Future Islands (La Riviera) Madrid 12/05/24
Cuando hablaba el pasado febrero de People Who Aren’t There Anymore (4AD / Popstock!) de Future Islands, destaqué sus muchos puntos fuertes, pero terminé advirtiendo de la necesidad de un cambio de rumbo urgente para que los de Baltimore no cayeran en una reiteración de lugares comunes que llevan repitiendo desde que obtuvieran la merecida repercusión de Singles (2014), aunque en vista de lo vivido ayer quizá no se trate de eso. En esta última década, pandemia de por medio, han llegado tres discos que si bien no han logrado hacerle sombra, han servido para que su popularidad continúe en ascenso. Bastaba ver el sold out cosechado en el inicio de su gira europea en una sala La Riviera a rebosar, para comprobar lo mucho que ha calado su música a diez años de su última visita a la capital.
Un curioso caso que sin hitos destacables, ni hits reseñables desde entonces, se ha visto amplificado gracias a la pasión que despierta un tipo como Samuel T. Herring. Un frontman de otro tiempo con una entrega sobrenatural, exteriorizando en cada interpretación los sentimientos que transmiten sus canciones. Bastaba con observar el escenario vacío antes de arrancar el concierto y ver que el espacio reservado para la batería de Michel Lowry, el bajo y pedales de William Cashion y los sintetizadores de Gerrit Welmer, era casi anecdótico, dejando más de la mitad de las tablas para el bueno de Herring. Sus aspavientos, patadas al aire, sentadillas, golpes de pecho, bramidos y teatralidad para exteriorizar todo lo que lleva dentro, es una seña de identidad que convierte sus actuaciones en verdaderas ceremonias confesionales.
Hasta nueve cortes de su nuevo trabajo sonaron en una noche que se vivió y sintió como una continua celebración y la reivindicación de una carrera, que dando comienzo con la creciente «The Sickness», encadenó tres singles como «King of Sweden», «Seasons (Waiting on You)» y «The Tower». Un torrente de emociones concentrado en poco más de cuarto de hora, que nos hacía preguntarnos qué más podríamos esperar de unos Future Islands que a las primeras de cambio parecían haberlo dado todo. Pero sí, hubo mucho más, y su personal synth-pop épico trajo otros momentos memorables como la esperada «Ran», aciertos de su reciente entrega como la pegadiza «Say Goodbye» y la trotante «Iris», o el rescate de la lejana «Swept Inside», toda una sorpresa.
La parte final terminó de explotar con otros guiños al pasado como «Long Flight» y una increíble «Tin Man», que vino seguida de una larga ovación y un bis que sin recurrir a complacientes temas, se abrió con la sedosa «Ancient Water» y culminó con el rescate de dos reliquias como «Vireo’s Eye» y una «Little Dreamer» que arrancó con Sam sollozando de rodillas, concluyendo en un éxtasis comunal en el que el único artificio que desprendía, era el de su propia vida, y de paso, la de todos nosotros. Grandes
Fotos Future Islands: Blanca Orcasitas