Xoel López

Paramales es un medicamento musical contra la melancolía

A diferencia de Atlántico, el primer disco que Xoel López publicó al margen de Deluxe, Paramales no es un trabajo conceptual.

Cada una de las trece canciones que lo conforman se han realizado de una manera diferente e incluso en ciudades y continentes distintos. Eso, asegura Xoel, ha influido en el resultado final de un álbum que, como su nombre indica, resulta casi un amuleto para la superstición.

Aprovechando su lanzamiento, hemos charlado con él para que nos hablara de su regreso.

Paramales, como tú mismo has dicho, es un disco «diverso y ecléctico». ¿De dónde surge esa mezcla de estilos y sonidos?

La verdad es que fue un disco que llevó tiempo, hay mucho trabajo ahí detrás. Tenía la intención de haberlo sacado antes, pero el proceso llevó su tiempo. La búsqueda fue profunda en muchos aspectos, y a nivel de producción quise llegar a lugares donde nunca antes había llegado, por eso llevó su tiempo. Pero creo que mereció muchísimo la pena.

¿Es el disco más libre de Xoel López?

Quiero pensar, y es claramente mi objetivo, que cada disco que hago es totalmente sincero, y de hecho siempre busco esa sensación de libertad, aunque también es verdad que eso no es tan fácil de conseguir. A veces existe algo en el inconsciente que te frena, y no lo puedes controlar. Con la edad, y con la experiencia, viendo que Atlántico fue un disco tan diferente, rupturista en muchos sentidos, el público de alguna manera me dijo que estaba conmigo, así que me dio una sensación de libertad todavía mayor, que está sin ninguna duda implícita en el disco.

Incluyes una canción íntegra en Gallego, «A serea e» o «Mariñeiro», cosa que personalmente me encanta, y que aparte de ser uno de los temas más originales y cautivadores del disco, recuerda mucho a los cantares populares gallegos, mezclado de forma exquisita con ritmos tropicales y africanos, con ausencia de guitarras y con distorsión en las bases y tu voz… ¿surgió un poco para saldar tu deuda con el idioma?

Sí, es un guiño «á terriña» y también una cuenta pendiente conmigo mismo, es algo que yo quería hacer desde hace tiempo, significa muchas cosas. Es curioso, yo empecé cantando en inglés, y de alguna manera pasarme después al castellano, y con los años acabar haciendo una canción en galego, tiene mucho de significativo. Yo sigo evolucionando, sigo viajando, sigo descubriendo cosas nuevas, pero siempre tengo un pié en mi Galicia, mi lugar de origen.

No solo pensé, voy a hacer una canción en galego, sino que pensé en experimentar hasta donde pudiera llegar, es una especie de neofolklore. Es como un golpe de aire fresco. De hecho la estamos ensayando para los directos, y la sensación es de renovación, de estar haciendo algo nuevo, lleno de frescura, muy revitalizador para mí.

Paramales es una palabra inventada, que no significa nada, pero recuerda a algo relacionado con la superstición, ¿cómo surgió?

Es una palabra inventada. De hecho, cuando decidí llamarle así al disco, puse a prueba a un amigo para que me diera su opinión, teniendo en cuenta que era una palabra inventada, me dijo que le sugería amuletos. Para mí es más un antídoto para los males, un medicamento musical contra la melancolía. Pero hay algo que va más allá del significado de una palabra que en realidad no existe.

Es una interpretación libre, sin acotaciones ni libres, es como una página en blanco, una declaración de intenciones que puedes definir como tu quieras, y que resume perfectamente el espíritu del disco.




Volviendo a la mezcla de estilos, no escatimas en alusiones a elementos folclóricos hispanoargentinos, como expresiones típicas argentinas o sonidos de castañuelas de orquesta como en Sol de Agua, ¿qué significa la expresión?

Sí, es una expresión que conocí por medio de un amigo paseando por Bogotá. Sol de agua es algo que se utiliza para definir a un sol falso, a un sol que no es verdadero, es como un presagio de que va a llover. Yo lo usé un poco como metáfora de algo que pasó en España, lo que se denominó como crisis, esa gran estafa que todavía estamos pagando. Tiene que ver con la España que yo estaba dejando cuando me fui a Argentina, y el chasco fue justo cuando yo estaba fuera, pero lo viví de alguna manera, aunque no fuera tan intensamente. Se puede aplicar a cualquier cosa porque no deja de ser un chasco. Lo bonito es que cada uno lo lleve a su terreno, y lo identifique con su propio significado.

A veces me da rabia hablar sobre determinados significados, porque corta un poco la divagación que le puede dar cada cual.



En el disco, se tratan temas de muy diversa índole, ¿la política aparece en más canciones del disco como «Antídoto» con un planteamiento más romántico?

Nacho Mastretta aporta su acordeón en «Antídoto», de una forma muy afrancesada, y por lo tanto con pinceladas románticas. El tema, casi una rumba tocada con un bajo muy punky, y es una de las que más se modificó durante el proceso de grabación. El resultado final, en el que también hace su pequeña aportación Jairo Zabala (Depedro), poco o nada tiene que ver con la maqueta inicial.

«Caracoles», es sin duda la canción más dulce del disco, ¿es una exaltación de la belleza femenina?

«Caracoles» es una canción muy bonita de amor, quizá la canción más dulce que he hecho nunca, un recorrido por el cuerpo y la belleza femenina, que quería plasmar de alguna forma.

En contraposición, «Todo lo que merezcas» está llena de reproches…

Es una canción dura, pero no nos olvidemos de que son canciones. No necesariamente debe reflejar un aspecto personal, ni necesariamente tiene que haber una persona detrás del despecho. Realmente lo que se intenta dar a entender es que la violencia solo genera violencia. Sí que es un disco de contrastes, pero bueno, la vida está llena de contrastes. Puedes estar enamorado de alguien y te inundan sentimientos muy poitivos, y a la vez tener un desprecio absoluto hacia otra persona, lleno de connotaciones negativas.

«La casa hace ruido cuando te vas» es sin duda una de las delicatessen escondidas del disco. El tema ha sido compuesto por Lola García Garrido, tu mujer, y cantada a dúo con ella de una forma hermosa…

Tengo que decir que es la primera vez que grabo algo en un disco que no es mío. Sí que en el disco anterior, la canción «El asaltante de estaciones» es una canción compuesta por los dos, pero en ésta ocasión es una canción íntegra de ella. Le propuse grabarla y meterla en el disco, porque me apetecía, y así fue. Hicimos una especie de dueto, con una fusión muy especial.

Es el disco más tuyo, y en el que más colaboraciones tienes, ¿no es así?

En general he tocado yo casi todos los instrumentos que aparecen en el disco, aunque también es verdad que hay muchas colaboraciones. Son trece temas, grabé ocho bajos, dos o tres baterías, y grandes amigos y artistas también quisieron participar. A parte de Nacho Masttreta, el disco también ha contado con la colaboración de Andrés Litwin (Depedro), David «El Indio» (Vetusta Morla), Fernando Lamas y Roberto Lozano (Deluxe, Coronas, Corizonas) en la grabación de las baterías. También participaron Lola García Garrido, Miguel Rivera (Maga, De La Cruz) o Iván «Chapo» (Deluxe, Mclan, Amaral).

En directo Xoel se rodeará también de los mejores. Contará con Charly Bautista, Miguel Rivera (Maga), Lola García, Chapo y Andrés Litwin. La presentación oficial será el 4 de junio en la sala Joy Eslava de Madrid.

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