaron. Uno ha podido disfrutar de León Benavente en vivo unas cuantas veces, pero reconozco que nunca había presenciado la bestialidad que se marcaron en momentos como la emocionante «La canción del daño» o las desatadas «Gloria», «Ser brigada» o una «Ayer salí» directamente apoteósica con Boba dándolo todo. De verdad, muy grandes.

Después del arrase de León Benavente, era momento de reencontrarnos con unos viejos conocidos de la escena y del Santander Music, donde nos recordaron han actuado cinco veces. Los granadinos Lori Meyers solo tienen que meter la mano en la chistera e ir sacando su amplia colección de hitazos para armar un concierto vibrante, épico y emocionante.

“Luces de neón”, “Planilandia”, “Luciérnagas y mariposas”, “Emborracharme”, “Hacerte volar”, “Alta fidelidad”,  “¿A-Ha han vuelto?” o “Mi realidad”, son razones de peso para fundirse con un grupo entregado desde el minuto uno y para que el nivel se mantuviera bien arriba todo el sábado.

Si me hubieran dado a elegir, hubiera programado a El Columpio Asesino antes de Delaporte, dejando los beats de Sandra Delaporte y Sergio Salvi como cierre, pero finalmente llegaron antes y durante algo más de una hora nos pusieron a bailar a base de una sesión de tecnopop sin pausa, que arrancó con el inicio de «Las Montañas» y pasó por «Kryptonita»,  «Clap Clap», «Desnudarnos otra vez», sus versiones de Daddy Jankee («Gasolina») y El Columpio Asesino («Toro»), «Cariñito» y una «Bang Bang» con la que se despidieron.

Eran las 3.15 y parecía que no quedaba mucha gente por allí, pero los primeros acordes de la instrumental «Ataque Celeste» con la que El Columpio Asesino iniciaron su actuación, fue el efecto llamada necesario para que poco a poco el escenario principal cogiera el color merecido.

Siguió otro trío infalible de su última entrega conformado por «Huir», «Preparada» y «Sirenas de mediodía», con protagonismo absoluto para la magnética Cristina Martínez. Contundencia y sobriedad que dieron paso a la voz de su cantante/batería Albaro Arizaleta en la reciente «La niña chica».

A partir de ahí, no faltaron «Babel», «Ballenas Muertas en San Sebastián», sus «Diamantes» y sus «Perlas» y claro, ese himno generacional que es «Toro» para gozo de los que aún agotaban los últimos minutos en la espectacular Campa de la Magdalena.

El domingo trajo como regalo el concierto extra de Leiva con el que se puso la guinda a una edición cuya organización cifra en 18.000 asistentes (12.000 durante los tres días del festival más los 6.000 que se dieron cita en esta última cita). Cuatro días de música acompañados de la exposición en el Centro Botín de Arantxa Recio, autora del cartel de esta edición de Santander Music y la sesión vermú el sábado 6 de agosto, bajo el pachinko de este centro de arte.

Santander Music confirma ya las fechas para su edición nº 13 el primer fin de semana de agosto de 2023. Los abonos ya están a la venta a través de www.santandermusic.es.

 

 

Fotos Santander Music: Gonzalo Rogina

Foto portada: Gemma Carreres

Un comentario en «Santander Music 2022 (Campa de la Magdalena) Santander»

  • Fue espectacular, de verdad que sí. Como bien dices, es el festival más recomendable de verano no solo por el cartel sino por el clima, las cervezas a 3€, la comida muy rica, se aparca en la puerta. No lo digamos muy alto que luego viene todo el mundo y nos invaden xD

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