Entrevistamos a Joana Serrat
Tras su estimulante aventura con la superbanda Riders Of The Canyon, la cantautora catalana Joana Serrat regresa con la continuación de su muy laureado disco en solitario Hardcore From The Heart (2021). Su título es Big Wave, está grabado en The Echo Lab, el estudio que Matt Pence (Centro-Matic, South San Gabriel), también productor, regenta en Denton, Texas y también en los Redwood Studios bajo la batuta de Joey McLennan, que coproduce.
Sobre él la crítica está vertiendo enormes elogios. Por ejemplo, la muy reputada Uncut le pone un 9/10 y dice de él que es como si My Bloody Valentine y los primeros Cocteau Twins se hubieran filtrado por sus surcos. Todo un salto cualitativo que asume nuevos riesgos, añade no pocos matices a su sonido y no pierde de vista, por supuesto, la capacidad de su autora para componer canciones redondas. De todo ello hablamos con una de las mejores conversadoras que este redactor recuerda haber entrevistado jamás.
“Vivir, y no sobrevivir, de la música, sería todo un exitazo”
Al contrario que muchos artistas de la península, tu carrera ha tenido una relevancia internacional prácticamente desde sus inicios (si no me equivoco, con tu primer álbum resultaste como artista destacada en el Nashville Noisetrade). Este Big Wave lo has grabado (de nuevo) en Texas y ya te ha granjeado no pocos elogios por parte de prensa anglosajona (nada menos que un 9/10 en Uncut, por ejemplo) ¿Sientes que este es el momento en que Joana Serrat va a dar el “salto” definitivo?
¿Qué significa para ti, dar el “salto” definitivo? Yo estaría muy contenta de poder girar con mi banda por toda España, Europa y UK con regularidad; de la misma forma que poder grabar anualmente en distintos estudios. Esto me haría muy feliz y habría dado el salto definitivo.
Al hilo de eso. ¿En qué consistiría, para ti (y hoy en día) gozar de gran éxito en tu carrera? Obviamente, ya imagino que poder vivir de la música es todo un éxito, pero aparte de eso.
Vivir, y no sobrevivir, sería un exitazo. Como te comentaba más arriba, poder gozar de una buena salud profesional y artística.
La producción de Big Wave corre a cargo de Matt Pence, productor de Breeders, Here We Go Magic o Yuck y batería de artistas de gran relevancia como Nikki Lane o Jason Isbell ¿Qué te ha aportado su experiencia? ¿Has logrado alcanzar con él la visión de las cosas que tenías en un principio o incluso la has mejorado?
Totalmente. Las expectativas fueron ampliamente realizadas. Matt Pence es el artesano. Él materializó, hizo realidad, lo que yo tenía en mi cabeza. Cuando ambos tuvimos un par de conversaciones sobre lo que yo quería comunicar con Big Wave y los elementos que debían ser característicos y definidores del sonido del álbum, él propuso trabajar con un armonizador. Una de las cuestiones estéticas que quise afrontar con el disco es la idea de mezclar dos mundos: uno más clásico (representando el génesis, el origen de mis composiciones) con uno más contemporáneo. A parte de tener que incluir distorsión, quise utilizar el estudio como laboratorio y por eso muchas de las canciones se de-construyeron para poder lograr esa producción.
El año pasado se publicaba el primer resultado discográfico de tu colaboración, junto a Matthew McDaid, Roger Usart y Víctor Partido, en Riders Of The Canyon, una superbanda en la que se exploran las raíces de la música norteamericana para adaptarlas a vuestro presente ¿La experiencia tuvo alguna consecuencia en el proceso de creación de este tu sexto disco en solitario? ¿O cada proceso de composición y grabación fue totalmente independiente?
Exacto. Cada proceso de creación y grabación fueron totalmente independientes y ocurrieron en momentos, en tiempos, muy distintos.
Lo que sí debo agradecer al proyecto, y no es nada irrelevante, es que me ha ayudado en mi proceso de sanación con mi relación con la música. La experiencia con Riders me ayudó a volver a los orígenes, el placer de tocar por el simple hecho de tocar, compartir escenario con personas a las que quieres y admiras. El proceso de Big Wave es un proceso que dura algo más de dos años y que tiene su inicio en las sesiones de grabación en Argyle (Texas) en 2022, pero que se gesta en 2020. El oficio de músico o singer songwriter es una carrera de fondo y es muy exigente emocional y psicológicamente. Cuando grabamos con Riders y cuando empezamos a hacer conciertos, estoy en un estado de “burn out” total. Víctor, Roger, Matt, David, son parte de mi proceso de sanación, por lo que hemos vivido, tanto en el estudio como en la carretera.
De hecho, ese disco fue como una especie de vuelta a tus raíces folk-rock, cuando en realidad tu carrera va evolucionando hacia otros derroteros ¿Qué queda ahora de la Joana Serrat del principio?
No siento nunca que abandone nada. Sería negar una parte esencial de mi persona, de quién soy como artista. Para mí son canciones y épocas y cada época tiene un sonido porque en mi caso, el sonido es lo vivido. Sería como negar mi adolescencia o juventud. Es decir, forma parte de nosotros y la experiencia, la perspectiva y la sabiduría adquiridas envuelven aquello que fue, que ya no es, pero que aún existe.
Es conocida tu amistad con Neil Halstead, líder, junto a Rachel Goswell, de los ahora masivamente celebrados Slowdive ¿Es posible que note en Big Wave cierta influencia de esa banda y de otras, habitualmente calificadas como shoegaze o dream pop, tipo Cocteau Twins, My Bloody Valentine..?
Sí, por supuesto. Esta influencia se ve sobre todo en Hardcore From The Heart (Loose Music, 2021). Las texturas, la reverb es algo que he utilizado ya desde un principio. El Loveless de My Bloody Valentine lo tuve en el coche durante mucho tiempo en 2021 y creo que la distorsión del disco fue algo con lo que me sentí muy interpelada. Y supe que tenía que estar en mi nuevo trabajo.
Como dices, en Hardcore From The Heart ya existía esa tendencia a sonar así, pero ahora el sonido se ha vuelto más grande y quizás algo más experimental, con ciertos elementos oscuros y ruidistas (pienso en canciones como “Feathers” o “Broken hearted”) o incluso electrónicos (“Sufferer”) que antes no se encontraban tan en primer plano. Todo esto, la verdad, me ha parecido un gran salto cualitativo ¿Lo tenías ya todo planeado antes de entrar en el estudio o fueron surgiendo ideas allí, en Texas?
Como te comentaba más arriba, todo esto ya estaba en el guión de la concepción del álbum. De hecho, cuando escucho Hey What de Low me siento interpelada, como también me ocurre con las modulaciones y ambientes de Oneohtrix Point Never. Quise aportar mi visión sobre un terreno que algunos ya habían explorado. Quise ir detrás de este maridaje de “lo nuevo” y «lo viejo”, porque Big Wave también va de esto. De las viejas estructuras, sistemas que ya no funcionan (pero que se resisten a irse) y de este momento tan confuso, violento, lleno de ruido e incómodo, que es este mundo contemporáneo en el que vivimos.
De hecho, has comentado que tu objetivo era “sonar más agresiva” ¿Crees que lo has conseguido?
Sí, totalmente. Nunca había sonado así antes.
¿Qué tiene el corazón de estas canciones para que fuera necesario que sonaran agresivas? ¿Cuál es el concepto que querías alcanzar, o qué querías representar?
Estaba en un momento bastante desgarrador. Me sentía expulsada del mundo, estaba agotada tanto a nivel profesional como personal. También había una sensación de no “utilidad”, de que ya no servía. Me estaba cuestionando mi legado, mi carrera. Tenía una sensación de fin de etapa, de abismo y de vacío. Pero sobre todo, de irrelevancia artística, de ser inexistente para el mundo y para mis coetáneos.
Lo que no ha cambiado es tu habilidad compositiva y una gran capacidad para ensamblar melodías que se quedan inmediatamente en la cabeza, lo cual hace que sea mucho más fácil asimilar esos cambios o nuevos arreglos de los que hablábamos ¿Piensas mucho las melodías cuando estás componiendo? ¿Los, digamos, esqueletos de las canciones, salen rápido cuando te sientas a componer o es algo que necesitas pensar y a lo que das muchas vueltas hasta que consideras que has terminado?
Agradezco mucho tus palabras. De hecho, entré en el estudio bajo una presión autoimpuesta que me dio vértigo. Estaba tan orgullosa de mis composiciones tanto musicales como líricas de Hardcore que dudé de mí misma para Big Wave. Compongo básicamente en base a una melodía, lo hago junto con la guitarra o el piano, a la vez. A veces hay canciones que salen muy rápidas, otras que requieren un poco más de atención, otras que salen a trompicones y a pedazos y luego tengo que hacer el puzzle… cada una se presenta a su manera.
Luego siempre está la parte del estudio, a veces las estructuras cambian, a veces no. En este disco en particular tengo que destacar a Evan Jacobs, porque hizo algunas aportaciones geniales en cuanto a la armonía de algunas canciones de Big Wave.
Lo que me requiere más tiempo es terminar las letras de las canciones. Mi tendencia es ser escueta y concisa (¡todo lo contrario si lo que tengo es una conversación!)
En absoluto, eres una gran conversadora. Volviendo al disco, junto a Matt, has contado con un nutrido grupo de colaboradores, como Joey McClellan (Midlake, Rufus Wainwright, John Grant), McKenzie Smith (St Vincent, Sharon Van Etten), o algunos miembros de Midlake o Mercury Rev ¿Qué ha motivado su participación y qué papel han jugado en el proceso?
Con Joey somos amigos desde que nos conocimos en 2017 para mi grabación de Dripping Springs (Loose Music, 2017); formaba parte de la banda de Israel Nash. Nuestra amistad se solidifica en Hardcore y básicamente le escribo cada vez que quiero grabar. Trabajo con personas a quienes admiro y en este caso, que también tengo mucho cariño. A McKenzie Smith y Jessie Chandler los conocí en la grabación de Hardcore y me encanta trabajar con ellos, por sus aportaciones, son muy generosos. Con Joey siempre intentamos rodearnos de un equipo que sabemos que va a funcionar y como te digo, al final acabas estableciendo vínculos personales. Mckenzie tiene versatilidad, calidad, perspectiva, y Jesse lo mismo. El hecho de que ambos produzcan a otros artistas (como también es el caso de Joey) les dota de esta capacidad de poner todas sus habilidades al servicio de la canción, del proyecto. Y eso es algo que puedo decir de todos los músicos que han intervenido en Big Wave como Jacob Evans y Scott Lee.
Me gustaría también preguntarte por la portada del álbum, obra del Señor Gómez, un diseñador muy guay, y que me parece especialmente bonita ¿Cuál era el concepto que buscabas? ¿De qué conocías al Señor Gómez?
Conozco al Señor Gómez por The Hanging Stars (que por cierto están de gira por España estos días y ¡sería un crimen no ir a verles si tenéis oportunidad!). Le conocí en persona cuando la banda tocó por el Psych Fest en Barcelona el año pasado. Iván y The Hanging Stars son amigos, especialmente con Richard Olson, el líder de la banda. De hecho, es también su diseñador oficial. Para cuando estaba preparando el diseño del disco, mi pareja, Paulie Cobra, que es miembro fundador y batería de la banda, me sugirió que trabajara con él. Iván hace unos diseños preciosos con dibujo, muy a la onda setentera, psicodélica, pero esto no encajaba con Big Wave, especialmente con la parte más “industrial” del álbum. Pero cuando vi sus collages, ahí tuve un momento de inspiración y le escribí.
Creo que sólo le dije que quería que transmitiera la emoción del disco y, quizás, quería que fuera una portada oscura y, si podía ser, una especie de collage. Le pasé un par de fotos que tenía y él se puso a trabajar. El mérito es de él, cien por cien. La verdad es que me encanta el diseño de Big Wave, especialmente el del vinilo, que la contra es distinta y a la vez se puede apreciar mucho mejor la portada.
No sé si te lo habrán dicho, pero yo no he podido evitar escuchar, en los primeros segundos de “Freewheel”, el comienzo de “I still haven’t found what I’m looking for”, de U2. Supongo que no fue nada consciente y es simple casualidad, pero en todo caso ¿Te sientes cómoda con la referencia? ¿Eres fan o eres de las que les repele el rollo mesiánico y masivo de este tipo de bandas?
¡Si lo han pensado, nadie me lo ha comunicado! Hehe. No me siento nada identificada ni con U2 ni con el rollo mesiánico y masivo. A mí me va la clarividencia solitaria de Blaze Foley, Townes Van Zandt y del cancionero tradicional anglosajón.
He sabido que las letras del disco, o parte de ellas, hablan de sentimientos de pérdida, entre otras cosas por la desaparición de personas queridas ¿Puedes contarme algo de eso? ¿Hay algún concepto unitario que sirva de hilo conductor del álbum?
Bueno, en realidad esto no es exactamente así. La única canción que habla de la pérdida de un ser querido es “Are You Still Here?”, que la escribí pensando en mi abuela que había fallecido poco antes de entrar a grabar. Luego, como el temporal me ha tenido mucho tiempo en mar abierto, el disco ha salido dos años después de su grabación. Durante este tiempo mi abuelo también falleció. Él me enseñó solfeo y me preparó para que pudiera pasar el examen de acceso a la Escuela de Música Clásica de Vic. A mi humilde manera, quería homenajearles. Además, me pareció bonito tenerlos juntos aquí también, ya que se conocieron con tan solo quince años y estuvieron juntos hasta que fallecieron.
Creo que el concepto unitario del disco es el cambio y la oscuridad; estaba en un momento de mucho ruido personal y de mucha soledad. Como te decía más arriba, había una sensación de rechazo y de decadencia. Mi mundo se estaba hundiendo y cada vez caía más abajo y con más rapidez. Tengo la sensación de que pasé un par de años bajo un estado un tanto anestesiada. Y al entrar al estudio, de repente, todas aquellas canciones que había escrito en este intervalo empezaron a tomar forma real y concreta sobre aspectos de mi vida, y ese impacto fue brutal.
A veces me pasa que escribo las letras sin tener una conciencia completa de lo que estoy poniendo en papel. Es decir, me ha pasado que, con el tiempo y perspectiva de los acontecimientos, las canciones se revelan con otras capas de significado, las cuales ignoraba en su génesis. A partir de ahí, he tenido un profundo entendimiento de lo que había escrito previamente. Y creo que esto es lo que me pasó con Big Wave. No trabajo siempre con escritura automática (a veces lo hago como divertimento) pero sí que muchas veces prefiero ser intuitiva. Y creo que es sencillamente el inconsciente revelándose. De aquí que, con la perspectiva, pueda leer todas esas otras capas de significado que en un primer momento desconocía.
Como el disco ha sido tan bien recibido imagino que su presentación en directo durará largo tiempo. Ya has hecho algunas fechas este verano por Catalunya y próximamente actuarás en el Hotel Campoy de Madrid, dentro del ciclo Momentazos, aparte de esto ¿Qué tienes planteado para lo que queda de año y 2025? ¿Más fechas en el resto de España?
Además de la presentación oficial del nuevo disco en Madrid este jueves 26 de septiembre, tengo anunciados conciertos en Barcelona, Lleida, Narón (Coruña), y algún otro. Y sé que hay algunos más de cara a 2025. Espero que sea un año bonito a lo que conciertos se refiere. Tengo muchas ganas de girar con mi banda.
Siempre que entrevisto a alguien, pongo una especie de coda, o coletilla, en la que les pido que, si les apetece, pongan por aquí una pequeña lista de canciones o discos que, sin ser necesariamente los favoritos de su vida, son los que, de algún modo, les han traído a este momento concreto vital-artístico en que se encuentran ahora mismo ¿Te atreves a intentarlo?
Te pongo algunos de los highlights de mis últimos dos años, pero no tienen nada que ver con la génesis ni creación de Big Wave.
Los discos The Windmill Of The Autumn Sky y Collide de Asteroid No.4
The Windmill of the Autumn Sky by The Asteroid No.4
El disco I am The Cosmos de Chris Bell
Grasepaint Smile de Elyse Weinberg
Los artistas Caroline Polachek, Deserta, Low, Kevin Morby, The Byrds, Gram Parsons
La canción “Face Like Summer” de Gorky’s Zygotic Mynci
Face Like Summer
El disco de Mantlepices de Clifford T. Ward
El disco Freaks of Nurture de Holy Wave
He vuelto a regresar a los maravillosos In the Kingdom of Dreams de Ian Felice y el Brossa d’Ahir de Pep Laguarda
“I wanna dance with somebody” , “Baby One More” Time y “Oops!… I Did It Again”, musts en mis karaokes, de Whitney Houston y Britney Spears
La canción “Me & Magdalena” de The Monkees
The Monkees – Me & Magdalena (Official Audio)
La canción “There She Goes” de The La’s
“One Last Song” y “Uncertainty” de CARLA de su último disco Eclipse
La canción “Disbelieving” de The Hanging Stars
The Hanging Stars – Disbelieving
“County Line” de Cass McCombs
“Streets of London” de Ralph McTell
“Who Are You Now” de Justin Hayward & John Lodge
“Undantag” de Dina Ögon
Dina Ögon – Undantag (Live at Atlantis Studios)
El disco Megafaun de Megafaun
“Wuthering Heights” de Kate Bush
“The Lady With The Braid” de Dory Previn