Entrevistamos a Estrella Fugaz que vuelven con ‘Luminosa’

Lucas Bolaño aka Estrella Fugaz acaba de publicar un notable disco, Luminosa (Sonido Muchacho), en donde vuelve a deleitarnos con sus letras costumbristas al filo de lo imposible, y su amplia amalgama de estilos musicales. Un trabajo de pop inspirado, cimbreante, que tanto se atreve con los ritmos motorik como por la cumbia de feria. Hablamos con él vía zoom.

«Tendemos a romantizar la precariedad y a mí me parece una autentica basura» 

Antes de nada, ¿cómo has llevado todo este tiempo de confinamiento, y si de alguna manera te ha influenciado en el proceso de creación de tu último disco?

Creo que no me ha influenciado mucho. Al drama de lo que estaba pasando yo intenté disfrutar de estar con mi familia, mi hija, y por suerte tenemos terraza y estuvo bien convivir tanto tiempo juntos. Creativamente no supuso nada para mí. Me dediqué a hacer directos por IG, pero en lo de componer fue un poco como siempre, ya ves que en el disco tampoco se habla mucho de la pandemia, más de filosofía que de la pandemia.

Algunos artistas, y por eso te lo preguntaba, han aprovechado este confinamiento y estos tiempos un tanto convulsos, para hacer algo así como un proceso de introspección…

Yo eso lo hago cuando llega la noche y me quedo tocando, pero de estos tiempos raros no he sacado nada especialmente creativo.

 

De tus dos discos como Estrella Fugaz me llama la atención la utilización del color rosa y del estallido como algo simbólico. ¿Me puedes explicar si esta estética tiene un significado especial para ti?

Soy muy fan de los colores flúor, y cuando empecé a pensar en el arte de Un sendero fluorescente, que lo diseñó Ricardo que también es el baterista, la idea era asemejarse a esas imágenes de microscopio, como coloreadas en tonos flúor, muy locos. De hecho, la portada iba a ser amarilla y rosa, y al final probamos de quitar el amarillo. Es que tengo fijación por la cartelería de circo, de neocumbia, referencias a los 90’s…

La estética de tu arte gráfico y tu música es una curiosa mezcla de futurismo y tradición folklórica. ¿Cómo lo ves tú?

Me flipa el cine de ciencia ficción, el retrofuturismo, de cómo se representaba el futuro en las películas de los 60 para mí era acojonante. Me gusta la luz, hablo de ella como el brillo, la esperanza, el hogar. En Sendero… quise hacer un guiño a la película de Invasores de Marte.

Hablas mucho en tus letras del apego a la familia, pero también del escapismo mental, de dejar fluir la mente…

Hablo mucho el hogar como un espacio tranquilo y seguro. Me gusta la soledad como espacio en el que no estás solo, una opción. Es cierto que tendía a estar solo haciendo música grabando en casa porque me gusta la soledad por temas de creación. Tengo poca capacidad de concentración y la uso para crear. Por ejemplo “Mortadela Y Filomena” la estuve grabando hasta las 2:30 de la mañana y por eso tiene esa historia tan intima, más pausada.

Tienes dos vertientes diferencias: la experimental como ELM y el rock más tirando a indie en Estrella Fugaz. ¿Qué sinergias surgen entre estos dos polos?

ELM empezó como un proyecto más personal que difería bastante de la banda más convencional, y lo componía todo en casa. Con Estrella Fugaz trabajo también mucho solo. El origen de muchos sonidos es sintético con lo que aquí poco se diferencian un proyecto de otro, aunque Estrella es más pop, más divertido; ELM es más denso, más personal, y en definitiva con Estrella me lo paso mejor.

 

En Luminosa ha habido un cambio de sello discográfico. ¿Qué ha motivado este cambio?

En Caballito pueden hacer cosas hasta cierto punto, desde la precariedad que asumimos, y ellos siempre me han animado a que si encontraba otras posibilidades de edición lo aprovechara. Sonido Muchacho me permite más visibilidad, más posibilidades de hacer cosas como videos, hasta ahora impensable para mí. También me dejan mucha libertad creativa que es importante. Un cambio para seguir avanzando a los 40. Que haya más gente que me escuche es muy guay.

¿Te consideras un outsider? ¿Existe el outsider o lo estamos romantizando?

Justo ayer lo pensaba esto, que tendemos a romantizar la precariedad y a mí me parece una autentica basura. Uno tiende a caer en un sitio por cómo es, no estar en una oficina está bien ya que te posibilita una mayor libertad. Ahora mismo no me veo trabajando en la hostelería infinitas horas, o trabajando de albañil sin contrato, pues, no es nada romántico, es una mierda.

Creo que esta idea de lo low cost como algo romántico era más en los 90; eran tiempos más elitistas en lo que lo mainstream parecía que era algo vacío. Se han disipado en la actualidad los límites, y la gente es más abierta y un poco menos obtusa.

En tus letras eres especialmente hábil a la hora de crear paisajes costumbristas, de fijar pequeños detalles. ¿Cómo vas hilvanando las letras?

Me gustan los juegos de palabras, es divertido que puedas escuchar las cosas de formas diferentes. Las letras me cuestan porque deben ser buenas ya que me tienen que hacer sentir bien. Si dan vergüenza que sea con esa intención para que la gente se ría. Es difícil enfrentarse a un lienzo en blanco: recuerdos del pasado que se van hilando con un popurrí de cosas hasta dar el primer brochazo. No tengo un objetivo claro y creo que mi tema “Un verano español” -que hablaba de la matanza de Puerto Urraco- es la que he tenido más clara en cuanto a la temática, lo demás es tirar de la memoria.

Estrella fugaz parece un laboratorio de ensayo-error, es como ir reescribiendo tu historia como artista y compositor. ¿Cómo lo ves?

Puede ser. Las canciones las abordo cuando me apetece, las dejo y las vuelvo a coger a mi antojo. Como curro en casa, hago lo que me apetece, es como si fuera uniendo las piezas del puzzle. Me gustan muchos tipos de música y que se mezclen, que para el oyente sea una sorpresa cuando escucha un disco mío.

 

Hay compositores que creen en el concepto de canción como algo cerrado, eso no lo veo en ti.

Sí, es lo que busco, esa es la intención. Que haya giros que no esperas y te hagan reír o llorar. Hago versiones de la misma canción de diferentes maneras para que podamos divertirnos; no quiero nada cerrado porque no quiero aburrirme.

En “Las plantas” dices que crees más en las ratas que en los gobernantes, y hablas de trazar un plan de huida. ¿ Ya has trazado ese plan de huida? ¿Te vamos a volver a ver?

Madrid tiene entrada, pero no salida, es difícil salir de aquí. La letra es decir algo así como ¡qué asco damos!, tratarse mal es normal en nuestra vida diaria, estamos como locos, y buscar espacios de paz es como algo raro. Es la sensación de que este mundo es absurdo a nivel global.

“Mortadela y Filomena” animas a realizar lo que a uno le llene como persona. Una declaración de intenciones en un mundo cada vez más instrumentalizado.

Va un poco de eso, igual lo tengo más fácil que otras personas que tienen otro tipo de vida, pero siempre es bueno recordárselo. Muchas veces hago trabajos de freelance y curro muchas horas y pienso que, igual, podría estar aprovechando ese tiempo para hacer cosas que me llenen más, por ejemplo. Hay que vivir la vida, y esta canción es como de autoayuda.

Ya estáis presentando el disco en conciertos. ¿Cómo lo habéis pensado esta traslación del disco al escenario?

El formato banda es Ricardo Ramos, Betacam, y yo con guitarras y samplers aunque no tenemos clara la intención de utilizarlos. Hay cosas pregrabadas y otras en directo, aunque vamos cambiando las bases, o jugamos con sampleos. Lo estamos testeando todavía. Aun no tenemos los discos físicos, y hasta que no enviemos a prensa y el trabajo se vaya escuchando por la gente no sabemos cuántos bolos nos irán saliendo, y de qué forma interpretaremos estas canciones.

Escucha ‘Luminosa’ de Estrella Fugaz

 

 

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