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Entrevistamos a Andrés Costureras (Pshycotic Beats)

Pshycotic Beats ha publicado un nuevo álbum en 2022, Festering, que quizás sea el más personal de todos los suyos. Aunque en todas sus canciones se filtran sus vivencias y turbaciones, da la sensación de que aquí lo hacen directamente, sin filtros intermedios, de una manera más confesional y sincera que nunca. Además estamos ante un disco con grandes canciones y muchos matices, un álbum que en una primera escucha puede parecer simple y bailable pero que esconde muchos detalles que nos hemos propuesto desvelar en esta charla con su autor, Andrés Costureras. Hablar con él siempre es un placer porque no esconde (casi) nada, no tiene pelos en la lengua y su mundo interior, para bien o para mal, es vasto e intenso.

«En Festering he hecho un viaje 100% autobiográfico, desde la infancia hasta la actualidad, y en las letras estoy diciendo por primera vez cómo me siento como ser humano»

Has publicado recientemente un nuevo álbum, Festering. Supongo que el título no está escogido al azar. Explícanos un poco el porqué del título.

Festering en inglés tiene varias acepciones, pero la más común o certera es “enconado” o una herida que supura pus, una herida sin limpiar, mal curada. Mi enfermedad mental proviene de muchas heridas de la infancia que no sólo estaban mal curadas, es que no se trataron en absoluto. Tampoco se trataron las de la adolescencia ni las de muchas fases de mi vida como duelos de pérdida de 3 amigos que murieron por suicidio en un lapso de tiempo muy corto. Todo eso al final ha hecho que me plantase con 37 añazos (hace 5) a hacer psicoanálisis por primera vez, tras una crisis de extrema gravedad que casi me cuesta la vida.

Se trata de un álbum que, como todos los tuyos, tiene mucho de ti, de tu historia, tus miedos y tus sueños. ¿Quizás más que en otras ocasiones?

Esta vez ha sido distinto porque en todos mis discos anteriores yo me he formado mundos ficcionados distópicos, en los que me inventaba alter egos y personajes porque no quería hablar de mí. Pero tampoco podía hablar de mí porque no sabía quién era, no tenía una identidad bien definida porque la había suprimido o anulado totalmente debido a esas vivencias enconadas de mi infancia. Aun así en Dormihcum y The Black Sea estaba revelando muchísimas cosas, pero en Festering he hecho un viaje 100% autobiográfico, desde la infancia hasta la actualidad, y en las letras estoy diciendo por primera vez cómo me siento como ser humano, es la primera vez que tengo conciencia plena de mí mismo.

 ¿Podríamos decir que este disco es más luminoso y hedonista, más festivo, al menos en lo musical?

Sí y no. En cierto modo las primeras canciones del disco pretenden ser poperas, hedonistas y luminosas, pero yo creo que he fracasado estrepitosamente y me ha salido lo contrario. Es un disco cero inmediato, que requiere muchas escuchas y que va mutando en la cabeza del oyente, lo cual creo que es contraproducente porque hoy en día es casi imposible que la gente escuche un disco entero más de una vez. En realidad creo que nadie pasa de la canción 6: si te fijas en los streams de cualquier disco al azar los números bajan a lo bestia en las 3 últimas canciones. Así que creo que Festering va a correr peor suerte que mis discos anteriores.

De todos modos da la impresión de que las canciones están muy elaboradas, que para nada resultan sencillas ni orientadas solo a la pista de baile.

Exacto, porque yo no hago música de baile, ni música de clubbing. Mi objetivo es la canción pop bien alicatada, a veces es susceptible de ser pinchada en una fiesta o de sonar que te cagas en una disco con buen sonido. Pero hoy en día, que los DJs hacen esas sesiones odiosas basadas en remezclas estandarizadas, no creo que pinchasen mis singles porque los originales siempre son relegados casi siempre al ostracismo, no vaya a ser que al público no se le de todo 100% mascado y vayan a pensar por sí mismos…

A lo largo de todas las canciones se repiten referencias ya conocidas en tu música: Scott Walker, Moroder… Pero en este caso está todo salpicado de un inquietante y martilleante sonido industrial que, por lo que has contado en alguna ocasión, tiene como referencia a Trent Reznor. ¿Cierto?

El sonido de este disco es una mezcla entre NIN, un grupo alemán de los 80 que se llama Propaganda y los sonidos crujientes de la electrónica que hacían Marc Bell y Björk en los 90 para aquellos discos alucinantes de la islandesa como Homogenic o Vespertine. Por los tintes autobiográficos del disco he querido hacer un disco que reflejase los sonidos de mi infancia, marcada por la música de mis hermanas mayores, que veían Tocata a todas horas y tenían puesto en el tocadiscos a toda pastilla todo el tecno pop y el new romantic de la época. He querido reflejar todas esas influencias pero intentando ensuciar el sonido y que tenga cierto regusto a música underground y minoritaria. Escucho mucha música antigua pero de sellos poco conocidos o cosas perdidas, muy independientes, tengo decenas de sesiones de Larry Levan, Franckie Knuckles, Marshal Jefferson, Mark Watkins, Joe Yeary, Franc Korr, cintas de fiestas gays en chicago, Nueva York o San Francisco del periodo que va entre 1979 y 1983 y joyas que he ido atesorando a lo largo de toda mi vida y que son mi fuente de inspiración. Me gusta la pureza de cada género, su génesis en el Underground antes de ser fagocitadas y prostituidas por la industria. Siempre hay que ir a los clásicos. Casi todas las referencias que me adjudican no se ajustan a mi bagaje, no me identifico con casi nada de lo que dicen que son mis influencias (ni Moroder, ni Erasure), eso son asociaciones del oyente o a lo que os recuerda a vosotros al escuchar mi música. Creo que es un error oír un secuenciador o un sintetizador en una canción y ya decir que copias a Moroder o estás haciendo música ochentera porque me parece muy reduccionista. Un secuenciador lo tienen casi el 100% de las canciones de la música de baile. Me gustan mucho más Patrick Cowley o Sylvester que Moroder por ejemplo.

A veces las canciones son una coraza tras la que el autor se parapeta. En otras ocasiones, son una forma de decir lo que uno no diría en persona. En tu caso, sin embargo, la persona y el personaje siempre han ido bastante de la mano. ¿Son estas canciones el fiel reflejo de lo que es ahora la vida de Andrés Costureras?

Sí, totalmente, hay poco lugar a la interpretación en estas letras, es una colección de canciones 100% transparente.

Pshycotic Beats

Hay que tener en cuenta, de todos modos, que por lo que sé empezaste a componer estos temas allá por 2018. ¿Por qué has tardado tanto en publicarlas? Supongo que alguna de esas canciones que empezaste a componer en 2018 acabarían en el EP The Bleeding Songbook, ¿no?

No, The Bleeding Songbook fue un paréntesis durante el que dediqué 6 meses a componer, grabar y mezclar el EP. En 2018 tuve una depresión descomunal de extrema gravedad. Hace cinco años y todavía no he salido del pozo, aunque estoy mejor, pero me pasé dos años y medio en la cama, sin poder ni ducharme, ni salir de la cama, ni comer, ni hablar. No articulaba palabra, es una situación inexplicable y aterradora. Compuse las tres primeras canciones del disco al principio de la enfermedad y luego no pude hacer nada en dos años. Luego pasó lo de Killing Eve, que fue una cantidad ingente de papeleo burocrático en medio de la depresión, me puse un estudio de grabación nuevo y le di una vuelta a la producción de las canciones que había compuesto. Después paré para hacer The Bleeding Songbook y producir un par de discos para otros artistas (Loof, Norwen). Hasta 2021 no me encerré a componer y grabar todo Festering. Es la única manera, bloquear un año para hacer un disco y vivir únicamente para él.

Yo compongo y me dedico a la música porque lo necesito, si no lo hago me muero

De todos modos la grabación se alargó bastante más de lo habitual, ¿no?

Si, fueron 14 meses de jornadas maratonianas de 16 horas, durmiendo poco y pasándolo mal. Todos mis discos los he compuesto, grabado y producido en un periodo de 6 meses, es normalmente el tiempo que me lleva. Pero este disco ha sido un proceso muy doloroso, he tenido un bloqueo y una sensación de pérdida de confianza en mí mismo como músico. He tenido una sensación de fracaso muy grande a lo largo de todo el proceso, como si me estuviese saliendo algo muy malo o me viera incapaz de terminarlo. Es de hecho el disco del que menos satisfecho estoy, he grabado todas las voces con sus miles de capas de armonías vocales 6 veces. Buscando la excelencia o que las canciones transmitan algo en concreto a veces te puedes perder y volverte loco. Sólo para la voz he dado clases de canto lírico con Sadot Lugonés durante casi un año.

Tengo entendido que, hablando de narrar una historia, el orden de los temas en Festering importa mucho, no es para nada aleatorio.

Sí, las canciones van en orden cronológico, es decir en el orden en el que han sido compuestas. En ese sentido son un fiel reflejo de este largo proceso emocional, cosa que tengo muy en cuenta. Tengo la manía de componer cronológicamente y eso creo que a veces juega en contra del orden y la secuencia que debería tener el disco para funcionar mejor, a lo mejor el disco hubiera funcionado mejor si el trío final hubiese sido el trío inicial.

Ya que lo comentas, tus dos canciones preferidas del disco están justo al final: “When you smile” y “The year time stood still”. ¿Por qué?

No las dos finales, las tres finales. Me parecen el trío de ases, las mejores, las más valiosas, las más bonitas, las mejor cantadas y las mejor producidas y creo que funcionan muy bien las tres juntas, de hecho podrían haber sido un EP separado. “The Year Time Stood Still” es mi primer tema en el que he trabajado con una orquesta de verdad con los músicos en mi estudio, grabando cientos de capas de cada instrumento por separado. Ha sido un trabajo ingente pero estoy muy orgulloso del resultado.

 

La portada es magnífica en el sentido de mostrar una imagen de esperanza y a la vez deseo de evadirse, de volver a ese estado de inocencia y despreocupación que es la niñez.

Yo siempre pienso primero la portada y el título del disco. Hago un exhaustivo proceso de investigación y búsqueda y pienso qué quiero contar, qué tipo de música voy a hacer. Con todo ello me imagino una película que no se ha rodado todavía, que sólo va a existir en mi imaginación, para hacerle el cartel y la banda sonora. En esta ocasión, al hablar constantemente en mis sesiones de psicoanálisis de mi infancia, recordé esta foto de mi segundo cumpleaños que me hizo mi hermana en 1981. Decidí que esa foto o una reinterpretación de ella iba a ser el “cartel” de la película de mi vida, pero reimaginada y en un contexto de infierno. Además, como siempre, tuve en mente el vinilo y que dentro iría la foto original, para que así el oyente contase con una visión clara de lo que ha sido mi vida y de cómo se ha truncado.

“Breathe” aparentemente habla de ese proceso de renacer, ¿no? ¿Qué significa en el disco y en el contexto de tu trayectoria musical esta canción?

«Breathe» es una de las pocas canciones en mi vida y en mi carrera que he disfrutado haciéndola y creo que estaría en el top 3 de mi catálogo. Yo compongo y me dedico a la música porque lo necesito, si no lo hago me muero. No tengo ni brújula, ni centro, ni me sé manejar en la vida sin la música, pero precisamente como la hago como válvula de escape, a modo de terapia, pongo sobre la mesa situaciones emocionales muy jodidas y no lo paso bien. Pero con «Breathe» me olvidé de todo y me dediqué a hacer una correspondencia ficticia con mi “yo” de la infancia. Hay partes de la letra en la que el niño habla conmigo y viceversa, y resultó muy sanador.

Otra canción con bastante aire confesional es “Ghosts”. ¿Qué significa esa enigmática cuenta del 1 al 7 que aparece varias veces en la canción?

Es una canción sobre el alcoholismo, y hasta ahí puedo leer. No creo que haya que explicarlo todo, las canciones las acaba el oyente con su propia interpretación o percepción de las mismas.

¿Qué sensación te ha quedado tras acabar y publicar el disco? Supongo que satisfacción, pero no sé si también te sientes liberado, reinventado, dispuesto a llevar a Pshycotic Beats a una nueva etapa o a darle un vuelco total a tu carrera.

Pues me siento insatisfecho, cansado, vaciado emocionalmente y sin ganas de hacer otro disco. Por primera vez no me apetece hacer otro disco de Pshycotic Beats, no tengo planes de futuro. Mi principal plan es NO HACER NADA.

Escucha ‘Festering’ de Pshycotic Beats

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